Veintisiete.

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Llegaron al hospital rápidamente para su fortuna, luego de haber llamado a la ambulancia.

Una vez allí, el doctor Lee le explicó tanto a su madre como a Jisoo, que las contracciones que Jeonghan sentía los atribuía al estrés, lo cual causo que le subiera la presión.

Y que si no mejoraba en los próximos días, tendrían que hacerle una cesaría de emergencia, lo cual podría ser peligroso, ya que los bebés nacerían prematuros con tan solo seis meses.

Jisoo estaba muy preocupado, y algo enfadado con la madre del pelinegro, porque en parte, lo que había sucedido era su culpa.

— Hijo, en serio lamento haberte causado tanto estrés y problemas. No quería que sucediera esto, es que estaba muy sorprendida y sólo atine a enfadarme sin ni siquiera escucharte, estoy arrepentida por eso, espero puedas perdonarme. — Se disculpaba la mujer mientras se encontraba al lado de Jeonghan, en la habitación del hospital.

— Mamá. — El pelinegro suspiró. — Sabía que había posibilidades de que reaccionaras así, y a pesar de las advertencias de Jisoo, me deje llevar por el momento y en parte esto también es mi culpa. Pero es algo que ya paso, y no podemos hacer nada para volver el tiempo atrás, sólo... Olvidalo.

La mujer asintió.

No quería darle más preocupaciones a su hijo, asi que solo se fue afuera, a sentarse en la sala de espera, dejando al alfa y a Jeonghan solos.

— ¿Te sientes bien? — Le preguntó Jisoo sentándose a su lado en la cama.

— Estoy un poco cansado, pero bien en general. — Respondió sonriendo sin muchas ganas.

— ¿El doctor te explico bien la situación?

— Si. Y lo más probable es que me hagan una cesaría pronto.

— ¿Que dices? Si mejoras, eso no sucederá.

— Jisoo, tengo miedo, ¿Y si los bebés no sobreviven? Son muy pequeños aún, no quiero que les pase nada.

El alfa suspiró.

— Tu trata de quedarte tranquilo, todo saldrá bien, te lo prometo. — Susurró acariciándole suavemente el cabello.

En ese momento, alguien abrió la puerta, ingresando a la habitación.

Era el doctor Lee.

— Señor Hong, le pediré que por favor se retire unos momentos, debemos realizarle unos estudios a Jeonghan. — Le pidió amablemente

— Esta bien, nos vemos luego. — Le dijo al pelinegro tomándole la mano.

Lo soltó y se fue de allí.






(...)






Dos dias enteros habían pasado desde que Jeonghan había ingresado al hospital.

Los resultados de si había mejorado o no, se los diría el doctor en unas horas.

Suspiró profundamente poniendo sus manos en su rostro mientras apoyaba sus codos en sus piernas, sentado en la sala de espera.

— Todo saldrá bien. — Dijo la madre del pelinegro, quien se encontraba sentada a su lado.

Jisoo se negaba a dirigirle la palabra.

— Sé que estas enfadado, y tienes razones para estarlo. Pero, deberías ser comprensivo conmigo, si tu hijo se vendiera por internet, arruinando su vida, sólo por su familia... Si no te tuviera a ti, ¿Que crees que habría pasado con Jeonghan? Probablemente estaría totalmente destruido.

El alfa medito en sus palabras.

Tal vez la mujer tenía razón en haberse enfadado así al principio, después de todo, el mismo se convirtió en su dueño, aunque ahora no lo trate como un esclavo, pero bien alguien más pudo haberlo comprado y seguramente estaria teniendo una peor vida.

— Tiene razón. — Respondió simplemente. — Puedo comprenderla, sólo espere a que Jeonghan la haya perdonado.

De pronto, el doctor se acerco a ellos.

— Los resultados están listos, según ellos, Jeonghan no mejoró demasiado, tendremos que prepararnos para hacerle la cesárea, les seré sincero, es muy riesgosa y cabe la posibilidad de que algo salga mal. Pero, confió en la fortaleza de él, ustedes también confíen en Jeonghan. — Les dijo dándoles una sonrisa para tratar de animarlos.

— Gracias doctor. — Le agradeció la mujer volviéndose a sentar.

Jisoo sin embargo, tomo su celular y comenzó a llamar a su madre, a su padre, a Jihoon y a Jun, para informarles acerca de lo que acababa de suceder, sin agregar muchos detalles.

Luego de eso, le preguntó al enfermero que se encargaba de los cuidados del omega, si podía pasar a verlo.

Este le dijo que si, pero que Jeonghan se encontraba durmiendo.

Sin importarle eso, entro en la habitación y se sentó a su lado.

— Sé que tú eres fuerte, todo saldrá bien, tú y los bebés estarán bien. — Balbuceaba acariciendo su cabello, como tanto le gustaba hacer.

Se acercó y depósito un beso en su frente, luego de unos minutos se fue de allí, ya que no quería perturbar su sueño.

Luego de apenas unos minutos, tanto su madre, padre, Jihoon y Jun se encontran ahí en la sala de espera con expresiones claramente preocupadas.

Ninguno se había percatado de su presencia, al parecer por estar tan ensimismados en sus pensamientos.

— Hey. — Dijo tratando de llamar la atención.

— ¡Jisoo! — Exclamó Jihoon, acercándose a él. — ¿Como está? ¿Podemos pasar a verlo? ¡No me diste muchos detalles y no entiendo nada!

— Oye, tranquilo. — Le dijo tomándolo por los hombros. — Como te dije, le harán una cesaría de emergencia porque debido al estrés le subió la presión, y eso puede ser peligroso. — Respondió un poco más fuerte para que todos pudieran escucharlo.

— Pero, ¿Estres? ¿Por qué será eso? — Cuestionó Jun.

— Yo, puedo explicarlo. — Dijo la mujer que estaba allí poniéndose de pie, sin embargo no la conocían a excepción de Jisoo.

— ¿Quien es usted? — Preguntó la madre del alfa.

— Yo soy... La madre de Jeonghan. — Contestó algo apenada.

— Oh claro, eso lo explica todo. — Murmuro Jihoon. — Señora Yoon, ha sido un tiempo.

— Jihoonnie, estás tan grande. — Dijo melancólica.

— Dejemos los emotivos reencuentros para más tarde, ¿Jeonghan estará bien? — Interrogó esta vez su padre.

— La verdad es que no lo sé. El doctor que lo atiende dijo que es muy riesgoso, pero yo sé que saldrá todo bien, Jeonghan podrá con esto, y los bebés también.

— Tienes razón, no conozco a una persona con tanta fortaleza como la tiene Jeonghan. — Dijo el más bajo sonriendo.

De pronto el ambiente se torno un poco más alegre, porque todos tenían fe en que saldría todo bien.

Omega. ➳ Jihan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora