Veinticinco.

4.2K 586 200
                                    

Al final, Jihoon no había sido de ayuda.

Era muy malo para escoger nombres, así que Jeonghan se decidió a pedirle ayuda a Jisoo.

Después de todo, él es el padre de los bebés, y lo que corresponde es que él también participe en la elección de los nombres de sus hijos.

— Dejame pensar. — Le dijo Jisoo.

El pelinegro puso los ojos en blanco.

El alfa llevaba diciendo lo mismo desde hacia una hora, su ayuda era peor que la de Jihoon.

— No falta mucho para el nacimiento de los bebés, y aún no pensamos en unos buenos nombres. — Se quejó Jeonghan tomando asiento en su cama.

— Lo lamento, no soy bueno en esto. — Se disculpó sentándose a su lado.

— Esta bien. Pensar en un buen nombre, es una tarea un tanto difícil.

Estuvieron unos minutos en silencio, hasta que Jisoo se puso de pie rápidamente.

— ¡Ya lo tengo! — Exclamó señalando el vientre del omega. — Tengo un nombre para el varón.

— ¿Cual? — Preguntó el pelinegro ansioso.

— Es perfecto, estoy seguro de que te encantará. — Alardeaba sonriendo.

— ¿Me lo vas a decir o piensas seguir presumiendo de lo bueno que es ese nombre? — Cuestionó el mayor perdiendo un poco la paciencia.

Minsoo. — Dijo finalmente.

— Oye... — Comenzó Jeonghan. — Me gusta.

— ¿Lo ves? Perfecto, ya tenemos nombre para el niño. Sólo falta para la niña.

En ese momento, alguien ingreso a la habitación, sin siquiera tocar la puerta antes de pasar.

— ¡Seungcheol! — Exclamó yendo a abrazar a su amigo.

Hacia bastante que no lo veía, estaba feliz de verlo.

— Amigo, lamento no haber tocado antes de pasar, ya sabes, la costumbre. — Se disculpó mientras se tocaba la nuca algo avergonzado. — Oye, mira eso, aún no puedo creer que serás padre. — Dijo viendo el vientre de Jeonghan.

— Es difícil de creer, cierto, pero aquí estoy. Por cierto, quiero que conozcas a... — Se acercó al estómago del omega. — Minsoo y la niña sin nombre.

— Oye, no le digas así. — Se quejó Jeonghan.

Seungcheol rió.

— ¿Y de cuantos meses estás? — Interrogó.

— Seis. — Respondió el omega sonriendo.

De pronto, alguien más irrumpió en la habitación.

Era Jihoon.

— Jeonghannie, ¿De casualidad no tienes un...? — Sin embargo, se detuvo en medio de la pregunta. — Por el amor al cielo, ¿Que demonios haces tú aquí? ¿Me estas siguiendo? — Le preguntó a Seungcheol frunciendo el ceño.

— Claro que no. — Contesto de manera tranquila. — Vine a visitar a mi amigo de toda la vida, Jisoo.

Eso dejo perplejo al pelirosa.

— Mejor me voy. — Anunció saliendo por la puerta.

— ¡Espera! — Exclamó yendo detrás de él.

Jeonghan y Jisoo se miraron entre sí, seguramente pensando lo mismo.

— ¿Qué fue eso? — Cuestionó el alfa.

— Es una larga historia, por ahora, yo diría que sigamos pensando en un nombre, para niña.

— Tienes razón, pero, mi cerebro esta seco. — Dijo señalándose la cabeza.

— Sabes, estuve pensando, mientras tú estabas con Seungcheol, y se me ocurrió que tal vez, podríamos ponerle el nombre de mi madre. — Sugirió el pelinegro.

— ¿El de tú madre? — Jisoo se sentó nuevamente a su lado. — Me parece una excelente idea.

— ¿En serio lo crees así? Me alegra, porque yo en verdad, amo mucho a mi mamá. Aunque no la he visto en bastante tiempo, se que a ella le encantaría que su primer nieta tenga su nombre. — Murmuró algo  melancólico. — Su nombre es Haneul.

— Que bonito nombre. — Le dijo acariciando su cabello. — Sabes, si aún conservas su dirección, podemos ir a visitarla cuando tú quieras.

— En verdad la extraño. — Dijo en voz baja.

— ¿Sabes qué? Vamos hoy, tengo el dia libre. — Anunció.

— N-No, seguramente estés muy ocupado. — Negó Jeonghan con la mirada baja.

— No es así, te acabo de decir que tengo el día libre.

— Pero... — Suspiró. — La extraño, si. Pero tengo miedo, se que no respondía mis cartas porque no estaba en casa, pero de todas formas, ¿Qué tal si al enterarse de lo que hice, se enfada conmigo? No quiero eso, no quiero enfrentarla.

— Jeonghan. — Lo tomó del mentón para que lo mirara a los ojos. — A veces la mejor manera de huir de nuestros miedos, es enfrentarlos.

— Lo que dices no tiene sentido.

— Lo sé, pero sonó bien. Así que se queda así. — Dijo soltándole la barbilla.

El pelinegro rió fuertemente.

Era increíble que hace unos segundos, estaba a punto de derramar lágrimas, y ahora se estaba riendo, todo por causa de Jisoo.

Inconscientemente se llevo su mano derecha a su marca, en el cuello, del lado izquierdo.

Aún no estaba del todo curada, pero ya no dolía tanto.

Se alegraba de tener a alguien como Jisoo en su vida y no se arrepentía en ningún momento de haber hecho lo que hizo.

Ya que si no se hubiera vendido por internet en un intento desesperado por sacar a su familia de la miseria, no estaría donde estaba en esos momentos, no habría conocido al hombre que se convirtió en su alfa.

Y el padre de sus hijos, por supuesto.

— ¿En qué estás pensando? — Cuestionó Jisoo curioso.

— En la suerte que tengo de tenerte conmigo. — Contesto sin rodeos.

El alfa se sintió un poco apenado por esa respuesta, al punto en que sintió como la sangre se le acumulaba en las mejillas.

— Que romántico estás hoy, Jeonghan. — Murmuró tocándose la nuca.

— Debe ser el embarazo.

— Si, seguramente.

El pelinegro, tomó a Jisoo de la nuca y acortó la distancia entre ellos, con un tierno y lento beso, mientras susurraba entre el, un te amo.










(...)

Ya se dieron a conocer los nombres, gracias a las que participaron<3

Omega. ➳ Jihan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora