Capítulo Nueve

728 30 2
                                    

Después de esa increíble y romántica experiencia en el auto, Taeyeon no pudo evitar invitar a la morena a su casa. Pasaron una estupenda velada, que incluyó el contenido de la cajita que había ordenado Fany: dos porciones de creme brulee, el cual fue esparcido en el cuerpo de cada una y devorado por la otra en el acto. Se dieron un baño muy sensual para quitarse el dulce y se durmieron en medio de besos y caricias. Al llegar el amanecer, Taeyeon tenía a Fany en sus brazos, durmiendo plácidamente en su hombro derecho. Hacia un pequeño ronroneo que le pareció adorable. La besó en la frente y dejó que siguiera durmiendo.

Habían sido dos días excelentes teniendo a Jessica en casa. Salimos a comprar víveres al centro comercial. Ya andaba con facilidad, pero yo no quería que corriera ningún riesgo adicional así que, al llegar, insistí en llevarla en silla de ruedas
- Cariño, no es necesario, mis piernas funcionan perfectamente
- Amor, te aseguro que lo es. Prometiste que ibas a dejarte cuidar...
- Está bien, tú eres la doctora - contestó resignada. Llegamos al supermercado y compramos muchas frutas y verduras, incluidas algunas cosas verdes que en mi vida había probado. Vamos, que casi toda mi vida de estudiante había vivido a base de comida chatarra, y la comida saludable y yo no nos llevábamos bien
- ¿Qué es eso?
- Eso se llama acelga. Toma un manojo, se hace un rica ensalada con ella, además se puede usar para sopas
- ¿Y esto otro? - pregunté sintiendo el peculiar aroma de los tallos y hojas. Jessica sonrió de oreja a oreja
- Amor, es imposible que no reconozcas las espinacas
- Mi amor, pero yo nunca he comido de estas cosas. ¿Y esta otra cosa verde que parece lechuga?
Es otro tipo de lechuga Yul
- ¿Hay más de un tipo de lechuga? Pero esta no es verde - exclamé sorprendida
- Cariño, tú solo toma las bolsas - dijo riendo con mucha gracia
- Te ves hermosa así, riendo
- Tú siempre me ves hermosa - tomé su altura y la besé delicadamente en los labios
- Eso es completamente cierto, porque siempre estas hermosa, pero riendo resplandeces - le dije acariciando su cabello
- Te amo Yul
- Yo también cariño. Tengo una idea
- ¿Qué?
- Tú solo déjate arrastrar - dije tomando la silla y la carretilla de las compras, dirigiéndola hasta el departamento de juguetes. Compramos varios juegos de mesa, íbamos a necesitarlos. Ninguna de las dos había jugado la mitad de ellos, pero ese era el punto. Nos distrajimos especialmente con uno: Jenga. Yo lo había jugado un par de veces y se puede volver extremadamente adictivo, aunque a mí rubia al principio no le hacían mucha gracia un montón de bloquecitos de madera apilados, pero después de ganarme en dos ocasiones, pareció encantarle. Estábamos por la quinta ronda de la tarde, por haber ganado, le tocaba sacar el primer bloque. Sacó uno de los de la base, uno de los que le daba el cimiento a la estructura. Ya me veía echando la pila de bloques hacia abajo. Sonrió maquiavélicamente, se había vuelto extremadamente competitiva - Así que está será tu estrategia, ¿eh? - dije sacando una pieza estratégica
- Resistirse es inútil - dijo imitándome
- Esta vez no voy a ser yo quien deje caer la torre - contesté sacando otra pieza
- No estés tan segura - respondió sacando una pieza de mayor dificultad
- ¿Amor?
- Dime cariño
- Me encanta compartir este tiempo contigo
- A mí también mi vida. No hemos tenido mucho tiempo para conocernos, me encantaría conocerte un poco más
- Espero que no salgas corriendo cuando lo logres - dije tomándola de la mano
- Hasta el momento, me encanta lo que he visto - acercamos nuestros rostros y nos besamos muy tiernamente, con pequeños toques de nuestros labios - Y lo que he visto es que eres hermosa, tierna, apasionada, protectora y una pésima jugadora de Jenga - sonrió de oreja a oreja y yo hice lo mismo
- No estés tan segura. Guardo algunas sorpresas por ahí - respondí sacando otra pieza
- Ya veremos, ya veremos - contestó sacando una pieza y haciendo caer la torre completa en medio de un escandaloso grito. Me reí con muchas ganas mientras Jessica hacía un puchero de disgusto. Ya era algo tarde, comencé a recoger las piezas del piso y las guardé en su recipiente. Mi niña bostezó un poco - ¿Estas cansada?
- Sí, hay que dormir porque mañana es lunes y tienes que despertarte temprano. Voy a arreglarte tu ropa cariño - dijo levantándose del asiento. La detuve suavemente tomándola por el brazo y sentándola en mi regazo
- No tienes que hacer eso, estás recuperándote amor - dije pasando mis manos por su cintura
- Cariño, arreglar tu ropa no va a matarme. Quiero hacerlo
- En serio mi vida, no tienes que hacerlo, porque no voy al hospital mañana
- ¿No tienes que ir? ¿Es feriado o algo así?
- No amor. Renuncié
- ¡¿Qué hiciste qué?! - exclamó alarmada
- Cariño, tu herida...
- Pero, pero, pero... Mi amor ¿Por qué hiciste eso? - dijo tomando mi rostro con sus manos
- Necesitaba cuidarte y no quisieron darme permiso para ausentarme, ni siquiera sin sueldo, por eso renuncié
- Mi cielo, eso es muy romántico, pero creo que no estabas pensando. ¿De qué vamos a vivir?
- Tengo unos cuantos ahorros con los que podemos sobrevivir por unos meses mientras busco otro empleo. Tengo muy buenas referencias de muchos de mis profesores, no será tan difícil
- Cariño, yo creo que no te sientes muy bien ¿Tienes fiebre o algo? - dijo buscándola en mis rostro con sus manos - Eso es una locura
- Es que tú me tienes loca
- Mi amor - dijo pasando sus manos por mi cuello, abrazándome - te adoro Yuri, no tenías que hacer eso, no tenías que - negaba sollozando
- Cariño, no llores, no llores mi amor. Era necesario, no iba a dejarte sola aquí. Tengo que cuidarte - dije acariciando su espalda - Eres mi mujer - la besé tiernamente en los labios - deja de llorar, detesto verte triste. Además, necesitamos tiempo para nosotras. Déjame tenerte para mi sola por unos meses, podemos viajar, compartir mucho más tiempo juntas. El trabajo vendrá después - pequeñas lágrimas ya hacían asomo en su rostro. El corazón se me rompió mientras las limpiaba con mis dedos - Confía en mí - me miró con el rostro preocupado por unos segundos y luego me besó en la mejilla
- Confío en ti
- ¿No te alegra tenerme aquí todo el día solo para ti? - dije en tono de broma
- Como crees que no va a alegrarme... me encanta la idea - respondió recostando su cabeza en mi hombro izquierdo
- Me va a fascinar estar aquí contigo, quizás no volvamos a tener un momento asi en nuestras vidas
- ¿Por qué dices eso?
Porque cuando encuentre trabajo y tú estés sola en casa, luego vendrán los hijos, pues... no creo que tengamos mucho tiempo para nosotras - respondí medio en broma medio en serio. Rio de buena gana
- ¿Quieres tener hijos? - dijo encarándome con una expresión divertida
- Pues antes no quería, pero hoy los veo hasta lindos. Tú me has hecho querer esas cosas
- ¿En serio? - dijo casi suspirando. Le dije que si moviendo mi cabeza de arriba hacia abajo. Se apretó mucho más hacia mí, adoro cuando hace eso - Yo siempre quise tener hijos, pero no sabía por cuanto tiempo iba a estar en lo que hacía así que nunca lo pensé posible. Me encantaría que tuviéramos un hijo o hija juntas...
- A mí también... - respondí acunándola entre mis brazos. Bostecé sonoramente - Tenemos que ir a dormir, las dos estamos cansadas
- De acuerdo - dijo sosteniéndose de mi cuello. La levanté fácilmente, había perdido mucho peso. Subí con ella las escaleras hacia la que antes era mi habitación, que ahora se había convertido en nuestra habitación. La senté en la cama y me puse una de mis pijamas de Bob Esponja. Ella ya estaba vestida con una blusa y unos shorts, lista para dormir. Cuando me coloqué a su lado, pasé mi brazo por sus hombros y dejé que usara mi brazo izquierdo como almohada
- ¿Estás cómoda así?
- Mucho - dijo volviendo a bostezar - Buenas noches, guapa - nos dimos un pequeño beso de "buenas noches"
- Buenas noches, bonita. Descansa - respondí besando su cabeza. Al poco rato, ella roncaba dulcemente y yo no podía parar de mirarla con una sonrisa boba en los labios, finalmente el agotamiento me venció y me uní a Jessica en el país de los sueños, no sin antes robar otro beso de sus labios.

{YulSic} RoxanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora