Capítulo 18

2.1K 86 4
                                    

- ¿No era que no querías nada conmigo? - pregunté ya que ayer no me quería ni cinco centímetros cerca de él.

- Eso aún sigue vigente. - contestó serio - No me interesa en lo absoluto tenerte cerca. - afirmó. - Pero son demasiadas preguntas las de la guía.

- Ay qué lindo. - dije con voz enternecida y acaricié su mejilla - Me estás diciendo que me necesitas. - inmediatamente frunció el ceño.

- ¡No claro que no! - dijo casi en un grito - ¡Yo nunca dije eso!

- ¡Kaaaaaaaaa Karrrr Karoll! - era Michael quien venía corriendo hacia donde estábamos Ruggero y yo. Llegó y me tomó rápidamente de la muñeca para alejarnos un poco.

- Dame tu auto. - dijo en tono de súplica.

- Oh si claro. - dije sarcásticamente - No te preocupes por mí, yo tengo un árbol de autos en el patio de mi casa junto al árbol de dinero. - le sonreí y rodó los ojos.

- Sólo será por hoy. - pasó con desespero su mano por su cabello - Te lo regreso mañana.

- ¿Pero por qué no traes el tuyo? - le pregunté.

- Mi hermano lo necesitaba porque el suyo no andaba bien. - aún no lograba entender su desesperación.

- Pero...

- Basta de peros - me interrumpió- Tengo una importante cena con Valentina y no puedo pasar por ella en taxi. - solté una carcajada.

- ¿Importante cena? - pregunté entre risas mientras me seguía mirando suplicantemente - Espera... - le dije y volteé hacia donde aún seguía Ruggero con cara de háblame y te rompo la boca de un golpe. - Pasquarelli - grité para que volteara hacia mí. - ¿En qué vienes?

- En mi auto. - respondió sin entender.

- Tienes suerte. - le dije riendo mientras sacaba las llaves de mi bolsa y se las entregué.

- Gracias. - repitió cinco veces antes de besar mi mejilla y salir corriendo nuevamente.

- Michael se llevó mi auto. - le informé - ¿Me llevas? - pregunté sonriente.

- No queda de otra. - contestó de mala gana y comenzó a caminar. Cerré mi casillero y caminé detrás de él hasta que lo alcancé.

- Karol - me habló Valentina que caminaba hacia nosotros, le di una dura sonrisa sin dejar de caminar como lo había hecho ella - ¿Has visto a Mike? - preguntó tímida.

- Estacionamiento. - contesté sin ponerle mucha atención.

- Así que no tienes amigas. - preguntó mientras caminábamos por el estacionamiento hacia su auto.

- No las necesito. - contesté segura.

- Según lo que veo Michael es el único que tiene "acceso" a ti, ¿cierto?

- Si... - contesté y reí - ¿Y desde cuándo te interesa saber de mí?

- Simple curiosidad, la forma en la que trataste a esa chica me confirma que eres la persona más engreída que conozco. - solté una carcajada.

- Mira que coincidencia, tú eres la persona más engreída que conozco... - dije pero me arrepentí - No... Candelaria lo es. - reí - Tú eres el más antipático y amargado que conozco. - sonreí hipócritamente.

- ¿Por qué no me dejaste platicar con tus hermanos? - le pregunté cuando íbamos en el auto.

- No me interesa que se relacionen contigo. - contestó fríamente - Así que no te les acerques mucho. - dijo mientras comenzaba a estacionarse.

Entramos a la casa y todo parecía tranquilo hasta que de pronto un morenito bajó corriendo las escaleras, traía a la pequeña Mariana en su espalda y estos eran perseguidos por Pablo.

- Dan te he dicho que no corras en las escaleras y menos si traes a Mariana. - le dijo acercándose a él para tomar a la pequeña en sus brazos.

- ¡Mira Ruggero! - dijo Mariana con suma emoción mientras le mostraba un papel con una princesa en uno de los lados.

- Gracias Dan. - se dirigió al chico previamente regañado.

- No es nada. - sonrió antes de salir por la puerta.

- ¡Mira! - repitió la niña - ¿Puedo ir? ¿Me dejas ir? ¡Por favor! - decía con una voz que si se estuviera dirigiéndose a mí, hubiera sido imposible decirle no.

- A ver, ¿qué es? - la bajó y tomó el papel para leerlo. Me mataba la curiosidad que causaba tanta emoción en la pequeña. Me acerqué y por encima del hombro de Ruggero leí el papel rosa que tenía en sus manos. Era una invitación a una fiesta de cumpleaños.

- ¡Ay qué lindo! - dije con emoción - ¿Qué lindo vestido usarás? - le pregunté sin siquiera esperar la respuesta de Ruggero.

- Hey Hey Hey. - dijo tranquilizándonos a ambas, ya que Mariana saltaba de la emoción - Aún no he dicho que sí. - contestó serio, lo que no entendía era, ¿por qué el autorizaba o denegaba la salida de la pequeña? ¿Y sus padres?

- Por favor Rugge - dijo la pequeña con sus hermosos ojos color cafés.

- Oh vamos Ruggero déjala. - agregué y Pablo solo se limitaba a reír - Ayúdanos Pablo. - le dije riendo.

- ¿Me darás pastel? - preguntó el pequeño a su hermana.

- Si. - contestó sonriente.

- Déjala ir Ruggero - se unió. Después de nuestros insistentes "Déjala ir" y miradas de cachorros abandonados, Ruggero accedió a que la pequeña fuera a su primera fiesta sola.

- ¿Y qué te pondrás? - Ruggero rodó los ojos.

- Tiene seis años Karol, no es superficial como tú. - se sentó en uno de los sillones de la sala

- No importa que tenga seis años, es una niña y a todas les gusta verse lindas. - le contesté y regresé mi mirada a la pequeña.

-Yo no tengo vestidos lindos como los tuyos - dijo mientras tocaba mi vestido, volteé indignada con Ruggero.

- ¿No tienes vestidos? - pregunté para asegurarme de haber escuchado bien, y la pequeña asintió con la cabeza.

- Si tienes Mariana. - le contestó Ruggero - Hace poco vi tu closet.

- No me quedan más. - dijo elevando los hombros.

- ¿No tiene vestidos? - susurré matando con la mirada a Ruggero - Trae tus zapatos. - le dije con una sonrisa a la pequeña.

- ¿Para qué? - preguntó sin entender.

- Iremos de compras. - le dije y una enorme sonrisa apareció en su exquisito rostro.

-Hey hey hey. - se puso de pie Ruggero.

- Sólo chicas. - lo señalé - Y no me importa que no quieras. - Mariana subió corriendo las escaleras - Es una niña Ruggero, y no tiene vestidos. - le reclamé.

- Si los tiene. - contestó - Sólo que no sabía que le gustaban tanto.

- ¿Si sabías que tienes una HER MA NA? - separé en silabas - ¿Si notas el cambio en la última silaba? HER MA NA. - volví a repetir. - No hermano, es HER MA NA.






















Voten y comenten mucho ✨

Instagram: ruggarolsevirelli

Me, myself & I (Ruggarol) TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora