Obsession (Harry Styles)

Capitulo 22: "Entrañable"

 Luego de correr hacia adentro, y ver a través de mi ventana a Harry parado aún en la acera mirando al oeste, Niall se vestía. Me sentía rara, como si necesitara de escuchar un poco de música y relajarme. 

Jamás lograré que mi vida vuelva a la normalidad.

-Adiós—Dijo Niall.

-Espera, te irás cuando te diga. Por tu cuidado—Le dije mirándolo, luego volviendo la vista a Harry. Parecía una estatua.

-¿Es broma?—Me dijo y rió de manera diminuta—Me sé cuidar.

Le lancé una mirada y él se volvió a sentar en mi recamara. 

Luego de segundos, observé a Harry caminar hacia su casa. Suspiré y le dije a Niall que ya podía marcharse.

-Aún no terminó lo nuestro. Volveré por ti—Me dijo y revoleé los ojos.

Baje mi cabeza, me sentí culpable, y cada segundo me pesaba en la nuca, tanto que el dolor era físico y levanté la cabeza, frente a mí un espejo que me dejó ver como lloraba. Atraje de nuevo a mis mocos a la nariz y me recosté, deseando que el Sol no tarde en aparecer.

*

La alarma me retumbó en las cuatro paredes y lancé el reloj lejos hasta que se calle, o se destruya. La ducha me esperaba, como la Universidad.

Me vestí más normal que ayer, y caminé hasta la parada del Bus público. 

Llegué a mi destino, y los grandes y amplios pasillos de la Universidad me recomendaban asignaturas. Todos ya estaban en sus cursos y yo merodeaba para descubrir mi nueva cueva ilegal.

“Señorita! Señorita!” Me gritó una especie de directivo.

-¿Sí?— Lo miré de frente.

-Usted, ¿asiste aquí?—Me vio de pies a cabeza.

-Claro—Le enseñé un carnet que obtuve ayer por astucia mía.

-Oh, de acuerdo. ¿Pero qué buscaba?

-Llegué tarde a mi clase. Ya me dirijo—Le dije y caminé apurada hacia adelante y no me dijo más nada.

Me escondí en donde creí un aula, era el cuarto de limpieza.

Tomé un delantal rojo  y un trapo. Hoy mi oficio ilegal es limpiar.

Descubrí un aula, ciento dieciocho. Me metí y tomé asiento.

Nadie.

Esperé y cogí un lápiz del escritorio del profesor ausente. Luego de minutos comenzaron a entrar estudiantes que me miraban destellados por mi atuendo, me quité el delantal y sonreí. Ingresó un rostro conocido, Cher.