- Es un idiota - pensé molesta. Ahora sí que lo estaba.
Flashback (Escena retrospectiva; hace referencia a un tiempo pasado).
- ¿Estás saliendo con Michael y también con él? - le pregunté amenazantemente a Fernanda, aunque era obvia la respuesta. Ya que fuera del centro comercial intercambiaba saliva con un tipo que no era precisamente Mike.
- Yo... Eh... Karol - su nerviosismo la delataba.
- Eres una basura - le dije con asco - Michael te quiere como no tienes idea y tú le haces esto.
- Cállate, eres la menos indicada para hablar - se armó de valor - Muchas cosas se dicen sobre ti. - me acerqué peligrosamente. Ahora las ganas de arrancarle cabello por cabello eran innumerables. - Muchos dicen verte visto pasar por su cama - ella sabía bien que era más que falso.
- Di, escucha y habla lo que quieras - la señalé con mi dedo índice - Pero si te acercas a Michael va a ser para comentarle lo sucedido con ese idiota - moví mi cabeza para indicar al tipo que intimidado, esperaba a un lado. - Sino yo misma me encargo de ti. - la miré fijamente - Sabes que no estoy jugando.
Fin Flashback
- Yo no soy la que está tirando quince años de amistad a la basura. - dije segura mientras caminaba de regreso al baño.
Dejé caer mi ropa en el piso de la ya húmeda habitación, para poder entrar a la regadera. Dejé que las gotas de agua se llevaran cualquier rastro de sudor y estrés de mi cuerpo. Estuve dentro por un buen rato. Hasta que creí que ya era hora de salir.
Rodeé mi cuerpo con una toalla blanca para después anudar una en mi cabello; así lograr que se secara rápidamente. Abrí el closet, pero giré mi mirada hacia el reloj que se encontraba en la mesa de noche. Las siete y diez. Aún tenía veinte minutos para llegar al partido.- No necesito a Michael, no necesito a nadie - pensé orgullosa.
Volví mi mirada hacia el closet y saqué la camiseta del equipo. Era de un color azul marino con un par de líneas blancas. La giré para ver el gran numero 17 "L. Ferro"
- Creo que no podrá usarla más - musité en mi interior al mismo tiempo que dejaba caer esta al piso.
Tomé una musculosa blanca junto a un short de jean. Me cubrí con una campera deportiva negra, y de zapatillas, también usé deportivas. Negras. Ya vestida, acomodé mi cabello, lo dejé suelto dejando libres las no muy marcadas ondas en este. El maquillaje como siempre, ligero. Solo que agregué un poco mas de delineador negro. Rize mis pestañas y para la boca, usé labial rojo. Miré el reloj, siete veinticinco. Wow, tiempo récord.
Tomé mi bolso y bajé con ligeros brincos las escaleras, llegué a la cocina y les avisé a las de limpieza que saldría. De todos modos les dejarían un recado - como siempre - a mi madre para avisarle que salí.Ahora si tomé las llaves de mi auto y salí por la puerta principal. Caminé hacia afuera y me encontré con Michael recargado en su auto. Miraba hacia el piso. Ignoré su presencia y caminé hacia mi auto, que se encontraba hacia el lado contrario.
- Lo siento - escuché detrás de mí, mientras abría la puerta de mi auto - No quise decir eso - mi estómago se estrujó al escucharlo. Era la persona que más apreciaba en el mundo. Era la persona que me hacía sentir querida, apreciada. La única. Y que él me hablara de ese modo me había herido enormemente.
- Pero lo hiciste. - volteé a verlo - Sabes lo importante que eres para mí y lo mucho que me duele que TU me digas algo así - no iba a derramar una sola lágrima.
- En serio Karol discúlpame. Es que ella en realidad me importa - su mirada me lo confirmaba.
- Y ya te lo dije, despreocúpate que yo en tu vida nunca más me meto... - subí al auto y cerré la puerta. Fugazmente lo encendí y partí.
Nunca me había molestado de este modo con él, como todos los "amigos" habíamos tenido discusiones. Pero nunca al grado de hacerme llorar.
Llegué al estacionamiento del campo donde sería el partido. Moví el retrovisor para poder verme, saqué el maquillaje de mi bolso, siendo más específica, el delineador. Lo coloqué en mis ojos ya que se había corrido un poco. Quería desaparecer todo rastro de lágrimas. Ya lista, suspiré profundamente y bajé del auto.
Caminaba hacia la entrada, la fuerte música de la banda se escuchaba al igual que la mezcla de gritos. Entré y estaba completamente lleno. Seguro estaba por comenzar.Miré hacia las gradas para lograr encontrar algún lugar, hasta que vi a un montón de chicos que me hacían señas y me llamaban. Los amigos de Michael. Reí y subí las escaleras para llegar hacia donde estaban ellos.
- Sevilla, ¿y Michael? - me preguntó Jorge mientras se movían para hacerme un lugar.
- No lo sé - contesté como si nada.
- ¿Iba a salir con la chica nueva, no? - le dijo Gastón, un simpático castaño ojos color verdes.
- Ah cierto - pareció recordar Jorge.
- ¿Hey y tu camiseta del equipo? - preguntó el otro castaño tirando levemente del hombro de mi sudadera.
- Lucas no fastidies - le dijo Gastón. Yo solo reí.
- Ya no la quiero - reí - Tal vez se la regale a Candelaria - todos soltaron una carcajada.
El partido estaba por comenzar. Las porristas lideradas por Candelaria, iniciaron con sus cantos de apoyo. Y en cuestión de minutos todo el equipo salió corriendo a la cancha.
- ¿Nuevo número? - pregunté - ¿Quién es el treinta y tres? - desde hace tres meses no me había perdido ni un solo juego y no recuerdo un treinta y tres.
- Es Pasquarelli, recién entró al equipo - me informó Jorge.
- ¿Pasquarelli? - pregunté.
- Si... Ruggero Pasquarelli - confirmó - El tipo rudo ese - soltó una carcajada.
-Ah...
- Dicen que es muy buen jugador, que puede desbancar a... A Lionel - dijo algo inseguro de mencionar su nombre, solo reí.
- Ojalá y lo logre - dirigí mi mirada hacia el campo donde todos estaban tomando sus posiciones.
Todos permanecían en "silencio" ya que esperaban el inicio del partido, cuando se escuchó un chillante grito "¡Vamos Lio!" solté una carcajada y puse mis manos alrededor de mi boca para formar un altavoz con esta y gritar lo más fuerte que pude ¡Sáquenlo!'
Las fuertes carcajadas no se hicieron esperar yo solo me volteé fingiendo estar hablando con Jorge ya que todos voltearon hacia nosotros, mientras que los cuatro intentábamos resistirnos las carcajadas. Regresé mi mirada hacia la cancha y logré ver la fulminante mirada de Lionel, era más que obvio que se daría cuenta de quien había sido. De todos modos me da lo mismo.
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Me, myself & I (Ruggarol) TERMINADA.
FanficLa envidia de cualquiera de su mismo sexo, y el deseo del masculino. Excepto uno... Por una apuesta para recuperar a su ex, se terminaría fijando en quién muy pronto sería alguien más importante para ella, pero... ¿Qué pasaría si lo pierde? ¿Qué pas...