Aventura 2

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- Buenos días princesa.

- Buenos días.

- Princesa lamentablemente hay que regresar al hospital, pero antes quiero llevarte a conocer un lugar muy especial para mí.

- Contigo hasta el fin del mundo.

Nos subimos a la moto y Adrián condujo bosque adentro, donde había una hermosa cascada.

- Y, qué te parece?

- Estás bromeando? Es hermoso!

- Imaginé que te gustaría. Hace unos meses que me dieron la noticia de que tenía leucemia nuevamente, entre la confusión, sensación de impotencia y tristeza decidí saltar cascada abajo. Me sentí libre, vivo e imparable. Por eso este lugar significa tanto para mí.

- Saltemos!

- Estás segura?

- Muy segura.

Corrimos para tomar impulso y así poder saltar. Es una manera de sentirse libre, vivo e imparable.

- Wuuu!

- Somos libres!

Luego de saltar de la cascada, nos sentamos en una roca cerca de la orilla.

- Me alegra que hayas compartido conmigo esta aventura tan especial.

- Siempre había querido tener una aventura como ésta.

- Tenemos que regresar,pero antes necesito comer, muero de hambre.

- Hay Adrián, eso del hambre en tí no me extraña.

Nos subimos a la moto hasta llegar a una cafetería.

- Mesera porfavor!

- Buenas tardes, que desean?

- Comida.

- Disculpe tiene retraso mental.

- Porfavor podría traernos dos malteadas y una papas fritas?

- No hay problema, vuelvo en un momento.

- Eso nada más?

- Oye qué más quieres? Tragarte la cafetería?

- Jajaja...

Reímos durante un largo rato, hicimos y hablamos muchas tonterías, utilizamos las papas como sorbetos y las servilletas con o papel de regalo. De ese momento quedará un recuerdo eterno.

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