Recuerdos

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Querida leucemia:

Una operación,una oportunidad de sobrevivir, una luz al final de este oscuro túnel de la vida. Finalmente hay un donante, compatibilidad y un poco de esa esperanza que se había perdido. Una operación que de alguna manera podría traer un poco de alivio, no sería una persona totalmente normal, el cáncer hizo metástasis, y ya no hay salida. Pero al menos podría disfrutar los pocos años que me restan.

- La operación se llevará a cabo dentro de dos horas.

- No hay prisa.

- Dra, hubo un problema en sala de operaciones.

- Cómo puede ser eso posible González? Tenía una operación muy importante!

- Lo siento, la situación no estaba en mis manos.

- Bueno Victoria, la operación se llevará acabo mañana en la mañana. Descansa.

- Gracias, no se preocupe.
Pasé la noche hablando con mamá y papá de muchas cosas. Tuvimos una conversación como nunca antes, estuvimos viendo películas y reímos por un largo rato, cuando acabó el plazo de visitas tuvieron que irse. Quedé a solas con mis pensamientos. Y me puse a pensar en mí, mi vida y las cosas que hacían que mi vida tuviera sentido. Entonces me di cuenta que nada sería igual, que por más que intentara recuperar el tiempo perdido. Y comprendí que en esta carrera de la vida no había línea de meta, que en este partido no hay tiempo fuera y que este laberinto de la vida no tiene salida. La operación solo resolverá un problema, la falla renal , pero el cáncer, no tiene cura. El cáncer se convierte en tú cárcel, te encierra en la celda de una habitación y te esposa a un suero de por vida. Tus visitas son limitadas, o en ocasiones nulas, es mucho más difícil de lo que las personas piensan. Son experiencias que cambian tú vida. Busqué mis audífonos y celular para escuchar algo de música, y busqué mi mochila bajo la cama. Y encontré una caja, dentro de ella habían muchas fotos, fotos con Adrián. En ese momento lo recordé todo, Adrián, su sonrisa, bromas y como hacía de cualquier día uno especial. Tenía un mezcla de muchas emociones, por una parte estaba feliz de finalmente haber recordado todo, pero me duele que cuando Adrián más me necesitaba no estuve ahí. Entre las cosas que habían en la caja, estaba una nota que decía: " Recuerda, en esta vida no hay nada que no puedas lograr, sólo aquello que tienes miedo a intentar." Y así, con el corazón en pedazos, lágrimas en los ojos y una culpa inmensa me acosté a dormir.

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