Las correas del tiempo se detuvieron y Harry me sujetó fuerte de la mano. Me trajo hasta un desierto, en sólo segundos.
-¿Estamos en Sahara?—Dije girando sobre mis pies. Era de noche y aún la arena estaba tibia, no hacía frío pero estaba segura de que luego comenzaría el tormento. Harry reía y no entendía por qué.
-¿Qué? ¿De qué te ríes? ¿Qué tengo?—Dije con un tono cabrón.
-Tu preocupación—Rió—Eres tan hermosa—Dijo y mi corazón se hinchó. Cuando dice esos pequeños adjetivos, hace que me enamore más de él.
-¿Estamos en Sahara?—Repito para no hablar del enrojecimiento de mis mejillas. Harry asiente.
-Es mi lugar favorito… aún sigue igual—Dice y mira a todos lados como si hubiese algo.
-¿Y qué tiene que ver con lo que me dijiste?—Le digo mirando a su ceño extraño, no sé qué pasaba por su cabeza.
-Siéntate—Me dice y hago caso—Te explicaré—Dijo y su voz comenzó a hacerse más grave—Desdoblamiento del tiempo… todos tienen un “yo” en el futuro, todo ser vivo tiene uno. Hay una parte del día en el que puedes conectarte con tu “yo”. En la noche, cuando cierras los ojos y repasas tu día… deteniéndote en las situaciones feas… estás a punto de brincar dormida… pero debes entablar tu amistad contigo misma. Entonces antes de adormecerte y que tu alma vuele dejándote en una cama… hablas con tu “yo”… es el único momento del día entero… en el que puedes hacerlo. Sólo le pides que acomode tu futuro… le dices lo que no quieres y le propones que cambie su parte del mundo. Si todos hacen eso… el mundo gira y las personas… viven… felices. No más accidentes, no más asesinatos, no más violaciones de cualquier tipo… es el mundo Ingalls.
-No puedo creerte semejante historia.
-Janis, has creído todo hasta ahora, ¿no crees algo que no viste?—Levanta una ceja, esta tiene peso sobre mí y luego de segundos de revolotear en mi inconsciente, admito.
-Quizás te crea—Dije y revoleo los ojos para no ver su sonrisa satisfecha, aunque sé que está ahí.
-Hay una mala noticia…detrás de todo esto—Él dice y frota su nuca. Toso fuerte para que él continúe, se había perdido pensando algo y me mira—Si vuelven a cambiarse las cosas como Goir quiere… yo no estaré aquí… no para ti.
-Harry… aún no entiendo por qué TÚ debes irte. ¿Recuerdas haberme dicho que ambos pecamos hace miles de años? Si fuimos ambos, ¿por qué sólo te vas tú?
-Pequé con una humana—Dice y sonríe como recordándolo.
-No existe el pecado.
-Existen los errores—Él dice como buscándole un sinónimo.
-No creo en el Dios que me inventas… todos inventan uno. ¿Qué no pueden parar de joder?—Digo exaltada. El sólo hecho de pensar que Harry no estará a mi lado, me vuelve loca.
-Tranquila, criatura. Todo bien tiene su consecuencia.
-Mentira. Deja de hablar tan calmo como si lo estuvieses. No estás calmado.
-¿Qué dices?—Él ríe. Olvidé cuándo fue que se sentó a mi lado.
-¿De verdad estás enamorado de mí?—Se escapan de mi boca las palabras que no quise soltar, no quise decirlas en voz alta.
-¿Estás enamorada?—Dice como sorprendido.
-Harry… no lo sé. Sólo estaba haciéndote una pregunta. No… no estoy enamorada… de nadie—Digo impaciente ya que no responde mi primera pregunta.
-¿De nadie?—Su mirada cambia. ¿Hay dolor en ella? Estoy dándome cuenta de que puedo ver a través de sus ojos.
-De nadie—Vuelvo a decir insegura, ¿de verdad quise decirlo?
Harry se volvió de pie y llevó su largo cabello hasta atrás. Se comportó extraño. Pateaba la arena como si fuera una roca, esta volaba hacia lados contrarios y me volví de pie… deteniéndolo.
-¡¿Qué pasa?!—Él no me miraba.
-Nada, Janis… nada—Se sienta y sigo su mira enojada al Este. Me siento a su lado y espero varios minutos en silencio hasta que la respiración agitada de él… se esfuma.
-¿Eras tú quien me sacó del cuarto donde me sacrificarían?—Él no me mira pero baja la vista y asiente.
-Luego… quisiste… ¿atacarme?—Él me mira, gira su cabeza bruscamente al hacerlo y tomo aire.
-No… claro que no. No te haría daño—Dice y parece no creerme.
-Harry… me estabas acechando y yo escapé de ti—Digo y aclaro mi garganta.
-A veces no tengo el total control de mí. Pero no era yo… puedo asegurarlo. Mis ojos te miran con… —Se detiene y me mira a los ojos, quiero que siga, no sé por qué se detuvo.
-¿Con qué?—Digo al pasado minuto, ¿por qué mierda se detiene?
-Amor—Él afloja sus brazos y mira al suelo, como avergonzado.
-¿Amor?—Quizás eso responda la pregunta que no se dio el lujo de contestar antes.
-Sí, ¡Sí! ¡Amor!—Grita y sus ojos saltan brillosos. ¿Está reteniendo algo en ellos?
-Harry—Suelto y suspiro. Él me mira y deja de hacerlo. Creo que es tan bipolar… siento una especie de asco que él tiene hacía mí.
-Cerré mis ojos y estabas en mi imaginación, contándome todo sobre tu paso por aquí, intentando besarme, siendo tan gentil… pero te alejabas dejándome sola y yo creo que volví a sentir lo de las primeras veces… te amé. Te amé demasiado—Digo y tardo en darme cuenta que mis ojos lagrimeaban.
-¿Me amabas?—Escupe.
-Sí…creo que—Me interrumpe con un beso y siento el familiar sabor de su lengua. Estaba caliente su boca y la mía helada. Sus dientes eran hielo y su lengua fuego, no sé cómo podía ser real. Era como besar la muerte y cobrar vida, aunque nunca viví algo similar. Amarro mis manos en su cuello y llego hasta su cabello, tironeando de este, y siento sus manos tibias y grandes en mi cintura, llevándome hacia él.
Se recuesta en la arena y me tira hacia él, estoy recostada sobre él, subiendo y bajando a causa de su pecho. Besé su cuello y sentí una correntada de pasión que nunca experimenté con otro. Él gimió y comencé a excitarme, sé que él estaba en el mismo trabajo fácil. ¿Por qué sigo creyendo en sus historias? Él es lo más humano que vi, ahora mismo, luce humanamente sexy. Pero la idea de que no es de aquí y que es tan misterioso como el infinito en los números y en el cielo… me atrae, como por ley de gravedad.
-Quiero—Dice él y no entiendo. Doy un apretón en su cuello con mi boca, succionando su piel que huele maravillosamente bien y sabe tan bien, no probé este sabor antes—Quiero… hacerte el amor—Me dice y siento su aire entre cortado y me detengo. Él solloza por mi alejamiento.
-¿Qué?—Dice y lo miro seria, pero una indudable sonrisa está creciendo en mí. Me mira y sonríe grande como una media luna y no puedo amarlo más. Es tan hermoso para mi.
-Quiero hacerte el amor—Replico y parece sorprendido.
-Déjame hacértelo aquí y ahora—Me dice él y comienzo a sentir nervios.
-Harry… no tenemos protección—Digo y él me mira gracioso – ¿Qué?
-No puedo embarazarte—Dice y sonríe, pero su sonrisa se a desvaneciendo—No soy ordinario. Y también eso es triste ¡No puedo embarazarte! –Grita y se vuelve de pie, como si nunca hubiésemos hecho algo y olvida el momento que casi llevamos a cabo.
-¡Harry!—Le grito angustiada y él… comienza a llorar, ¿llorar? Es muy humano.
-Harry… Harry escúcha—Le suplico y me mira. Tomo entre mis manos su rostro y espero a que se encuentre con mis ojos. Al fin puedo ver algo… se me hace extraño y nuevo, algo que no reconozco. ¿Puedo ver su alma?
Observo por fin un nudo cerca del baldío más profundo y la muerte quiere escapar de allí. Algo asustada se esconde su alma y me mira pidiendo auxilio. Sus ojos son dos bolas de cristal.
-Puedo… ver… tu alma—Digo y me alejo y él me mira extraño.
-Imposible—Él dice. Trago saliva procesando lo que acabo de ver.
-Harry—Dice mi voz débil—Estás asustado—Él me mira y asiente con dolor.
-¿Por qué?—Le digo y me toma de la mano.
-Tengo miedo de elegir la opción incorrecta—Me dice y me alejo soltando su mano. Ahora yo tengo miedo.
-¿La opción incorrecta?—Le digo.
-Quiero ser humano—Me dice, y mi corazón tiembla. Mis brazos también tiemblan y me garganta se seca.
-Harry, ¿hay algo mal en eso?—Le digo, esperando que diga que no. Pero sé la respuesta, por más de que duela como mil astillas en un dedo.
-Mucho de mal. No sé cuál será mi castigo—Me dice y lleva las manos a su cabeza y siento que piensa rápido y no podrá decidir con claridad. Me acerco y toco su hombro, se asusta pero me mira y poco a poco se calma. Sus ojos se enternecen—Eres tan preciosa—Me dice y mi corazón brinca y quiero besarlo con fuerza pero me dedico a hablar.
-¿Estás cansado de estar aquí en la tierra?—Le digo y él asiente. No puedo imaginar cuán doloroso puede ser para él vivir siglos en la tierra sin borrar la memoria de cada historia que tuvo, la cabeza debe dolerle y debe recordar un “oh, recuerdo haberme acostado con esa mujer hace cien años” y me pone los pelos de punta, los celos en mí aumentan y no quiero parecer una niña.
-Te envidio, tanto… verte y verte normal. Insulto lo ordinario pero quiero sentirme ordinario—Me dice.
-¿Envidiarme?—Oh dios, estoy más tonta de lo que imaginé ¡Si Janis, dijo envidiarte y sabes porqué!
-Espío tu parto siempre. Te veo nacer y eres hermosa y no puedo contenerme. Sé que eras una beba y quería besarte pero me dabas ternura. Olvidabas tu vida pasada y tu alma renacía como si se reiniciara y la memoria se queda en la historia pasada y comienzas otro libro y yo sólo…. Te envidio. No recuerdas nada, te envidio. No me recuerdas en tus historias donde traté de meterme en ti, en tu piel. Y en cada renacimiento, eres hermosa, tienes los mismos ojos y la misma sonrisa y eso es algo que traes marcado en el alma. Tan peligrosa para mi… en tus anteriores vidas me has rechazado y el alma de Niall revolotea pero en diferentes cuerpos. No olvidaré en septiembre de 1954 cuando él te hizo el amor por primera vez a tus 21 años y yo exploté de rabia, y reventé su mandíbula, para entonces murió y te enviudaste, pediste a gritos que me sacrificaran por llevar estos símbolos en mi piel, pero la noche anterior a que me maten, me declaraste tu amor y resucité… tan comúnmente. Y me esperaste en el mar donde por fin te suicidaste y me dejaste más vacío. Fue el año más triste donde hicimos contacto.
-¿Qué edad tienes?—Solté ante su maravillosa historia de “vida”
-Siempre tengo la misma—Sonríe.
-Harry… ¿siempre estuvimos juntos? ¿en cada vida?
-Como una condena—Él suelta—Una maravillosa e increíble condena.
-¿Cuántos años?—Vuelvo a decir y él ríe.
-Millones. No festejo mi cumpleaños—Dice gracioso y evito reírme pero es imposible.
-¿Cuántas velas necesitarías para eso?—Rió y ríe.
-Quiero… ser ordinario, criatura.
-Harry, ¿qué soy yo realmente?
-El diablo en persona—Dice y sonríe de costado.
-¿Por qué puedo ver el alma de todos? ¿Siempre pude hacerlo?
-Nunca has podido. Tenías habilidades como llamarme en silencio y yo aparecía a tus pies. Pero jamás has podido ver el alma de alguien. Estás reconstruida, y no eres normal.
-Explícame qué tengo que ver yo contigo, por favor—Suplico. Hay tantas preguntas en mi subconsciente y conscientemente.
-¿Quieres saber todo? ¿De principio a… fin? Aún no hay final—Dice recordándose.
-Quiero—Escupo y suspira.
-Bajé como herramienta para que se haga la luz. Él estaba a mi lado y observé como primerizo, todo. Cada momento de mi vida, deja su huella—Señala un símbolo en su piel, un tatuaje—Él hizo la luz. Se arrastraban todos en el suelo y comenzaba a brotar vida en lo verde. Eligió los colores y me maravillé al impacto. Me mostró toda su creación, nunca me dijo su nombre, él no tiene, ni yo… la comunicación era el alma y las señales luminosas, Yuir llamamos a…. como tú conoces, Zayn. Experimentamos todo. Un día me revelé… un día quise salir del cómodo lugar, bajé por enésima vez a la creación de él, siempre la miré de todos lados, costados, arriba y abajo, pero no me acercaba porque era linda la sensación de controlar todo. Comencé a parecerme a las personas que vivían en la tierra, comencé a tener razón y sentimientos. Zayn se inclinaba a lo mismo y él sólo quería ser más puro. Sabíamos que Goir no era autoridad pero teníamos respeto ante su prueba de crear, no existía un amo pero me metí en su juego y bajé. Te vi creando fuego y supe desde entonces que eras tú la que llevaría adelante una generación. Tus ojos estaban escondidos y me viste maravillada. No tenía en realidad un cuerpo o una postura, ni hablaba. Sabía por instinto que era masculino cuando te vi semi-desnuda y tú siempre creíste lo contrario. Sonreíste y no sabía si eso era bueno para mí, no sabía qué era lo bueno, me enseñaste. En un descuido te observé reproduciéndote con otro, aumentando la civilización y sentí un dolor profundo, sentí que mi forma cambiaba y tuve manos, luego pies, luego cabello corriendo por mis ojos, era igual a ti, sólo que con pene—Dijo y siempre busca el lado divertido u obsceno—Y algo extraño me hacía atragantar, llorar… conocí las lágrimas. Eran celos. Y hablé, como si estuviera experimentado. Me miraste asombrada y dijiste que era hermoso. Toque tu piel y supe lo mucho que te anhelaba. Tuve mi primer suspiro y me arrodillé. Miré a todos lados buscando a Zayn, él me miró tras el humo del fuego que los hombres hacían y vi que también tenía ojos, pies, manos, en sí… un cuerpo humano pero no sólido. Los hombres asombrados lo miraron y comenzaron a alabarlo. Sonreían y festejaban, Zayn sentía como yo y vi lo mismo que vi en tu rostro… una sonrisa que en realidad no tenía explicación de cómo se hacía, era un instinto humano. Desde ese entonces, las personas comenzaron a adorar algo, a Zayn, y era similar a la forma masculina, lo creyeron dios desde entonces y con figura humana. Te besé en un desprevenido momento, cuando sentí un impulso extraño… tus labios tenían un sabor apaciguador. Me enamoré y Zayn me quiso correr de ahí. Comenzamos a vivir como humanos sólo que él no era sólido. Él volvió a esfumarse y no lo vi más. Te vi envejecer y me pregunté por qué yo no lo hacía. Al tiempo quisiste cazar y moriste en el intento y me desplomé. Supe cuán enamorado estaba… la sensación de chocar las rodillas contra el suelo y el dolor físico y mental… ya era un humano sobrenatural. Pasaron pocos años y una beba toca mis pies, cuando me escondía de Zayn. Miro como abre los ojos y eran los tuyos, sonreí y besé tus labios pequeños y te cargué en mis brazos. Zayn me vio por fin y se enamoró de tu imagen. Goir tomó su hombro y no los volví a ver, creciste y te volviste de mi edad en un punto intermedio. Me preguntaste porqué crecías en todo sentido y yo no, y te mentí, otro acto de humano. Me besaste y volví a recordarte como la primera vez que bajé. Te abracé y no quise soltarte, lo hice y creciste. Volví a sufrir. Quería volver con Zayn y Goir y no aparecieron. Esperaba volver a reencontrarme contigo, así fue… civilización tras civilización. Zayn regresó y me dijo que me sacaría de aquí y los hombres volvieron a verlo… comparándolo con los dibujos que tribus anteriores hicieron sobre él. Lo llamaron “Creador” y la gente comenzó a tenderse como soberanía sobre el pueblo y castigar en nombre de él… él estaba en desacuerdo. Goir nunca se enfadó ni mostró sentimientos, porque nunca se sintió humano. Se llevó a Zayn y Zayn aún sentía cosas humanas. Creo catástrofes y decisiones inconscientes en personas… poco después… malas. Todos creían en el castigo de Dios, pero la religión se expandió, diciendo que más cosas malas sucederían si no obedecían a una religión. Los sacrificios comenzaron a hacerse más populares y Zayn se sintió culpable. Bajo hasta mí, cuando sostenía tu mano en intermedio. Se sintió como yo, y me engañó. Besó tus labios e hice mi primer movimiento humano de acción, golpearlo. Su cuerpo era sólido, como si tú misma lo hubieses transformado. Se enamoró. Zayn me culpó las vidas siguientes, y tú seguías atada a mí. Recibí el mensaje a través de sombras y más señales. Una maldición. Una marca en cada historia. Seguiría a tu lado y tú te olvidarías de mí y me volverías a encontrar. No regresaría al cómodo lugar y estaría para ti, siendo humano a la vista, pero distinto en el interior, siempre distinto. Dos veces te rehusaste a amarme, cuando apareció en tu camino, un alma humana… un alma pura… la de quién tú conoces, Niall. Te descolocaba de tus pensamientos y ya no sentías fuerza por mí. Me sentí débil, como un humano. Él era como tú, él era para ti. Goir me hacía sufrir, o quizás Zayn, ya que Goir no piensa. Te embarazaste y lloré en cada vez que eso sucedía, yo no podía engendrar nada. Zayn me odiaba. Yo lo odiaba. Éramos tan humanos. Sentía locura, otra señal. Dibujé a Zayn sin rostro en rocas y catástrofes. Inculqué más a que la religión crezca. No volví a verlo en siglos, pero seguías apareciendo en mi vida. Morí y volví a la vida. Ya en siglos más lejanos, me engendraron como bebé y se sorprendieron al verme tan distinto, con símbolos. Pero me amaron, algo que otra familia no hizo conmigo. Mi hermana, me amó. Mi madre también, y mi padre. Al lado de la casa donde me crié, estaban los Sullians y podía esperarte mirando la habitación todas las noches. Un día… conté todo a mis padres de aquí. Me sentí humano pero sabían que no crecería más ni envejecería. Ya era raro ser un bebé, y quedé así como vez. Siempre llevé conmigo los mismos ojos, el mismo rostro. Ellos me entendieron y creyeron. Cuidé a mi hermana de las amenazas mundanas y ella me entregó su amor de hermana. Nunca dejé de querer a los humanos porque siempre confié en ellos. Zayn se apareció siempre sabiendo mi paradero, y para estar cerca de mí, se acercó a Barbara. Él se sentía atraído pero te esperaba a ti, como yo, y mis celos no se controlaban. Obligué a mi familia irse, por su seguridad, sabía que terminarían mal por protegerme pese a mi diferencia, pero yo era quien los protegía. Accedieron y me dejaron solo por dos años. Llegaste tú, te vi bajar un día luminoso y sonreíste tímida. Observé su sensualidad al caminar y me hipnoticé más que la primera vez. Tu rostro era el mismo pero más perfumado de gloria. Podía verte a distancia pero quería intimidarte con binoculares. Tu cuerpo desnudo era el pecado más bonito… perdón… el error—Tose y rio—Tan preciosa y perfecta para mí. Nunca te hice el amor. Nunca pude. Y este amor es más fuerte porque ya conoces todo. Hoy me escuchas y me das permiso. Y Niall… revolotea sobre ti y cometería otro acto humano… matarlo. Zayn bajó a decirme que debías ser sacrificada. Sólo así terminaría. Sólo así volvería a mi cómodo hogar. Y lo pensé y acepté. Supe que crecerías, te embarazarías, y te olvidarías, y volverías y así por siglos hasta que la tierra se destruye y la religión cobra más peso… por mi error de bajar. Pero en el momento que comencé a verte con Niall… sólo te quería para mí. Y quise no dejarte esta vez. Sé que sacrificada y obsequiada a Goir, me esfumaría y no más solides ni cuerpo humano, pero… lo extrañaría. Te extrañaría a ti. Cuánto más me acerqué para asustarte, más me enamoré, y yo quería lograr enamorarte… y que vengas a mí y así cumplir como Zayn me decía. Caí de nuevo en ti y me enamoré profundamente, y tú de mí, lo sabía aunque quería oírlo. Todo se escapó de mi control y Zayn se acercaba a ti. Él desconfiaba de mí, yo también lo hacía, repetía en mi cabeza que esto era para el sacrificio pero me mentía… estaba enamorado. Zayn quiso alejarte de mí y que caigas en él para poder hacer el trabajo. Estudió todo de ti y supo lo de Juliet, una distracción mía… quería confundir a Zayn con que en realidad mi amor y pecado era Juliet y así ella acabó, luego se dio cuenta… se encabronó más. Nunca la amé… sólo ella fue la amante de tu padre en una vida confusa pero no te engendró, entonces no te encontré en ella… pero se enamoró de mi tras mi seducción por conseguirte a ti a través de ella. Zayn confundió papeles… otra vez humanamente, y ella pagó peor. Esa noche que te pedí que seas mi novia, era para que ya no se halle salida, hacerte mía y que Zayn se evapore. Lo vi en la entrada y me enteré de la cita. Él se enfureció al saber que ya eras mi novia y lo traicioné. De hermanos a enemigos. De ayudarme a querer asesinarme. Quiso alejarte pero no dejaste de amarme y me sentí en paz pero con miedo, miedo de verdad de que algo te ocurra. Desconfiaste de él y no llegó a ti. Pero debía hacerle creer que… ya no me interesabas. Procedí a que te secuestre y así te entregue a mi… no querías verme… lo recuerdo, pero sentí tus llamados y me torturé queriendo correr hacia ti pero debía seguir mi plan. Te estoy explicando hasta lo último que viví y tú estuviste para verlo. Sé que escapé contigo… en un descuido perdí el control y sentí que me manipulaba una fuerza abrupta, es por eso que te sentiste acorralada... pero… Janis—Me mira fijo, sus ojos tienen gotas de color esmeralda pero siguen negros—Amor mío… yo jamás te haría daño—Él dice esas palabras tan perfectas y pequeñas que sólo quiero besarlo y no soltarlo.
Estoy procesando toda su historia, y no queda otra opción que creerle… sé que está siendo sincero, por más raro e imposible que suene, sé que no es normal… desde el primer día en que me sentí invadida… no creí que llegara tan pronto la verdad. Pero esto no es una película, un cuento… es real… lo estoy mirando, es hermoso y él es eso que menciona, ¿un ángel? No lo sé, aún no puedo tragar nada.
-¿Eres un ángel?—Digo y me enmudezco. Quiero en realidad saber la respuesta.
-¿Un ángel?—Frunce el ceño y niega. Puedo notar su sonrisa crecer—Un ángel es quien muere feliz y puede evolucionar. Si así quieres llamarlo… sé a qué te refieres.
-Harry… ¿Qué eres?—Me confundo aún más.
-Lo que tú ves… soy. Una maldición—Dice y suspira, pero vuelve a hablar—Soy un pedazo de lo que arriba colgaba. Un pedazo de cada este mundo. Soy el testigo de la creación, pero ahora… una maldición, esa es mi vida, estoy maldito.
-¿Maldito?—Suelto y trato de pensar— ¿Cómo yo?
-No—Niega y sonríe—tú eres la criatura más hermosa. No eres normal… eres una criatura algo humana. Pero… me perteneces, ¿recuerdas?
-Me perteneces—Digo y trato de sonreír. Es demasiado para mí, en tan solo un día, en tan sólo una hora.
-¿Qué ocurre?—Dice al ver mi rostro preocupado.
-Harry… aún yo tengo muchas preguntas. Muchas, alrededor de mil—Suelto y río tensa.
-Contestaré dos—Dice y sonríe pícaro.
-¿Qué tiene que ver el “desdoblamiento del tiempo”?—Anuncio. Él suspira y se acomoda en sus pies, sentado.
-Bueno. Sin duda mí bajada afecto a la progresión. La religión aumentó, y cargos inexistentes crecieron, toman a un líder y viven temerosos. Sabes que algo divino, creo esto, es Goir, es divinidad, es pura divinidad, pero yo sólo me culpo, porque soy algo humano. Mi bajada devastó. Y el desdoblamiento de tiempo es algo que ideé y sé que existe, es el centro de la luz. Conectas con el futuro y cada paso que das… floreces los mejores resultados de algo. Tu cabeza funciona mejor. No puedo quitarles a un Dios… ellos ya están detrás de él… Goir no quiere afecto ni que lo adoren, él no siente ni vive por nadie, es así de brillante como el sol… aún más… no tiene sonrisa pero apuesto que si la tuviera… viviría con ella puesta. El trabajo que quiero que hagas, es que comiences por ti misma… y como una masa de telepatía… todos lo harán. Tienes un poder natural para ello, y la civilización olvidará el temor, caminarán descalzos y sin mirar hacia atrás.
-¿Y qué pasará contigo?—Mis frases cortas, comparadas con las de Harry… avergüenzan, parezco fría.
-Me iré. Sé que cuando lo logres, me evaporaré y Goir me espera… lo sé… jamás me dijo que me quede aquí, sólo lo sentí y tome la forma de inmediato.
-No quiero… es decir… quiero que estés conmigo—Parezco muy egoísta con el mundo en sí.
-Crecerás Janis, y te casarás y olvidarás. Serás común entre ellos, sólo tú conoces tu poder que te hace diferente. Pero no quiero volver a verte con otro, Niall… el alma de él siempre revolotea en tus vidas anteriores. Será que debes estar con él… aunque me pertenezcas.
-No, Harry no. No quiero estar con él. Quiero ser como tú. No me aterra la eternidad. Diablos, ni siquiera pienso en mis estudios, estoy completamente a tus pies y es tan lindo estar así—Suelto… lo que creí que jamás admitiría. Era hora.
-Te cuidaré, te cuidaré siempre. Prométeme que harás eso, prométeme que harás el desdoblamiento.
-Harry—Suspiro y el ilustra su mirada más convincente. Asiento, finalmente.
-Me dueles, criatura. Me dueles mucho—Dice y se acomodan en la esquina de sus ojos, lágrimas.
-¿Por qué me dejaste este tiempo?—Mi segunda pregunta.
-Jamás me aparté de ti. Estuve allí siempre, sólo que a escondidas. Debes seguir sin mí—Él dice, recuerdo haber visto su alma.
-Observé tu alma, Harry—Digo.
-Eso es algo imposible, criatura. No hagas esto más lento.
-No estoy mintiendo.
-¡A mí también me duele joder! ¡No me ilusiones!—Grita y se vuelve de pie. Sus cambios de ánimo… me sofocan.
-¡Harry!—Le grito y me mira.
-¡Deja de buscarme! ¡Ya me conoces, tienes mi dolor, no puedes pedir más!—Grita y me lanzo a él. Besos que lo amortiguan. Besos que lo curan y lo adormecen. Tiro de su cabello y lo beso más salvajemente. Siento que gime y caemos en la arena casi fría. Me coloco encima de él y siento sus tatujes, o mejor dicho símbolos, moverse. Sonrío y beso cuello. Él vuelve a gemir y me detiene. Me mira a los ojos y se inclina para besar despacio mi nariz, besa seguido a mis ojos y acaricia mi cabello.
-No puedo creer que luego de siglos—Él dice pero lo detengo con un beso, y tomo su camisa para tironearlo desde arriba. Su pecho sube y baja, desnudo y lleno de tinta. Con mi pulgar hago círculos en sus hombros, y beso su cuello y sus hombros. Llego a su boca y tironeo del labio inferior. Vuelve a gemir y me toma de las caderas. Él arranca mi blusa y quedo en sostén frente a él. Me mira y sonríe, mira mi cuerpo y me siento avergonzada, por primera vez… siento que nunca he vivido algo así, pero si lo hice. El besa las copas de mi pecho y me abrazo y uno a él. Se deshace de sus vaqueros apretados y comienza a endurecerse su bulto, contra mi abdomen. Gimo y él se vuelve loco, me termina de desnudar y tiro de sus boxers, me mira y se detiene, trata de calmarse. “Lo importante es que me sientas” le digo, sé que se iba a atormentar porque él no puede engendrar a otro humano. Me excita al máximo y quiero consumir de él. Besa mis brazos delgados y susurra contra mi oído “Que hermosa eres” sonrío al sentirme aceptada por él. Lame el lóbulo de mi oreja y lo atraigo más hacia mí. Deseé esto con Harry desde la segunda presentación cercana ante mí, es tan deseable él. Harry respira profundo y veo su tamaño, es demasiado grande, sé que dolerá, pero trato de respirar profundamente. Él es cuidadoso y entra en mí, gimo de dolor y se desespera “¿Estas bien? ¿Sigo?” alcanza a decir y asiento, soporto el pinchazo en mi abdomen, lo soporto. Siento como se estira mi columna y aclaro muchas cosas… entre otras… estoy haciendo el amor con Harry Styles, ¿quién diría que esto me sucedería? Tengo más preguntas pero él respondió dos, sólo dos, hoy. Sale despacio de mí y me besa, siento su respiración contra mi oreja luego, entra y sale con más velocidad que antes. Gime lento y yo gimo su nombre “Eso… por favor, di mi nombre” dice y vuelvo a gemir su nombre y abro los ojos, los suyos están cerrados pero sonríe. Encima de mí, moviéndose, abre los ojos despacio y me mira, sé que tengo un rostro neutral, pero comienzo a sonreír cuando mira atento mis labios. “Te amo, criatura” me dice y yo estiro mis manos llegando a su cuello, se acerca y huele mi cuello, beso sus labios y digo sobre estos “Te amo, Harry”, él está por llegar a mí, siento que un líquido se desplaza dentro de mí, abro los ojos y pienso que eso no es posible si Harry es…
“Lo sé” dice él al ver mi rostro “Pero recuerda que tengo cuerpo de humano” suspira y sale de mí, agitado… su pecho se infla y se desinfla, cierro los ojos y vuelve a murmurar “No importa que me venga a ti, no puedo procrear” dice. Suspiro tranquila, sé que Harry lo desea, pero soy muy menor, en números. Siempre adoré ser madre, sería genial… se me daría estupendo, pero simplemente no puedo a esta edad. Harry abre los ojos mientras lo estoy mirando, gira su rostro y me mira. Sonríe y me contagia esa alegría.
Me abraza y llego hasta mi habitación. Me carga en sus brazos resistentes y duros y me deja en la cama, semi-desnuda. Me mira con atención y gira a ver su casa, a través de la ventana.
-Gracias—Él dice. No puedo creer que esto esté sucediendo. Me hace el amor, o más bien le hago el amor o nos hacemos el amor…y se va… no lo veré más.
Se acerca a besar mis labios y sus ojos cambian a verde intenso y luminoso. Sus símbolos se mueven como serpiente. Las venas brotan en sus brazos y en su cuello, sus manos crecidas y suaves. Me deja y cierro los ojos. Vuelvo a abrirlos y es de día, siento que transcurrieron dos minutos. Tomo una ducha por más que me duela borrar rastros de él de mi piel. Es el final más triste de mi corta historia. Alguien llama a la puerta y sé que es Barbara, coloco mi short y le grito que pase.
-Harry—Ella me dice, como diciendo “debes decirme algunas cosas” y hablé con ella sobre todo. Ella derramó unas lágrimas en el final, sorprendida de que lo hice con Harry… como aún me encuentro yo. Ya sabe que Zayn era un hijo de perra, pero entendió más la historia y no lo culpa, sólo quería rescatar a Harry al principio. Decimos al unísono que el ya no está y yo me encargaré de cumplir lo que Harry me pidió.
Bajo mis hojas de estudio a la sala de estar y leo por arriba. Recuerdo como me sostuvo y entraba en mí. Como se preocupó. Veo a través de la ventana a su familia cortando el césped. Él parece no estar, ¿se habrá esfumado ya?
Marco el teléfono de mi madre, se aproxima Navidad y quiero ir a Australia con ella. Mi vida oficialmente es ordinaria. Nadie más que Bárbara… sabe esto. Mamá contesta al tercer tono.
-¿Hija?—Su voz, la echaba de menos.
-Mamá, ¿cómo estás?—Grito pero me contengo.
-Extrañándote nena. ¿Tú? ¿La universidad?—Me pregunta.
-No me has llamado—Le digo.
-Supuse que te molestaría. Pero te he llamado y nunca me has contestado—Recuerdo que nunca me aparecieron llamadas de ella, era muy extraño. ¿Harry las borró? Comienzo a creer que no quería que tenga contacto con ella.
-Mamá, quiero ir en Navidad—Suelto.
-¡Sí!—Grita— ¿En serio?—Creo que quiere tranquilizarse.
-Sí, de verdad. En dos semanas será y quiero irme antes.
-Boletos para la semana entrante—Ella dice.
-¿Puede ser mañana mismo?—Le digo y no contesta, siento de está el doble de feliz.
-¿Mañana?—Dice con la voz exaltada— ¡Claro que sí! Los encargaré ya mismo. ¿Podrás ordenar tus cosas hoy?
-Sí mamá, sabes que soy rápida. Hablaré con Olivia y Marcus cuando lleguen.
-De acuerdo. Te enviaré un texto de tu horario de partida desde Nueva Orleans.
-Gracias mamá—Digo y creo que ella espera algo más—Te amo—Digo y trato de no llorar, estoy susceptible.
-Te amo, corazón—Dice y suspiro. Cuelgo y subo a empacar mis cosas. Estaré más lejos de Harry. Sé que sabrá que estoy allí, pero… estar más aquí, viendo su casa… me recordará más a él y quiero estar cerca de mamá… perdí valentía.
A las horas, llegan Marcus y Olivia algo exhaustos. Les explico que me iré por Navidad y regresaré a comienzo de año. Ellos no me preguntan nada y aceptan. Están algo mal, creían que pasaría la Navidad con ellos pero… no puedo ahora, no estoy lista para una Navidad sin mamá… o mejor dicho, una Navidad junto a la casa de Harry. Proponen una cena de despedida y llega el texto de mamá. A las nueve de la mañana, me iré de este Estado.
Niall, Louis, Cher llegan en la noche y cenan con nosotros. Miramos una película de terror y me recuesto en el brazo de Barbara y Louis me molesta para que no duerma. Tomo la mano de Louis y Cher me mira algo inquieta, creo que le gusta. Suelto la mano pero Louis me vuelve a tomar. Sonríe hacia mi “Te extrañaré” dice y los ojos de Cher se apartan de mí. “Yo también, amigo” replico y Cher sonríe mirando la película, sé que lo hizo por lo que dije.
Todos están marchándose y Niall me abraza, recuerdo todo lo que Harry me contó. Su alma revolotea cerca de la mía. Correspondo el abrazo y me suelta. Planta un beso tibio sobre mi boca y abro los ojos sorprendida.
“Será un mes sin ti, lo siento” –Dice y lo detengo del brazo.
-¿Sientes algo por mí?—Le digo. Él asiente y sus ojos son rojos. Lo suelto. Sé que a Harry le enfadaría si me estuviese viendo, ojalá lo haga, quiero creer que sigue aquí. Niall se marcha y me dirijo un rato más tarde, a mi habitación.
Mis cosas empacadas y fijo la alarma a las cinco de la mañana, me ducharé y viajaré hasta el Aeropuerto.
En mi última noche aquí, Harry no vino a despedirse. Creo que lo hizo anoche, luego de hacerme suya. Quiero creer que siempre fue virgen. Quiero que creer que sólo lo hizo conmigo.
Cierro los ojos y no me cuesta dormirme.
La alarma me retumba y salto de la cama. Corro a la tina y depilo mis piernas luego. Mis necesidades. Tomo un jean y una blusa y un suéter, el frío aquí aumenta, botas de invierno y tomo mi libro “Obsesión por lo desconocido”… nunca podré despegarlo de mi alma.
Subo al auto, y el chofer me lleva hasta el aeropuerto. Barbara me acompaña, como Teban, Phill, Olivia y Marcus. Qué considerados.
Amarro mi cabello y suspiro contra la ventanilla del carro. Llegamos luego de una hora y espero sentada al número de mi vuelo. Después de meses, regreso a casa, hace dos noche hice el amor luego de años… pero con una persona que SÍ amo. El número de mi vuelo está sonando. Me despido de todos y comienzo a caminar con una valija, el resto ya fue cargado.
Siento un mareo tambaleante. Camino hacia atrás y hacia delante. Siento náuseas y creo que vomitaré sobre el piso pulido. Un cosquilleo en mi estómago, nunca viví eso con aviones, es imposible. He desayunado, no hay motivo. Toco mi vientre y siento una aguda alarma de algo que no conté entre mis deducciones “¿Harry?” digo y espero que no sea lo que creo… escucho en mi mente “¿Qué?” luego de cuarenta y ocho horas, su voz… él ya sabe… no puedo creerlo.FIN… DE LA PRIMERA TEMPORADA.
ESTÁS LEYENDO
Obsession (Harry Styles)
Fiksi PenggemarPrefacio: Crees que todos los desastres y desafíos quedaron en el pasado, que ahora la suerte y la esperanza van de la mano dando un paso hacia delante en tu nuevo futuro, pero un anormal y misterioso destino intenta darle a tu vida un giro de 180º...