Obsession (Harry Styles)

Capitulo 8: "Un mismo juego"

Abrí mis ojos, y mis labios solo sentían un humo que luego se borró en el aire. Aun mi cerebro no se activa para pensar qué estaba haciendo, esto se siente patético. Tenía mis labios extendidos hacia delante para sentir la boca de Harry, y jamás la sentí.

-¿Harry?—Pregunté y nadie contestó. Miré vergonzosamente a toda la habitación. Luego me acosté y me cubrí con las sábanas, aún sintiéndome patética.

*

Estaba desnuda, o eso sentí. Me volví en L, y no estaba desnuda, pero mi habitación estaba en pleno resplandor, quizás era un poco tarde y la mañana se había pasado. Miré el reloj de la cómoda, aún era temprano para un desayuno tranquilo y sin apuros.

No había nadie en casa, no había nadie literal. No recibí respuestas a los llamados que hice en gritos; me pellizqué fuerte para saber que no estaba en ensueños, y que era real, me dolió, lo cuál significa que estoy en la realidad de mis días.

Quedaba café en la cafetera, ese líquido oscuro esperaba a ser tragado por mí, mientras disfrutaba el decimoséptimo capítulo que mi amiga y contrincante, Juliet, había trazado con tinta.

Presté atención en el quinto párrafo, de la página 142…

<Esperé nerviosa los labios de él, y jamás sentí su boca sobre la mía. Gracias a mi orgullo y mi Luna en Capricornio, supe que era un juego de él, y entonces no esperé nunca su boca, cuando en realidad sí, y en realidad me afectaba no haberla tocado, y en realidad estaba enojada con él, y conmigo, por mi vergüenza>

No podía ni destrozar otro bocadillo más en mi boca, esta se quedó abierta. Entonces es un juego de él, hacerte creer que puede controlar tus emociones y puede hacerte sentir idiota.

“Juro no enloquecer, ni demostrar emociones, frente a él” escribí en una servilleta, que luego guarde en un bolsillo de mi cómodo y floreado short.

Terminé el desayuno y con ayuda de mi estómago, porque no tenía ganas de seguir masticando después de leer eso. Ya llegaba el final del libro, lo que me adelantaba que quizás nunca lo besó, y por algún motivo, me hacía feliz, o eso creía, ya que sonreía nerviosamente.

                                     ***

Barbara entró por la puerta principal, y se saludó con un beso en cada mejilla.

-Mi amiga, go to Europe—Me dijo con sus aún puestas, gafas de Sol. Ingresaron por seguido, el resto de la familia Sullians, cargada de bolsas. Solté mis manos de los bolsillos del short, y dejé mi postura casual, para ayudar a Olivia con sus bolsas de papel madera, y otras de tiendas céntricas y caras de aquí.

-Lo siento querida, nos fuimos temprano por unas compras, y Marcus me dijo que no te molestemos en despertar. Quizás estabas muy cansada—Dijo realmente lamentándose haberme dejado sola, lo sé.

-Por favor, Olivia no se preocupe. He amanecido hace rato, no fue mucho tiempo—Ella sostuvo una mano en mi hombro, y sonrió. Rápido se fue a ayudar a Marcus con el resto de paquetes y bolsas.