Está historia se basa después de que todos los chicos del coro se graduarán y cada uno tomará su camino.
Quieres saber lo que sucede cuándo el destino vuelve a unir a una pareja?
Y quieres saber lo que ha pasado con el resto de los integrantes y qu...
Estaba lloviendo un montón ni siquiera notaba mis lágrimas de tanta lluvia. Estaba apoyada en un fotomatón sin parar de llorar. No sabía que hacer con mi vida. Le podía dar mil recuerdos más. La máquina empezó a funcionar sola. Salieron fotos, y decidí cogerlas cuando vi que eran palabras.
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"_____ no llores
si lloras me muero
porque te quiero
te quiero desde el primer día"
Abrí la cortina y ahí me encontré con Sam con una libreta en la mano. No pude evitar seguir llorando. Y sí, lo abracé.
- Vamos a casa- Propuso.
- Porque veniste aquí, cómo sabías que iba a venir.
- Porque eras mi novia. Y eres la persona que amo.
- ¿Que tiene que ver?- Dije dudosa
- Mucho. Es mucho tiempo fijándome en ti, si cada respiración cada movimiento me los sé- Me hizo enrojecer.
Al fin llegamos a casa y me metí en la ducha para no coger ningún resfriado. Kurt, Rachel y Santana estaban durmiendo. Salí de la ducha y me vestí.
- Duchate si quieres.- Dije.
- No pasa nada. Ahora voy al hotel.
- Te vas a resfriar duchate aquí y con la que esta callendo mejor que te quedes aquí.
- ¿No te importa?
- No.
Sam se fue a la ducha. Estaba bastante tiempo pensado mientras él estaba en la ducha. Una sonrisa salió de mi rostro por una idea que tuve. Entre en el baño, cerré la puerta. El espejo estaba con húmedas y decidí de responderle.
- ¿Hola? ¿_____? ¿Eres tú?
No contesté. Notaba que se estaba envolviendo con la toalla y que abría la cortina y empezó a leer "Yo también te quiero" en el espejo. Se giró me miró y me sonrió. Ambos nos fuimos acercándonos. Nuestras respiraciones chocaban y nos empezamos a unir nuestros labios, iban compenetrados parecían una pieza de puzzle. Mis labios necesitaban sus labios y se podía sentir que sus labios necesitaban los mios. Poco a poco fuimos saliendo del lavabo y entramos a mi habitación. Dejé caer su toalla, él me besaba con pasión, me besaba el cuello mientras me desabrochaba la camiseta y el sujetador. Empezó a besar mis pechos yo no pude evitar gemir. Fue quitando mis pantalones. Sus manos deslizaban sobre mis muslos. Me comenzaba a dar besos por la frente, la nariz, el mentón, mis pechos y mi barriga y comenzó a bajar mis bragas y tocó mi feminidad y comenzó hacer círculos en ellas con sus dedos yo gemía sin parar. Después comenzó a besarme de nuevo el cuello y mis labios, su miembro chocaba con mi feminidad. Luego decidí subirme encima de él.
- Me toca.- Dije entre respiraciones.
Comencé a besarle sin parar, hasta que llegue a su miembro y decidí tocar y tocar y depositar besos. Él gemía. Sentía sus gemidos. Y sin darme cuenta acabe de bajo él. Y nuevamente comenzó a besar mis pechos y succionar mis pezones. Me besaba sin parar, sus manos volvían a mi feminidad, quitó su mano para adentrar su miembro. Gritaba sin parar. No paraba de gemir, él lo hacia cada vez más rápido. Metía, sacaba, metía, sacaba, metía, sacaba sin parar. Cada vez era más fuerte y mas salvaje, me encantaba. Sam sacó su miembro en mí y se recostó a mi lado.
- Te amo.- Le susurré.
- ¿Eso que significa?
- Que te amo y que no me quiero separar de ti nunca.
