¿Arreglado?

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Ya era por la mañana y todo el mundo se estaban despidiendo de Quinn, Puck y Beth.

- Que tengáis un buen viaje.- Les dije.

- Y su coche comenzó a arrancar.-

Sam se acercó a mí.

- ¿Estás bien? Ayer te noté mal.- Me susurro.
¿De verdad me lo estaba diciendo? ¿Me esta vacilando? ¿Lo tiene todo planeado o qué?
Ya no aguanté más decidí pasar completamente de él, así que me aparte.

- Yo he de irme a la escuela.- Dijo Kurt.

- Voy contigo.- Necesitaba salir de ahí y encontrar a Logran.

Nos fuimos hasta la escuela juntos pero luego Kurt se separo de mí ya que tenía clase y yo estuve como media hora esperando a Logan. Y cuándo lo vi fui corriendo hacía él.

- ¡Logan! ¡Espera!- Dije.

- He de irme.

- Lo siento, por lo de ayer. Lo pague contigo, y lo siento porque es con el que menos lo debería pagar.

- Pero lo hiciste.

- Lo sé, lo siento. No era mi intención.- Dije apenada.

- _____ creo que necesitas hablar. Y voy a estar contigo. Así que si quieres cuándo salga podemos ir a mi casa y hablamos más tranquilamente. Así que pon una sonrisa en esa cara.

Las horas fueron pasando. Fui a dar una vuelta hasta que me canse y estuve esperando a Logan en la escuela.

- ¿Me esperabas?-

- Madre mía tardas un montón.-

- Perdón. ¿Vamos?-

- Vamos.-

Cogimos el coche y Logan condujo hasta su casa. Cuándo al fin llegamos, ambos nos bajamos del coche.

- Bienvenida a mi humilde morada.- Me dijo cuándo nos adentramos a su casa.

- Me gusta.

- Sí, esta bien.- Una pequeña pausa hubo entre nosotros.- ¿Quieres hablar?

- Mejor dicho quiero pedir perdón.- Agache la cabeza. Pero el me la levantó y nuestras miradas coincidieron.

- No tienes que pedir perdón. Fue mi culpa haber insistido tanto.

- No. No es tu culpa Logan.

- ¿Quieres hablar de lo que pasó y desahogarte?

- Sam se va a casar.

- ¿Te sigue gustando, verdad?

- No sé. Pero me molesta que haga cómo si lo nuestro no fuese verdad.

- Te entiendo.

- Porque no lo olvidas.

- Sí. Puede que este exagerando las cosas. Al fin al cabo han pasado años, cada uno ha de hacer su vida.

- No te tienes preocupar lo tendrás como un amigo.

- Lo sé. Pero ya no es cuestión de que sea mi amigo.

- ¿Entonces?

- Ya me imaginó sola y con gatos.- Reímos.

- La mujer de los gatos te llamaremos. Suena bien.

- Eeee!!!- Dije indignada y dándole un golpe en el brazo. Y riendo me.

- No te tienes que preocupar por ello. Eres muy guapa, cualquier quisiera estar contigo. Eres una chica estupenda. Y tan solo te conozco de poco.

- Gracias.- Le dije sonriendo, bueno él consiguió que sonriera.

El destino nos unió (Sam Evans y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora