''Sesión 2''
El paramédico llevaba a Axl por el pasillo, sujetándole los brazos desde atrás, mientras que el pelirrojo iba entusiasmado, por lo que daba pequeños saltos que el hombre de blanco tenía de controlar.
En el mismo rumbo otro paramédico llevaba a un paciente, pero éste se veía totalmente diferente a Axl. Se le notaba decaído, su cabello era negro y su cuerpo debilucho, a lo que Rose comenzó a reírse, mirándolo hacia atrás.
- Ya cálmate enfermo. - Ordenó el paramédico, a lo que Axl volvió a mirar hacia adelante; era un pasillo largo, angosto, pero yacían cerca de puertas juntas y largas, ¿qué habría allí dentro? El pelirrojo quiso empezar a correr, pero no podía, sus pies estaban atados, con suerte podía caminar gracias a la ayuda del hombre que le trataba como un perro.
Finalmente llegaron al frente de aquellas puertas, donde entraron automáticamente. Rose iba con una sonrisa, pero al ver que se trataba de algo diferente a lo que pensaba se quedó algo shockeado.
Tras esa puerta, habían más personas, pero algunas no tenían correas, tan sólo vestían de batas blancas y estaban sentados en respectivos sofás, otros sillas, demás rodeando una mesa y jugando ajedrez. Varios eran atendidos por enfermeras, a mujeres coqueteando por creerse lo mejor por la falta de cordura les inyectaban tranquilizantes, a hombres le amarraban a las sillas y le hacían tomar pastillas dándoles de beber agua como si ellos mismos no tuvieran manos. Axl seguía shockeado, mientras que casi todas las personas de esa habitación blanca le observaban con curiosidad. El pelirrojo pudo notar a un rubio algo ondulado sentado en uno de los sofás, sonriéndole, mientras que abrazaba a un pequeño oso de peluche.
Ya viendo todo eso, el paramédico sentó al pelirrojo justo al lado del rubio algo ondulado, quien le quedó mirando aún con mas atención. El hombre de blanco se retiró, dejando a un Axl confundido e incómodo en aquella sala.
- ¿Eres nuevo? - Preguntó el rubio, emocionado, pero en su mirada se podía notar la manía.
Axl tan sólo lo miró unos segundos y le sonrió de lado, quizás se iba a divertir aquella mañana.
• Duff POV •
McKagan iba caminando algo rápido por los pasillos, con su archivador en mano. Le habían asignado interrogar a un interno nuevo del psiquiátrico, no quiso e intentó darle el trabajo a alguien más, pero mayoría de los psiquiatras estaban atendiendo diversos temas y sobre todo pacientes, por lo cual el rubio se llevó trabajo 'extra'. En el camino, pudo notar que un Saul Hudson todo concentrado en el archivero que llevaba caminaba por el mismo pasillo de él, de seguro ya habría terminado su primera sesión del día.
- ¡Slash! - Exclamó Duff, caminando más rápido cuando notó que el morocho había levantado la mirada. Ambos llegaron el uno al otro y se estrecharon las manos como de costumbre; lo hacían unas diez veces al día. - ¿Cómo te fue con el tal Axl?
Saul quedó pensativo unos segundos, sonriendo de lado con lentitud.
- Él es... Diferente a los demás locos de este lugar, me agradó.
- Baahh, ¿me estás mintiendo no? - El rubió carcajeó, por lo cual Hudson lo miró mal.
- Claro que no, en verdad que me agradó, aunque está bien jodido de la cabeza.
- Obviamente que está jodido de la cabeza rulos, por algo está aquí.
Slash rodeó los ojos y movió su mano en señal de que no le importaba lo que dijera.
- Bien Hudson, tengo una sesión que hacer, nos vemos luego. - Ahí fue cuando ambos estrecharon sus manos en modo de despedida y siguieron sus respectivos caminos. Duff abrió su archivador, yendo a la ficha del paciente que interrogaría en pocos momentos; Izzy Stradlin. Empezó a leer, se trataba de un joven de veintinueve años, que había sido internado por un intento severo de suicidio, así que no se trataba de alguien tan loco.
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Locura de amor [Slaxl]
RomanceSaul Hudson es un médico psiquiatra que tiene una vida un tanto aburrida, a lo que a veces se divierte al momento de interrogar a pacientes, pero no con todos, hay uno que le hace ir todos los días a interrogatorio para pasar el rato; Axl Rose. Axl...