El destino nos unió (Sam Evans y tú)

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Narra Sam

_____ estaba muy rara y ni entendía porque. Supongo que no había ido bien la cita.
Decidí levantarme del sofá y me fui directa a la habitación de _____. Pique a la puerta para que me diera señales para pasar.

- ¿Quién es?-

- Soy Sam.-

- Claro. Tenía que venir el más indicado.- No entendía su carácter. Me molestaba que estuviese enfadada conmigo, no le he hecho nada. Literalmente.- Pasa.-

- ¿Porque ese mal humor conmigo?-

Narra _____

- Supongo que por nada. Perdón.- Mentí. Pero es que me he dado cuenta que no podía decirle la razón de mi enfado. Así que tuve que guardar mirada orgullo y ser bipolar.

- No importa. Tan solo no quiero que estés molesta conmigo. Te aprecio mucho _____.- Espera. ¿En serio ha dicho eso? Por favor que alguien le saque de mi habitación. ¿Tanto me aprecia que me dejo de hablar así porque sí, y se presenta como si nada delante de mis narices?

- Sam.

- Dime.

- ¿Te puedes ir por favor?- Intenté sonar lo más maja posible para que no notara mi cabreo.

No entiendo como puedo seguir estar enamorada de este chico. Con el tiempo que ha pasado... Los amores especiales nunca se olvidan, supongo.

Salí de mi cuarto y me encontré con todos que estaban cenando así que me senté en la mesa y comencé a comer y ha hablar con los demás.

- Nosotros nos iremos mañana por la mañana.- Dijo Quinn.

- ¿Porque? Nos acabamos de juntar todos.- Dije chocada

- Eso no significa que no vendremos más.- Dijo Puck convencido de sus palabras.

- ¿Quien sabe? Os fuiste y no volvisteis. Y puede ocurrir de nuevo.-

- _____. Debemos irnos la niña tiene que ir al colegio. Y gracias a ti eso no pasará. Volveremos más a menudo, y tendrías que estar orgullosa de ello porque realmente es gracias a ti.-

- Gracias Puck.

- Yo no me quiero ir.- Dijo la pequeña Beth. Y Quinn la cogió en sus brazos y la sentó en sus piernas.

- Volveremos pequeña.- Dijo Quinn.

- Entonces creo que puedo dar la noticia.- Dijo Sam levantándose de la mesa.

- ¿Que noticia?- Preguntó Mercedes.

- Quiero aprovechar para decirlo mientras estéis todos. ¿Lo digo?- Dijo mirando a su novia. Y ella asintió.

- Dispara.- Dijo Mike.

- Llevamos bastante tiempo juntos Rachel y yo. Y le quiero mucho. Por eso le propuse matrimonio. Y ella me dijo que sí. Así que nos casaremos.- Estaba de piedra y sin palabras. Todo el mundo les estaban felicitando y a mi se me caían las lágrimas, y precisamente de la emoción no era.

- Espero que seáis feliceis. Me alegro mucho por vosotros. He de irme a dormir que he quedado mañana con Logran.- Aún no entiendo como no me ha crecido la nariz.

Cuando me encontré en mi habitación, me tumbe en la cama y comencé a llorar sin mas. Me duele que actúe como si nada, como si no le importa se nuestra relación.
Mi móvil sonaba pero me era imposible cogerlo, estaba muy deprimida. Pero note que el móvil no paraba de sonar así que llegó un cierto punto que me cansé y lo cogí de mala gana.

- ¿Quién?- Dije de mal humor.

- Te llamo más tarde si estás ocupada.-

- ¿Y ahora notas si estoy ocupada o no? No has pensado que si no te cogía el móvil es porque estaba ocupada.-

- Perdón. Ya hablaremos.- Colgó.

Fui una estúpida lo pague con la persona menos indicada. Trate de llamarle pero ahora el que no contestaba a las llamadas era él.