Monster » Rubelangel (Nueva Edición)

Capítulo 2: › Un sueño infrecuente y Rubén.

Capítulo 2: › Un sueño infrecuente y Rubén.

- ¡Vamos! puja Rosalina, puja. - se escucha gritos desgarradores en el pequeño salón. Aquella hermosa chica rubia estaba dando a Luz.

- Puedo ver la cabeza. ¡Puedo verla!- la asistente sonrió.

El llanto de un niño recién nacido se hizo escuchar, seguido de aplausos y bienvenidas.

- Es un hermoso varón - dijo la enfermera bienaventuradamente.

- Quiero verlo... Quiero ver a mi pequeño. - la joven se lo tendió en sus manos, el bebé no paraba de llorar. Sus ojos permanecían cerrados y su cara roja por el llanto.

- ¿Cómo se llamará? - preguntó una de las mujeres que se encontraban allí. Rosalina iba a responder, pero antes de que pudiera decir algo, la puerta se abrió dejando ver a un hombre desarrollado, fuerte y en su mirada se podía notar que tenía mucha braveza.

- Señor Héctor, ya ha nacido su hijo.- el hombre quitó su sombrero y lo colocó en su pecho, acercándose al bebé.

-Este es tú benjamín... - se lo enseño con sumo cuidado. El niño había calmado su llanto y abrió sus pequeños ojos lentamente, mostrando un color desemejante. Sus ojos eran tan oscuros como la noche, su pupila cubría el iris y la esclerótica, el pequeño no era un niño 'sano', a todo lo que recabe la palabra. Héctor abre sus ojos con asombro y escupe:

- ¿Qué clase de blasfemia es esto? - estupefacto. Rosalina no sabía cómo alegar, al igual que él estaba sorprendido, ella creía que su bebé iba a ser del todo puro. Sus manos temblaban y sus lágrimas comenzaron a salir.

- Es tu unigénito... - responde débil.

- No quiero un monstruo como hijo. - escupió - Quiero que se deshagan de él - les dio una orden a las enfermeras, las cuales se encontraban pávidas por la situación- ¡AHORA! -gritó.

- ¡No, no! -gritó Rosalina- Nadie ¿me escuchas? Nadie tocará a mi bebé - lo apegó más a su pecho mientras lloraba con amargura - Primero agonizada que entregarlo.-

- Es ese monstruo o yo. - Rosalina apretó sus puños con rencor.

- Escojo sangre de mi sangre, carne de mi carne. Me quedo con mi él. - gruñó harta.

- Esto no se quedará así Rosalina, haz memoria siempre de mis palabras. –

*

- ¿Dónde estabas? - pregunta Lana al ver a Rubén entrar a la sala, sus ojos viajan hasta sus manos ensangrentadas y un chillido de terror sale de sus labios, quien empiezan a temblar, lleva una mano a su boca y lo mira con turbación - ¿Qué fue lo que hiciste? - exige una explicación a la cual Rubén ignora pegándose a la pared con debilidad.

- Lo he visto soñar, conmigo. –

*

El teléfono no paraba de sonar, haciendo eco en toda la sala hasta que la castaña se levantó y lo tomó para oír los sollozos de Miguel.

- Lo han matado Lanita, lo han matado...- repite el chico tras la línea.

- ¿A quién Mangel? - pregunta sin comprender el comportamiento de su amigo.

- A Alex. - y su piel se riza al instante, recuerda las manos de Rubén manchadas de sangre, las huellas del delito y no le sorprendía que su primo lo hiciera ya que no es la primera vez que le quitaba la vida a alguien inocente por simple antojo.