Claire no era lo suficientemente religiosa como para agradecer a Dios o a ninguna otra deidad pagana, pero a alguien tenía que agradecer por haber llegado hasta allí, tarde, y no ser regañada al respecto.
La entrada se sirve así, el primer plato se sirve por allá, la bebida debe estar de tal lado, la copa pequeña es para tal cosa, ante tal situación responder de esta manera... y sobre todo demostrar educación. Eran las indicaciones que Claire escuchó al unirse al grupo que se preparaba para atender en la velada. Le preguntó a una compañera si se había perdido algo en especial por llegar con retraso; era una chica mayor, como de unos 27 años calculó Claire, que inmediatamente la miró de abajo para arriba con seriedad y sólo respondió "No".
Claire se sintió confundida pero le pareció que la muchacha la acababa de rebajar con la mirada tratando de humillarla. Se sintió intimidada y comenzó a mirar a los otros compañeros. Nadie conocido, todas personas de diferentes edades entre los 18 y los 30 años, pero de marcado muy buen aspecto. Se sintió como una inútil porque ante las explicaciones notaba que todos asentían con seguridad entendiendo de qué le hablaban, era obvio que tenían experiencia en sus cargos, mucha más que ella, una novata al borde de arruinarlo todo con su talentosa habilidad para la torpeza.
-...Liam y Miriam serán sus cabezas de grupo esta noche- continuaba el jefe de área invitando al frente a ambos chicos- toda acción, duda o permiso pasa por ellos. Ellos son los que dan consigna esta noche. Seguir a los líderes de grupo es importante para mantener una cohesión de equipo y poder brindar un buen servicio. La desorganización ocurre en el momento en que no se siguen las consignas, y eso, el usuario lo nota...
Liam era un muchacho joven y apuesto pero eso poco le importaba a Claire, porque ella se empezaba a sumergir en la roja vergüenza al ver que Miriam no era ni más ni menos que la mujer a la que le acaba de preguntar "si se había perdido de algo por llegar tarde". Perfecto, esta sería una maldita noche.
Eddie rió luego de un chiste del tesorero del club TEGAM, bebió un sorbo de martini, miró su reloj divisando las 10 de la noche y al levantar la mirada buscó a Claire Mary entre los camareros pero en su lugar divisó a Hannah.
Arribaba a la fiesta con la señorita Meeds, su cliente. Meeds estaba de gala, vestida de blanco, Hannah había hecho un buen trabajo. Ahora ella... su esposa llevaba un vestido azul con encaje en forma de mariposas por la espalda. Hannah jamás había usado ese vestido, debía de ser nuevo. Antes de viajar se había comprado un collar con un dije en forma de mariposa y desde entonces Eddie siempre se lo veía puesto. Hoy, le combinaba con lo que traía, es probable que lo tuviera planeado. Hannah era así. Se anticipaba, planificaba, era en lo que era experta... y lucía bonita. Se avergonzó por haber tenido esos pensamientos con la empleada del club hacía una hora atrás.
Hicieron contacto visual y Eddie levantó su copa en señal de brindis con una sonrisa seductora. Hannah sonrió levemente, normal en ella, hasta que fue interceptada por un hombre que le tendía la mano para estrechar y un grupo de invitados que la saludaban junto con su cliente, la actriz en ascenso Ángela Meeds.
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GLORY LOLITA! - (Eddie Redmayne/Amanda Bynes fanfic)
FanfictionÉl, atraviesa una crisis matrimonial. Ella, se ve a sí misma más torpe y adolescente que mujer. ¿Es ella quien se convierte... o la mente de él que la transforma... en una LOLITA? ¿Qué tienen en común el momento en que la adolescencia debería dejart...