Capítulo 3: › Un Monstruo irritado, un ángel rescatado.

742 132 29
                                    

Capítulo 3: › Un Monstruo irritado, un ángel rescatado.

- Ya es tiempo de marcharnos. - Luzu se levanta y Lana lo sigue de acuerdo.

- Yo me quedaré... - avisa Rubén ojeando por la ventana, Lana frunce su ceño sin comprender por qué Rubén quiere quedarse, aunque su corazón le afirma que Mangel tiene que ver.

- Pero Rubén...-

- Me quedaré solo un rato, Lana. - la castaña no discute, no tiene los ánimos para hacerlo, asiente y emprende a caminar junto a Luzu.

Rubén suspira, - 'por fin solo'- habla en sus adentros buscando con la mirada a Mangel quien está atendiendo en otra mesa a un par de personas.

La campanilla del local que indica que alguien ha llegado suena, mostrando a un hombre realmente gigantesco, fornido y con muchos tatuajes en su piel, en su rostro se miraba que el granduchón no era agradable. Con ruido y mala gana se sentó en una mesa cerca de Rubén, este lo inspecciona con la mirada.

- ¡ Mesero, mesero! - llama el hombre, Mangel se acerca a él rápidamente y saca su libretilla para no tardar tanto en este cliente, puesto su aspecto le ponía los vellos de puntas - Quiero que me traigas dos sándwiches especiales ¿Sabes a lo que me refiero? - el moreno asiente mientras apunta el pedido y el hombre continua ahora con su refresco- Y una Coca-Cola. - Mangel anota y se va directo a la cocina a entregar la orden.

Rubén desde su asiento sigue observando al hombre quien mira a todos a su alrededor con una actitud tan repulsiva que es inevitable no sentir repulsión por él.

El moreno después de un rato llega con el pedio, y por caminar muy rápido sus gafas se mueven de lugar haciendo que quede a punto de caerse y cuando este baja la bandeja para dejar el pedido sus gafas también bajan, cayendo adentro de la bebida, el hombre abre sus ojos como platos y Miguel siente vergüenza y miedo.

- Santo cielos señor, lo siento, lo siento. - trata de sacar sus lentes de la bebida, pero el mastodonte se lo impide tomando de su muñeca y apretándolo fuertemente, tan fuerte que el mismo Miguel no puede soportar el dolor y gime de pánico.

- ¿Qué hiciste maldita basura? - escupe, con su otra mano libre saca las gafas y las deja caer al suelo, con sus botas sólidas empieza a pisotear dejando nada de los anteojos, Miguel tiembla de pavor y todo lo que ve es tan borroso que le causa tanto miedo.

Rubén quien ya harto de la situación, toma el brazo del hombre con una fuerza monstruosa, esto hace que el mastodonte suelte de una vez a Miguel. El castaño en un rápido movimiento lo toma del cuello y lo sacude hacia la pared, el tipo gime agraviado y este se acerca a su cara para hablarle con rudeza.

- No debiste hacer eso. - el hombre le sonríe retándolo y eso hace que Rubén se enfade aún más.

- Eres un marica. - la gota de derramó el vaso de agua, lo impulsa hacia él, para golpearlo nuevamente con la rígida pared haciendo que el hombre gima más fuerte del dolor.

- Repítelo y te mato aquí mismo. - el hombre lo mira sin decir palabra alguna, este escupe en su cara y lo suelta notando como se desliza sin fuerza por la pared hasta caer débil al piso.

Rubén se aleja de inmediato y va donde Miguel quien acaricia sus muñecas adolorido y solo ve un punto fijo en la nada.

- ¿Estás bien? - pregunta teniendo el atrevimiento de tomar sus muñecas y acariciarlas suavemente, Miguel asiente y el resto de las personas mira la escena sorprendidos.

- No logro verte bien. - con cuidado levanta su mano hacia la mejilla del castaño y palpa sobre esta, Rubén siente ese tacto tan cálido- Rubén. - dice y una pequeña sonrisa se escapa de sus labios, Rubén sonríe y sabe que este no puede ver con claridad su sonrisa.

Monster » Rubelangel (Nueva Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora