Capítulo Cinco

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Como un suspiro acabó el sábado. Una noche muy loca en lo que respectaba a Fany. Había pasado una excelente velada con Taeyeon. Un muy buen sexo en mucho tiempo. La vida célibe no le sentaba en absoluto. Se despertó elevando los brazos y estirándose a sus anchas. Pero por algún motivo que desconocía, estaba sola en su cama. No había ni rastro de la rubia por ninguna parte. Lo lamentó mucho, en verdad se la había pasado muy bien. Por lo menos hubiese deseado tocarla una vez más por la mañana. Se levantó, se vistió con una camiseta y shorts, se amarró el cabello y se dirigió a la cocina. En el refrigerador había una nota pegada con un imán en forma de hamburguesa. "La pasé sensacional Tiffany, tenemos que repetirlo, llámame. Taeyeon" dejándole su número de teléfono y corazones por todas partes.

- Fue espectacular, pero no cuentes con eso preciosa – dijo besando la nota, para luego arrugarla y botarla a la basura. Se sirvió una taza de café y sorbió un poco de la bebida – Creo que es hora de ver "Xena" todo el día – dijo echándose en el sofá y encendiendo la televisión.

A pesar de no estar junto a mi rubia, me pasé todo el domingo enviándole mensajes por Live.

- "Buenos días, hermosa Jessica"

- "Buenos días, sexy doctora. ¿Quién va a prepararte el desayuno hoy, eh?" – me ofendí un poco por el comentario. No había pensado en estar con alguien más desde que la conocí

- "¿No dejaste alguno de tus ricos croissants guardado en algún lugar que yo no sepa?" – le pregunté con una cara triste – "Porqué me temo que no estarás tú para preparármelo y tendré que vivir para siempre a base de cereal con leche" – escribí agregándole muchos smileys lloricas

- "Jajajajaja. Me lo puedo imaginar, aunque si yo te preparo el desayuno todos los días vivirías solo a base de sándwiches toda tu vida"

- "Puedo acostumbrarme" – le respondí enviándole muchos corazones, a los que respondió con un lindo conejito blanco con las mejillas sonrosadas. Así pasamos todo el día, contándonos anécdotas, chistes y haciendo uno que otro comentario insinuante y sexy

- "¿Sabes que nadie me ha hecho el sexo oral como tú?" – me confesó repentinamente. Me mordí los labios imaginándome de nuevo su sabor, ella podía sacar mi pervertido ser a flote

- "No es que ninguna chica se haya quejado, ¿eh? Necesitaría tenerte aquí todo el día para poder saciarme de ti" – le escribí confesándole lo que había en mi corazón y en mi cabeza. Me envió muchos corazones y besos virtuales – "¿Puedo canjear esos besos la próxima vez que nos veamos?"

- "Tal vez..." – escribió, imagino que de una manera coqueta. Me subí a la terraza de mi habitación al atardecer. Le tomé una foto y se la envié inmediatamente – "Miré al cielo y tenía el color de tu cabello". Me respondió rápidamente con una foto suya de perfil derecho, con el rostro bajo y el pelo echado al lado derecho

- "¿Cómo sabes que usé el atardecer como inspiración para mi cabello? Eres demasiado observadora" – se veía demasiado bella en esa foto. Al momento de irme a la cama, pude volver a sentir ese olor a flores silvestres y miel que desprende su cuerpo. Había quedado maravillosamente impregnado en las sábanas

- "¿Sabes cómo embotellar tu aroma? Si lo vendiéramos, sería un éxito rotundo"

- "Jajajaja. Yul, empezaré a creer que estas obsesionada conmigo" – Si, era eso. Pero no una obsesión enfermiza, sino un permanente deseo de estar a su lado. De tenerla junto a mi

- "Tengo que dormir ya, buenas noches princesa"

- "Buenas noches, doctora de mi corazón" – Sonreí como boba por el comentario, arropándome con la misma sábana que había sido testigo de nuestros encuentros. De esos excitantes arrebatos de pasión. Otra vez está ahí su olor a mujer hermosa. Te extraño rubia. Creo que me he enamorado de ti.

{YulSic} RoxanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora