Sesión 22

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- ¿Qué?...

Stradlin, alguien que había superado la depresión, y sobre todo, alguien que había buscado un trabajo para poder sobrevivir, se encontraba en shock, con los ojos casi saliendo de los lugares que ocupaban en su rostro. De la sorpresa, también tenía la boca abierta, llevándose un enorme suspiro que le provocó un improvisado nudo en la garganta. Y, por otro lado, quien le había dado esa trágica noticia, sujetaba las manos de su antiguo paciente, acariciando con sus pulgares el torso de estas, las cuales estaban algo tibias, pero pálidas.

- Lo lamento tanto. - Respondió con lástima en su voz, arrugando la boca hacia un lado, mientras que Izzy seguía sorprendido.

Stradlin, comenzó a negar con la cabeza, riéndose del nerviosismo y shock. Se tomó el rostro, y sus ojos se empaparon de lágrimas, las cuales comenzaron a caer rápidamente, desbordando sus mejillas. Duff, no pensándolo más, y en un aspecto de consuelo, abrazó a quien le había recibido hace unos cuantos minutos en aquel departamento. Lo estrechó contra sus brazos, acariciando su espalda alta, susurrándole calma, que todo estaría bien.

- Esto... Esto no puede ser verdad... - Susurraba entre sollozos ahogados que no quería dejar escapar. Su garganta estaba colapsada del enorme nudo que le obstruía las ganas de tragar.

- Todo estará bien, te lo prometo. Él está en un lugar mejor, él está descansando. - Habló con suavidad y pena, enterrando sus dedos entre el cabello azabache de Izzy, quien se aferraba a su antiguo doctor, con el rostro mojado por el llanto.

Todo había estado tan bien, pero ahora tan mal.

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Deslizó sus manos hasta arriba, mientras que un desesperado jadeo escapó de su boca. Recorrió con sus labios la espalda desnuda de quien, estaba recostado boca abajo en el colchón, levantando sus caderas, las cuales meneaba al querer frotarse y excitarse más de lo que estaba. Saul, fue depositando pequeños besos a medida que tomaba las intranquilas caderas de Rose, encarnando sus uñas, para así besar las tentadoras nalgas que tenía a su merced. Mordió y lamió, provocando gemidos agudos y graves por parte de Axl.

- Chilla. - Ordenó, encarnando más sus uñas y dando una feroz mordida a lo que alcanzó en esa posición. Se puso recto, mientras que tomaba su miembro y se masturbaba contra los gluteos que tenía en frente suyo. Mordió sus labios, y apegó su pecho a la espalda alta de Axl, yendo a besarle la oreja, frotando cada vez más rápido su intimidad.

- Me duele... - Susurró entré jadeos. - Quema... - Finalmente, gimió, cerrando sus ojos con fuerza y relamiendo sus labios con desesperación. Saul, se encontraba masturbando a Rose, con toda la rapidez que podía otorgarle.

- ¿Te duele sentir placer?.. - Gruñó, rasguñando uno de los trabajos muslos de su paciente, besando su nuca, moviendo sus caderas de arriba hacia adelante.

- Esto... No me está gustando... - Se quejó, pues de verdad que comenzaba a arderle su parte trasera. Quiso alejarse, pero Saul ni siquiera lo escuchó, ya que le apretó más contra su cuerpo que se movía desesperado. - Suél..tame..

- Shh.. - Pidió, pero cuando iba a seguir, recibió un empujón que le dejó a un lado de la cama, tumbado, y confundido.

- ¡Te dije que me soltaras! - Chilló con miedo, teniendo la respiración sumamente agitada. De estar rojo por la excitación, pasó a estar pálido del miedo que tenía en aquel momento. Agarró unas cuantas sábanas, y cuando iba a levantarse, Saul, lo tomó de las muñecas, aprisionándolo contra el colchón, mientras que de forma desesperada como anteriormente, comenzó a besarle por todos lados. - ¡NO!

Locura de amor [Slaxl] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora