Me, myself & I (Ruggarol) TERMINADA.

Capítulo 44 [5/5]

Mi estómago se retorció al ver a lo lejos a Ruggero recargado en mi casillero. Me estaba esperando.
Caminé a través del pasillo ignorando por completo las miradas de todos.
- Wow. - dijo volteando a verme - Tú si que eres extremista - me miró de pies a cabeza - O muy arreglada o...
- No termines la oración, ¿Si? - lo interrumpí - No está bien que le digas a una chica que no lo luce linda. - acomodé un poco mi cabello
- No pensaba decir eso - sonrió de lado desconcentrándome por completo - De hecho... Me gustas más así - ¿Era mi  imaginación o estaba sonrojado? Esperen... "Me gusta más". Sutilmente me había dicho que le gustaba.
- ¿Te gusta esto? - estiré un poco mi blusa verde al igual que los desgastados pantalones de mezclilla.
- No. - insisto, ¡A este chico yo no lo comprendo! Se acercó a mí - Me gustas tú - susurró en mi oído antes de salir caminando por el pasillo.

¿Qué? ¿De verdad me había dicho eso? ¡Lo admitió! ¡Me dijo que le gustaba!

Había un total descontrol en mi interior. Ruggero "Aléjate de mí porque soy el más malo del mundo" me había dicho que le gustaba.
Entré a clases aún desconcertada por lo que Ruggero me había dicho.
Me senté en el lugar de siempre.

Ruggero's POV
¿Por qué? ¿Por qué se lo dije? ¡No debí habérselo dicho! Me reclamé a mí mismo por haberle dicho a Karol que me gustaba. Me esforcé, me esforcé por alejarla de mí y evitar que esto pasara. Pero simplemente no lo logré.
Llegué a la cafetería, estaba llena, se escuchaban las carcajadas del "grupo" de Candelaria y Lionel, donde anteriormente estaba Karol. Parecía que la habían desterrado de la "zona popular", ya que ahora estaba sentada en una de las últimas mesas. Ella era el vivo significado de la soledad.

¡Ruggero! - era la voz de Christian. Sentí que me tomaba por el hombro, despegué mi mirada de Karol quien jugaba desanimadamente con su comida.
- ¿Qué pasa? - pregunté girándome hacia él.
- Habla con ella... Convéncela. - dijo en tono de súplica y yo no lograba entender.
- Explícate. - dije cortante.
- Karol - volteó a verla - ¡Me canceló! - dijo con desespero - ¡No te rías! - ahora la histeria se unía a la desesperación, me golpeó el brazo.
- No creo que pueda hacerla cambiar de opinión - dije tratando de no reír
- Mierda, ya me había emocionado - chasqueó la lengua
- Así es la vida - lo palmeé fuertemente en la espalda.
- No. - dijo frunciendo el ceño - Así es ella. Se cree que es...
- Hey - lo interrumpí - Mucho cuidado con lo que dices - lo señalé, y con la mirada le dejé claro que si se atrevía a decir algo sobre ella, no la contaría
- Y tú... ¿Por qué la defiendes tanto? - me enfrentó. De verdad no sabía lo que estaba haciendo.
- Qué te importa. - le contesté de mala gana. ¡Maldición, ahora la defendía! ¡Estás mal Ruggero, mal!

Pedí una botella de agua y una lata de refresco. Una vez con ambos en mis manos me debatía entre ir o no ir.

Karol's POV
Una botella de agua apareció frente a mí, por lo que levanté mi mirada.
- Hola - dije desganada.
- ¿Estás bien? - preguntó Ruggero haciendo hacia atrás una silla para poder sentarse. "No. No estoy bien. Me siento... Mal, por estar jugando contigo."
- Si, estoy bien. - forcé una sonrisa
- No parece. - dio un trago a la lata de refresco - Si es porque querías salir con Christian, hazlo. - dijo mirando hacia abajo - Yo no soy nadie para impedírtelo.
- No es eso - dije riendo - De verdad estoy bien
- Entonces, ¿No querías salir con Christian? - no le iba a decir "No. Sólo lo hice para matarte de celos".
- No era algo que me alegrara, pero tampoco que me molestara - contesté como si nada
- Entonces... - mordió su labio inferior con nerviosismo - Entonces, ¿Tienes libre este viernes? - sonreí incrédula
- ¡Ruggero Pasquarelli! ¿Me estás invitando a salir? - pregunté abriendo mis ojos a tope al igual que mi boca
- Algo así - rodó los ojos
- Pues si, estoy libre - apoyé los codos en la mesa y mi cabeza en mis nudillos.

Tomó nuevamente la lata y bebió de ésta.

- Y bien... - dije expectante
- ¿Y bien qué? - preguntó sin entender
- Invítame bien Rugge - dejé caer mis brazos en la mesa y ladeé mi cabeza
- No me compliques las cosas - frunció el ceño y negó con la cabeza
- Recuerda que no es fácil invitarme a salir - sonreí victoriosa.
- Lo fue para Christian... - levanté mi ceja izquierda. Tomé mi bolsa, el bote de agua, y me puse de pie. Se paró rápidamente - No - se arrepintió de lo que había dicho - ¿Te gustaría salir este viernes conmigo? - cerró los ojos, parecía que pronunciar esas palabras le quemaban la lengua. Dos segundos después, volvió a abrirlos.
- Me encantaría - di un beso en su mejilla para después caminar hacia la puerta de la cafetería

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