EXILED

13. El pasado.

Tumbada en el sofá, sin calcetines, con una camiseta de mangas cortas y un pantalón chándal mientras embutía palomitas a mi boca; así era mi sábado. Hacía zapping en la televisión buscando algo bueno que ver, pero lo único que ponían eran comerciales sobre algún producto que querían vender al espectador. Apretaba el botón del control con enfado por estar terminándome las palomitas y aún no encontrar ninguna película o serie. Suspiro y apago la televisión, estoy por levantarme del sofá pero una cabeza mueve el tazón que tengo entre mis manos y casi me hace botar todo.

—¡Beta!—le reclamo, mueve la cola como celebración y empieza a ladrar dando vueltas—, ¿quieres que te saque? ¿Ahorita?—me quejo—. Deberías comprenderme, estoy en huelga. No saldré de esta casa.

Me levanto, yendo hacia la cocina siendo perseguida por Beta. Dejo el tazón a un lado y apoyo mis codos en la mesa viendo a Beta mirándome con una oreja levantada. Era tan tierna. Era todo lo bueno en esta vida, en realidad, en mí vida.

—Luke se fue a una cita, ¿okay?—le cuento a mi perro, y como si entendiera, hace un sonido de lloriqueo, para luego echarse al suelo—. Lo sé, lo sé. En un cerrar de ojos, él tendrá una novia y yo seguiré detrás de él como la estúpida enamorada que soy.

Le hablo plenamente pues sé que nadie excepto Beta puede oírme. Mis padres se fueron a una cena con unos amigos del trabajo, prácticamente mi mamá obligó a mi papá ir pues tenía que quedar bien con la gente de su trabajo y lo necesitaba en esa cena, todo para dar buena impresión. Por eso no iba a esas cenas, eran sólo personas que por tener dinero se creían mejor que otras y despreciaban a todos. Mi madre no tenía un puesto tan alto, pero sí bueno para ayudar con la casa, comida y algún que otro detalle, claro, agradecía eso, pues no ella no tiene ninguna actitud similar a los de su trabajo, sobre todo su jefe, quien es un completo patán... No me sorprendería si mi padre le termina pegando por pasarse de comentarios fuera de lugar hacia mi madre, lo cual ya ha pasado y mi madre está dispuesta a renunciar si algo así vuelve a pasar.

Me dejaron dinero para pedir el almuerzo y la cena que yo quisiera, pero preferí abundarme de palomitas y pizzas, para nada una comida sana. No tuve que compartir nada pues mi hermano seguramente se encontraba tomando cervezas en la casa de algún amigo suyo, o yo qué sé.

En fin, hubiera invitado a Luke a ver películas conmigo como usualmente haría, pero cuando lo llamé apenas mis padres se fueron, me canceló diciendo que tenía una cita con una tal Lily y cuando eso rompió mi corazón, le dije con voz fingida que estaba bien y que se divierta. Aunque claramente lo único que estaba bien era mi mente planeando cómo ir y arruinar su cita. No quería que se divirtiera con otra chica, él me tenía a mí. Es mi mejor amigo y el chico que robó mi corazón, pero para él sólo hay amistad y se siente tan horrible. ¿Cómo se sentiría el día en que me diga que me quiere también? ¿Siquiera llegará ese día? Tal vez cuando me declare a él, lo cual hay cero probabilidades de que eso pase, nuestra amistad terminaría. Brisa siempre me dice que lo perderé algún día por mi tonta timidez, y ella tiene razón. Quisiera que ella esté conmigo ahora y no en la casa de sus abuelos como la mayoría de los fines de semana.

Le doy la espalda a Beta para servirme un vaso con agua pero escucho una notificación llegar a mi teléfono y me acuerdo que lo dejé en la sala. Dejo el vaso en el lavamanos ya vacío y camino hasta la sala para tomar el aparato, me intriga aun más cuando veo que es Luke quien me manda el mensaje.