GLORY: Parte 2

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Claire era de esas personas que se sentían las más desafortunadas del mundo en cuanto a cómo la vida les proponía una y otra vez situaciones vergonzosas, patéticas y en cierto sentido graciosas, pero patéticas en fin. Una chica más o menos bonita, con aspecto prometedor, pero con un destino de loser. Al menos así se definiría Claire a sí misma. Pero eso no es lo que debía poner en su currículum, aunque se le notaba en la cara, ese no era material para el discurso que se daba en una entrevista de trabajo. 

Tampoco es que este fuera el trabajo de sus sueños, por supuesto que era temporal, pero era lo que había, era lo que estaba allí y no perdía nada más que tiempo que no tenía ocupado más que en hacerse la cabeza con idioteces si probaba con quedar. 

Y así fue. Dio la entrevista, luego fue a la capacitación de una semana, y el mismo sábado siguiente la llamaron. 

Claire Mary Stainer era oficialmente una de las chicas que se tomaba el autobús hacia su primer día de trabajo como auxiliar de limpieza y mantenimiento en el Club de Tenis, Esgrima, Golf y Atletismo de Mountlake (Difundido por su nueva política de márketing como "Club TEGAM", conocido popularmente como "el aserradero de ricachones"). El club en sí contaba con 7 hectáreas y una de ellas conservaba las ruinas de un castillo medieval, lo que hoy se usaba como atracción turística, y además tenía un barrio residencial privado asociado a sus afueras. Era de imaginar el status de gente que concurría, pero había que decir que la pequeña MountLake en verdad no era más que ese club, el barrio residencial, y unos 3 barrios más del mismo tamaño, por más que los habitantes de la clase social que sea intentaran autonombrarse ciudad, eso, eso era un pueblo.

De todas formas esto no importaba a Claire que era oriunda de SaltCity, la siguiente localidad en el mapa hacia el norte, una ciudad sí. El barrio de Claire estaba a 20 minutos por la autopista que conectaba a Mountlake, o más bien, al TEGAM (y luego ingresaba al pueblo pues había sido construída pensando en lo único que parecía importante allí, el club). 

Se probó el traje que le habían dejado en recepción con su nombre en el vestuario del "personal doméstico". Azul. Odiaba el azul. Había un segundo uniforme alternativo, celeste. Fantástico, odiaba el celeste. Ninguno de los colores le sentaban bien, pero sabía desde un principio que no estaba ahí para lucir bien, este era sólo un trabajo de verano para... se miró al espejo y no le sentaba tan mal, de hecho los shorts que imitaban ser una falda tableada eran bastante sexies. Se sonrió haciendo una pose... se le cayó la menta que venía masticando en la camiseta. La despegó y... una mancha. 

-Idiota... Claire eres una idiota...- se tomó la cara con una mano para lamentarse... se corrió parte del rimel.- Estúpida Claire...! Pero qué estúpida... Maldita sea...

-Disculpa, quizá te interrumpa pero es que tengo una emergencia...

Se dio la vuelta asustada, con una mancha oscura en la camiseta y un ojo borroneado de pintura negra. Era un hombre. No parecía ser su jefe de área, lo recordaría de la capacitación si así fuera. "No, espera, estúpida Claire, ¿qué haría un jefe pidiendo por una emergencia?" Éste era UN USUARIO DEL CLUB. La mente de Claire comenzó a desesperar. Trató de actuar normal.

-Disculpe, claro que no me molesta, pero este es un vestuario del personal doméstico, ¿qué hace usted aquí? Además usted es un hombre. - 

Ok, eso no estuvo tan bien, casi que le insinuó a un cliente de la institución que estaba mal lo que hacía, eso no se hacía con los ricacho... ejem, "usuarios del club".  El muchacho, pelirrojo y de facciones muy inglesas, miró el cartel de la puerta que acababa de abrir y efectivamente... "Vestuario personal sexo femenino".

GLORY LOLITA! - (Eddie Redmayne/Amanda Bynes fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora