Seis.

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Desde que Jun se mudo a la mansión, que Jisoo no había tocado demás a Jeonghan.

Pero había una razón, y esa era que el chino literalmente que prácticamente seguía al pelinegro a todas partes.

Si el omega iba a la cocina, de pronto Junhui se aparecía allí con la excusa de que «tenía hambre y solo iba a buscar algo de comer», si iba a lavar la ropa de Jisoo, él lo seguía diciendo «realmente luces hermoso aún cuando simplemente lavas ropa» causando que Jeonghan se sonrojara inevitablemente.

Esto a Jisoo no le gustaba ni un poco.

Pero tampoco le gustaba andar demostrando eso, ya que según él, los celos son estúpidos y ni siquiera sabia por qué exactamente los sentía, ya que Jeonghan es sólo un omega que le sirve en todo lo que le ordene, una especie de sirviente, con unos cuantos privilegios.

¿Se había enamorado, acaso? No, pensaba él.

Eso sería estúpido, nunca se había enamorado, y no planeaba hacerlo.

Aunque en verdad anhelaba volver a tocar con toda libertad ese bello cuerpo que poseía el pelinegro, sin la necesidad de tener que estar preocupándose por su primo, quien no había parado de estar al acecho de Jeonghan.

A veces Hong odiaba tener que salir de la mansión para ir a supervisar la firma de abogados de su familia, porque se veía obligado a dejar al pelinegro sólo con su primo.

Como en estos momentos.

— Jeonghan, ¿Sabes cocinar? — Cuestionó Jun mientras caminaba detrás de él.

— Señor Junhui. — Él omega se dio la vuelta para encararlo. — Lo lamento, pero se me ordenó alejarme de su persona, y con usted persiguiéndome a todo lugar al que yo vaya, se me hace difícil cumplir con esa tarea, ¿Me entiende?

— No, ¿Sabes cocinar? — Volvió a preguntar, ignorando olímpicamente la petición de él.

Jeonghan suspiró.

— Si, si que sé, pero lamentablemente me encuentro muy ocupado en estos momentos.

— Oh, que pena... Es que quería que me enseñaras a preparar un pastel.

— ¿Un pastel? ¿Para que? Olvidelo, no es de mi incumbencia.

— Jeonghan, te pediré dos cosas, uno; Deja de tratarme de manera formal, no soy tu jefe, y dos; ¡Por favor! Quiero aprender a hacer algo útil una vez en mi vida.

— N-No lo se...

— De acuerdo, no pensaba que me vería obligado a hacer esto, pero bueno... — Dicho eso, Jun se arrodilló, juntando sus manos entre sí. — ¡Por favor, te lo estoy rogando!

— ¿¡Que haces!? ¡Levantate! — Exclamó el pelinegro, tomándolo por los hombros en un intento fallido por que se pusiera de pie.

— No hasta que accedas a ayudarme.

— ¡De acuerdo! ¡Pero ponte de pie!

El chino se puso de pie.

— Quiero aprovechar que mi primo no esta, porque cada vez que me acerco a ti en su presencia, me asesina con la mirada y me obliga a alejarme.

— ¿Quieres que te enseñe ahora mismo?

— Así es, vamos. — Jun tomo de la mano al omega, llevándolo hasta la cocina.

Omega. ➳ Jihan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora