Capítulo 5

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Una de las cosas en común entre Michael y yo, era nuestra incalculable competitividad. Por obvios motivos esto no era nada bueno.

- ¿Y vendrás al juego esta noche? - me preguntó Michael mientras nos dirigíamos a la salida del edificio.

- Claro tengo que venir a apoyar a... - rayos, ya no tenía a nadie a quién apoyar.

- ¿A..? - preguntó conteniendo la risa.

- A nadie... - respondí resignada - Por ahora. - completé.

- Así que no vendrás... - soltó una pequeña risa.

- Nunca dije eso. - sonreí - Puede que se ponga divertido - mordí mi labio inferior con malicia.

- Sabes... Tu definición de "divertido" no me agrada en lo absoluto.

- Ay Michael es que tú eres un amargado - le dije haciéndolo reír - Consíguete una novia cariño - le dije abrazándolo y soltó una carcajada.

- ¿Una novia? - volteó a verme ya que aún lo abrazaba - Eso no sería problema si no me las asustaras - me tomó del cuello.

- ¿Asustarlas? - pregunté inocente.

- Sí, tú y tus estúpidas "pruebas" - rodó los ojos - Que yo más bien creo que son celos.

- No - alargué riendo - No son pruebas, solo son algunas preguntas.

- Si claro - dijo sarcástico - ¿Por qué no mejor haces un casting, las entrevistas a todas y me quedo con la que tú elijas? -  obviamente el sarcasmo seguía.

- ¿Sabes? No sería mala idea.

- Oh por favor Karol - me interrumpió.

- Era broma - le sonreí haciéndolo soltar una carcajada. - ¿Y quién está entre tus planes? - le pregunté mientras nos sentábamos en una de las bancas de campus, solo volteó a verme y negó con la cabeza - Vamos Michael dime... - le pedí.

- No te lo diré - sonrió.

- Eso quiere decir que si hay alguien - subí rápidamente mis cejas.

- No pierdas tu tiempo.

- Oh Michael... Vamos dime - de verdad quería saber quién era la que había atraído la atención de mi amigo - Te prometo que no me entrometeré. - lo miraba suplicante y éste solo reía - A menos que se trate de Candelaria o sus clones, ahí si me entrometería.

Los "clones" son las dos chicas que siguen a Candelaria a todas partes, la verdad ni siquiera sus nombres sé, pero no me importa en lo más mínimo. Las llamo "clones" por su notoria ausencia de personalidad, y la gran capacidad de adaptación hacia Candelaria.

Candelaria viene de rosa, ellas vienen de un rosa oscuro. Ella de celeste, los clones de azul marino. Patético.

- No te preocupes, jamás saldría con ellas. - afirmó - Pero de todos modos no te diré quién es - sonrió.

- Pues no me digas, no me importa - me puse de pie y tomé mi bolsa para así comenzar a caminar hacia mi auto.

- No te enojes - me tomó por la cintura evitando que caminara.

- No estoy enojada - en realidad no lo estaba, para mí era imposible enojarme con Michael.

- Oh si lo estás - me abrazó y acomodó su cabeza en mi hombro - Eres una celosa - rió en mi oído.

- Y tú eres un tonto - lo empujé.

- Hey escucha... - dijo mientras con su dedo índice señalaba su oído.

Se escuchaba un fuerte motor, giré mi mirada hacia dónde provenía el fuerte sonido.

- Así que no solo es el atuendo, en realidad conduce una motocicleta - sonreí - ¿Cuál es su nombre? - pregunté.

- Ruggero Pasquarelli - me respondió.

- Lindo nombre - en cuestión de segundos pasó a alta velocidad frente a nosotros.

- Pierdes tu tiempo - canturreó Michael en mi oído.

- Ya lo veremos - canté igual abriendo la puerta de mi auto. Michael cerró la puerta y esperó a que bajara el vidrio.

- La conocerás esta noche. - se acercó y besó mi mejilla.

- ¿Qué? - pregunté sorprendida.

- Esta noche la conocerás. - repitió.

- ¿Cómo? ¿Irá al partido? - era más que obvio, pero mi estupefacción evitaba mi buen razonamiento.

- Sí... - se dio la media vuelta sin dejar de caminar - Conmigo.

- Date por muerto Ronda - le grité - Tienes una "cita" y no me cuentas nada - volteó y como siempre solo me gritó "Te amo".

Encendí el auto, aún incrédula. Se suponía que los mejores amigos se cuentan todo. Él sabe todo de mí; y él ni siquiera me había dicho que saldrá con alguien. - Estúpido, cree que todo se soluciona con un "te amo" - dije molesta mientras conducía hacia casa.

Estaba recostada en mi cama, cuando el celular comenzó a vibrar. Miré la pantalla. Michael.

- ¿Qué quieres? - contesté.

- Hey. - alargó - ¿Así es como tratas a tu mejor amigo?

- ¿Mejor amigo? - pregunté y el rió - Si claro. - agregué con sarcasmo - Ahora entiendes por qué no tengo amigas.

- Amor no seas dramática. - volvió a reír.

- No soy dramática. - le contesté seria, no estaba molesta pero lo que le decía era la verdad - Yo confío en ti ciegamente y tu ni siquiera me cuentas que vas a salir con alguien.

- Si te lo dije, algo tarde pero te lo dije.

- Púdrete Michael. - colgué.

Me puse de pie y dejé caer el celular en la cama, para después caminar hacia el baño y abrir la regadera. Eran las seis de la tarde, seguramente no iría al partido. No iba a ir de mal tercio con Michael y su próxima "noviecita" y no podía llamar a nadie más, ya que mi objetivo es Ruggero Pasquarelli.
Regresé a la cama para esperar a que la temperatura del agua se templara. Tomé mi celular y justo en ese momento llegó un mensaje. "Te llamaré, si me cuelgas iré a tu casa". Como me conocía Michael.

- No fastidies. - le dije seria.

No te conté por lo mismo, si no te agrada simplemente la espantas. Y no quiero eso, realmente me importa y no quiero que te entrometas. - igual hablaba serio.

Discúlpame por preocuparme por ti y alejar a las estúpidas de ti. - contesté herida. En realidad yo solo había "espantado" a dos, y había fuertes motivos para hacerlo. - Y despreocúpate, que no me entrometo más en tu vida. - colgué.













Holii, re tarde lo sé!!!
Bai lxs quiero 💖

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Me, myself & I (Ruggarol) TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora