Querida leucemia:
-Hola Victoria.
- Adrián, cómo has estado ?
- Atado a una silla de ruedas pero vine a ver a mí amargada favorita.
- Ya me hacía falta que me llamaras así, bobito.
- Bobito? Jajajaja vamos que es eso, tú puedes hacerlo mejor.
- Mmm... Entonces serás Dan.
- Bueno, si a ti te gusta.
- Y, qué te pasa? Porqué esa carita de tristeza?
- Es que... Hay no sé cómo decirte esto.
- Sólo dilo.
- Recaí.
- Ven acá, déjame abrazarte.
En ese momento me sentí seguro entre sus brazos.
- Tengo miedo.
- No tienes de porqué, ya ganaste la batalla una vez.
- Pero, y si ahora me vence ?
- No, eso no pasará.
- Porqué estás tan segura?
- Porque yo estaré aquí para acompañarte en cada paso que des.
- Eres la amargada más dulce que e conocido.
- Jajajaja hay Dan, eso sí, prométeme que de ahora en adelante vas a luchar y pelear en cada batalla para al final poder ganar la guerra.
- Lo haremos juntos día tras día.
- Así será.
- Te quiero mucho amiga.
- Yo más.