Querida leucemia:
Llega el momento en el cual el sendero termina, donde termina el capítulo de una gran historia. Pero quedan las memorias de todas las hermosas experiencias, quedan las sonrisas en los rostros de aquellos que te recuerdan con júbilo. Queda la huella en cada uno de sus corazones de arena.
- Familiares de la Señorita Victoria.
- Sí, somos nosotros. Cómo se encuentra nuestra hija?
- Lamento informarles que Victoria a fallecido.
- Pero cómo puede ser eso posible si todo estaba en perfecto orden! Mi niña nooo!
- Sra, la doctora Torres quiere hablar con ustedes al respecto, por favor pase. Lo lamento mucho...
- Bien...
- Padres de Victoria, tomen asiento por favor.
- Cómo me va a decir que tome asiento cuando mi hija ya no está ! Cuando me acaban de decir que está muerta!!!
- Señores, de eso precisamente quería hablarle.
- A qué se refiere?
- Déjeme explicarle.
Hace unas semanas que nos enteramos que Victoria se sometería a una cirugía. En una de esas noches en la cuales ella no podía conciliar el sueño, me pidió algo. Me dijo que si en algún momento llegaba a fallecer, le entregara éste sobre.
No sé cuál es su contenido, pero por favor vallan a casa tranquilos y léanlo.No pude esperar más, así que le arrebaté el sobre de las manos a la doctora y me senté en el pasillo del hospital. Entonces encontré una carta que decía así:
Querida mamá:
Probablemente cuando estés leyendo esta carta ya no esté aquí, antes de irme quiero que sepas algo muy importante. Cuando supe acerca del transplante sabia que sería un proceso tedioso y doloroso para mí, física y emocionalmente. Así que cuando me daban píldoras para que mi cuerpo se preparara para la cirugía, no las tomaba. Simplemente no quería vivir unos 3 años más o quizá menos, cansada. Cansada de ir a médicos, hospitales y lugares para que salven una vida que hace mucho tiempo se perdió. Lamento haber callado ésto durante todo éste tiempo, pero usted no me dejaba ir, se aferró a mí demasiado. Y se hizo a la idea de que todo sería diferente, pero no. Me ganó el cansancio mamá, me ganó la tristeza de saber que pasa sus días llorando y lamentando no poder darme una vida normal. Sé que espera un chiquitín en su vientre, y no quería que creciera entre nanas, hospitales y centros de cuído. Los amo demasiado como para hacerles eso, papá sabe que ya era momento de marcharme, por eso está tan tranquilo. Mamá, una sola cosa te pido, nunca me olvides. Háblale a mi hermano o hermana, acerca de lo terca que fuí, cuéntale muchas cosas bonitas y deja que viva esa vida que no tuve la dicha de vivir.
Con amor: Victoria.Y con mi corazón hecho pedazos, me levanté del suelo y me fuí a casa.
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