Capítulo 17: Más que un humano excitado.
6 meses después.
El castaño besaba suavemente los labios de Miguel, saboreando cada parte de su cavidad bucal, colocó ambas manos en la orilla de la camisa que el moreno poseía y la remontó quitándola y lanzándola a algún lado de la habitación, volvieron a retomar el beso mientras que Miguel desabrochó el botón del saco de Rubén y con mucho cuidado se lo quitaba. Ambos caminaron con dificultad hacia la cama donde el moreno se desplomó sentado.
Observó los orbes obscenos de su enamorado y sonrió retraídamente.
- Todo estará bien. - explicó el castaño deshaciéndose de su camiseta.
- Lo sé, sé que no me dañarías, nunca. - y Rubén sonrió.
El moreno se incorporó mejor en la cama y Rubén se embutió en medio de este.
- Yo nunca te dañaría. – expresó mientras acariciaba la mejilla del muchacho para luego besar sus labios nuevamente.
Puso su mano en la nuca de Miguel profundizando el beso, que se empezó a volver un poco fogoso. Rubén empezó a desabrochar los pantalones de Miguel y a quitárselos con mucho cuidado.
No podía contradecir que estaba desesperado por follarlo, pero Miguel era tan fino y como el mismo contó: jamás lo dañaría. Por otra parte, Miguel tenía sospecha, sin embargo, no se arrepintió, sabía que le lastimaría como los mil infiernos, pero él estaba dispuesto a hacerlo porque también sabía que más adelante lo iba a gozar.
Rubén desabrochó su pantalón y lo libró de su cuerpo arrojándolo a un lado del suelo. Ambos volvieron a mirarse a los ojos y sonrieron con torpeza.
Rubén volvió a introducirse entre las piernas de Miguel, para hacer frote con el miembro del moreno. Empezó a moverse lentamente haciendo que Miguel sintiera una mercancía de agitación en todo su organismo.
Ambos miembros se empezaron avivar al sentir ese delicioso cosquilleo y Miguel se arrimó un poco para besar a Rubén, quien atrapó sus labios y lo besó salvajemente, aumentando el movimiento.
Miguel gimió al sentir su miembro dilatarse levemente. Rubén se contuvo y se acomodó aún más entre las piernas del moreno. Logró observar como su bóxer estaba un poco mojado por su pre-simiente, el castaño sonrió con vileza y bajó el bóxer haciendo notar la erección del muchacho y esa sustancia viscosa, Miguel obstruyó sus piernas avergonzado y Rubén esta vez sonrió con cariño ante eso.
- No las cierres, eres tan precioso. - se acercó a este y dio un beso candente en la mejilla del moreno, Rubén tomó las rodillas de Miguel y las apartó volviendo a ver el pene de Migue palpitando en su abdomen, este lo tomó y empezó masturbarlo lentamente. Miguel se agitó en su lugar, sentía ese cosquilleo en su estómago, le estaba gozando mucho.
- ¡Oh. Cielos! - jadeó el moreno clavando sus uñas en la funda de la cama, Rubén sonrió orgulloso, él era el autor de ese excitante gemido.
Rubén empezó a encajar el miembro de Miguel a su boca, saboreándolo como si de una chupeta de sandía se tratase, sorbió y lamió haciendo que el frágil cuerpo de Miguel soltara pequeñas convulsiones de excitación. Rubén lamió desde la punta hasta la base para luego sorber uno de sus escrotos haciendo que Miguel soltara un fino rugido y arqueara sus caderas indicando venirse.
Rubén dejó de absorber esa zona y Miguel soltó un quejido, al castaño no le convenía que Miguel se viniese ahora. Rubén empezó a besar el abdomen de este, Miguel aun sentía vibraciones en todo su cuerpo, abrió sus ojos y acarició la melena castaña de su pareja.
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Monster » Rubelangel (Nueva Edición)
FanficYo, yo ¿Cómo debo sentirme? Si ellos, las entidades me miran a través de la lumbrera. Esa noche, él me ha lastimado, me ha dañado. Él me ha avergonzado. Lucho lo más que p...