Capítulo Trece

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Me escondí rápidamente detrás de la puerta del baño y marqué el número. Sonó una vez antes de que una angelical voz sonara a través del auricular:

- Hola mi amor – a veces esa mujer me lee la mente

- Hola cariño, ¿Cómo estás?

- Extrañándote mucho, creo que sincronizamos nuestros pensamientos. Taeyeon ha salido ahora mismo justo antes de que llamaras

- Me alegro. No sé cómo fue que accedimos a esto. Tiffany no me pierde de vista ni un segundo

- Mi vida, pronto estaremos juntitas para siempre. ¿No te parece romántico hacernos desear un poco?

- Si amor, claro que es romántico, pero es que te extraño demasiado y esto de no hablarnos lo considero muy extremo. Llevamos casi cuatro meses viviendo juntas, no sé en qué momento de locura acepté todo este embrollo – para entrar en mayor detalles, a Fany, quien lógicamente es mi madrina de bodas, se le ocurrió la brillante idea de separarnos dos días antes de la boda para hacerlo más especial y para evadir la mala suerte, según ella. Yo me quedaría en su apartamento y Taeyeon iría al mío para "vigilar" a Jessica. Cada vez me convenzo de que fue una pésima idea

- Cariño, si te vi ayer por la mañana

- Es que no quiero separarme nunca de ti. Me estoy volviendo loca, Sica. Quiero tu piel, tus besos

- Yo también, pero los tendrás mañana mi amor y para entonces ya seré tu esposa. No estés ansiosa mi vida, mejor dime ¿Ya has decidido cómo vas a peinarte?

- La verdad, no. Entre que no te he visto y mañana, no he pensado en eso. Solo por esta vez, dejaré que Fany tomé esa decisión por mí

- ¿Sabes que he escuchado esta mañana?

- ¿Qué amor? – mi rubia se rio suavemente

- Taeyeon tuvo una conversación telefónica con Fany... de tipo erótica – dijo un poco más bajito. Reprimí una sonora carcajada para evitar ser descubierta

- Creo que también escuché algo de eso. Tiffany gemía demasiado... pensé que se sentía enferma o cansada...

- De tanto sexo telefónico quizás... - mi novia volvió a reírse. Era una risa encantadora. Puedo imaginármela ahora mismo sentada en nuestro sillón, sonriendo ampliamente mientras sostiene el teléfono inalámbrico junto a su oreja. La misma sonrisa que me brindó esa mañana hace apenas un par de semanas.

Después del trago amargo de su secuestro, del reconocimiento policial y del hospital, donde tuvieron que darle un par de puntos en el cuero cabelludo donde había sido golpeada, y de brindar sus declaraciones a los oficiales del caso, Jessica volvió a casa a la mañana siguiente. Por supuesto que no pude descansar hasta ayudarle a darse un baño, prepararle algo saludable para comer y meternos en la cama. Yo también estaba exhausta. La envolví en mis brazos y ella se apretó instintivamente a mí. Nos quedamos dormidas sin decir nada.

Desperté al día siguiente con la sensación de unas cálidas manos metidas en mi blusa acariciando mis senos. Jessica me miraba con deseos y yo no tuve más remedio que responder. Hasta hace un poco más de un día, no podía pensar que un momento así podría volver a repetirse y, en su momento, eso me llenó de una angustia inimaginable, pero solo ella puede borrar el sufrimiento que viví durante esas interminables horas. Me quité la blusa y la atraje hacia mí, para luego colocarme encima de ella. Colocó sus manos en mi cuello y yo la tomé por la cintura besándola con mucha pasión. Sentir nuestras lenguas enredándose siempre era algo glorioso. La desvestí por completo y ella hizo lo suyo con mi pijama. Coloqué mi pierna izquierda en medio de las suyas. Mi hermosa mujer ya estaba mojando exquisitamente. La apreté fuertemente contra mi cuerpo al tiempo que nuestros sexos, senos y lenguas disfrutaban de un delicioso roce. La tomé firmemente por su trasero y ambas gemimos en el momento en el que el contacto de nuestros centros se volvió más intenso. Mi cabeza estaba apoyada en su frente y mi respiración entrecortada chocaba con la suya. Nuestras caderas chocaban constantemente debido al vaivén y yo sentía que en cualquier momento podía sucumbir a ese cuerpo divino que yacía debajo de mí. Hundí mi cara en su cuello y atrapé el lóbulo de su oreja izquierda entre mis dientes

{YulSic} RoxanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora