Omega. ➳ Jihan.

Siete.

Jisoo subió a la habitación de Jeonghan mientras su primo se encontraba limpiando el desastre que había hecho en la cocina.

Sin embargo, Hong no era estúpido, sabía muy bien que de hecho el pelinegro también fue el responsable de lo que había sucedido allí.

Pero, lo dejo ir sólo porque para él, tenia preparado un castigo diferente.

Supuso que en esos momentos, Jeonghan se estaría bañando, así que cuando llego a la habitación, solo se sentó en la cama, esperando a que el omega saliera del baño.

Por otro lado, el pelinegro, ya había terminado de bañarse, se colocó una toalla alrededor de la cintura y salió de allí para buscar su ropa.

Pero se quedo paralizado al ver a Hong sentado en su cama.

— Ya era hora de que salieras de allí, ¿Cuanto tiempo te toma quitarte harina de la cara? — Le dijo el alfa poniéndose de pie.

— S-Señor, ¿Que hace aquí? — Interrogó Jeonghan nervioso.

— ¿Tú que creés? — Jisoo se acercó lentamente hacia él, lo tomó de manera algo brusca por el brazo derecho. — Te ordené claramente que no te acercarás a mi primo, y me desobedeciste.

— Mi intensión nunca fue desobedecerle, señor, intente que Jun se alejara de mi, pero...

— ¿Jun? ¿Ahora lo llamas por su nombre? Veo que ya tienen confianza entre sí.

— Él me pidió amablemente que no lo tratara de manera formal.

— ¿Acaso no recuerdas que el único que puede darte órdenes, soy yo?

A esas alturas el brazo de Jeonghan, que no era soltado por Jisoo, seguramente ya tendría una marca.

— Me esta lastimando, suelteme, por favor. — El omega le pidió de manera tranquila.

Jeonghan trataba de mantener la calma, pero en esa situación, calma era lo que menos se respiraba en el ambiente.

Sin embargo, a pesar de que creyó que no lo haría, Jisoo lo soltó, revelando que efectivamente le había dejado una marca roja en el brazo.

— Ponte algo ahí. — Le dijo señalando la marca roja, para luego irse de allí.

Jeonghan no entendía nada.

Creía que lo iba a regañar o algo, pero en lugar de eso, solo le dijo unas palabras mientras le sostenía el brazo, y luego se fue.

(...)

Jisoo se había sentido mal por haber lastimado a Jeonghan.

Pero eso no quería decir que el pelinegro estuviera libre de su castigo por desobedecerlo, por lo que había decidido esperar hasta la noche para castigarlo.

Las horas pasaron rápido, Junhui no volvió a dirigirle la palabra al omega durante todo el día, ya que no quería causarle ningún tipo de problema.

Jeonghan se estaba preparando para irse a dormir, cuando sintió que tocaban la puerta de su habitación.

Le pareció extraño, pero aun así fue a abrir.

Encontrándose con Jisoo.

— Señor, ¿Q-Qué esta haciendo? Ya debería estar durmiendo.