—¿De ti?.—Asintió.—¿Estás majara?.—Negó divertido.—No me hace gracia Shawn.—Pare mis palabras y pensé en las suyas.—¿Me has visto cambiarme de ropa y desnuda?.—No contesto y comenzó a reírse, esto se está yendo de las manos, ¡estoy cabreada con el!.—¡Das asco, eres un cerdo!.—Me aleje de él y me volvió a coger de la muñeca.
—Nunca te he visto cambiarte ni te he visto desnuda, estaba bromeando, Jaque. Pero me hubiese encantado.—Me susurró al oído y me aleje de él.
—¿Lo viste?.—Me puse sería y el también, frunciendo el ceño.
—¿Ver el que?.—Suspire, menos mal.
—Nada, déjalo.—Pase las manos repetidas veces por mi cara.
—¿Ver el que, Jaque?.—El me miraba completamente serio, poniéndome nerviosa, di un paso atrás.
—Dímelo.—Dio un paso hacia delante y yo hacía atrás.
—No es nada, Shawn. ¿Que es eso de Jaque?.
Paramos de dar pasos, cruzó sus brazos y ahora pude fijarme en lo que llevaba puesto, tenía la piel de gallina. Pantalones azul marino cortos, zapatillas de deporte y una fina camiseta de mangas cortas, dejando ver sus brazos, y un tatuaje en el brazo derecho.
Se le veía prácticamente todo el pecho por esa camiseta, así que concentre mi mirada otra vez en el, para ver que tenía una ceja levantada mirándome divertido. Agarro mis hombros con su brazo y me condujo dentro del sitio aterrador.
El calor, el olor a tabaco y a sudor inundó mis pulmones, repugnándome. Nos adentramos sin que Shawn me quitara el brazo de encima y me pegue a el mientras pasábamos entre miles de personas.
Cada uno le daba un golpe en el hombro a Shawn por su victoria, este levantaba la cabeza en un gesto de agradecimiento y seguía su camino, conmigo a su lado. Sabía que esto no estaba bien, necesitaba encontrar a All y a Marcus.
Cuando llegamos a una habitación decorada horriblemente, con millones de posters de chicas sin ropa y muchísima humedad este me soltó delicadamente.
—Me pones muy nervioso, Alessia.—Me quedé perpleja.
—¿Que? ¿A que viene eso?.
Empezó a moverse por la habitación rápidamente, revolviéndose el pelo.
—Tienes millones de secretos, eres rara y demasiado desconfiada. Te asusta que te toquen y te sienta mal la más mínima cosa, ¿que pasa por tu cabeza la mayoría del tiempo?.
Me había descrito. Me había descrito en solo un mes de conocernos.
—Pareces ser una chica muy atormentada. Cuéntame qué te pasa, por favor.
Un escalofrío pasó por mi columna vertebral y contraataqué.
—¿Me lo estás diciendo a mí? Señor Misterioso Mendes.
Fruncí el ceño mientras mis brazos se entrelazaban. Se paro en frente de mi y dio una sonrisa de lado.
—No me mires así, eres tú el chico misterioso, que pega unos puñetazos de infarto.
Se río, mirándome detalladamente, acercándose a mí lentamente.
—Dime, Shawn, ¿por qué eres así?.—Ahora estábamos frente a frente, y le quite la mirada, posándola en algún sitio.
—La vida me ha enseñado a ser así.—Se encogió de hombros y le volví a mirar.
—Responde, Jaque.
Me incline para impulsarme y salir de su cuerpo y la pared, dando vueltas por la habitación, inspeccionandola.
—No tengo tiempo para preguntas, quiero ir con All y Marcus.
Vi un póster de una chica completamente desnuda y arrugue la cara, mirándole mientras que el me miraba sonriendo.
—No tendrás esa suerte, les dije que se fueran, te llevaré yo.—Rodé los ojos y me dirigí a la puerta.
—Bien, pues quiero irme ya.—Asintió y cogió las llaves de su Jeep negro.
Nos encaminamos a su coche como antes lo habíamos hecho, entramos y nos dirigimos a no sé dónde, ya que el estaba tomando otra dirección completamente distinta.
—¿A donde vamos?.—Le pregunte, observando el camino. Me miró divertido.
—También eres cotilla. Me sorprendes, Jaque.—Levanto una ceja y rodé los ojos—:A propósito, ¿tienes un tic o algo en los ojos? No paran de moverse.—Comenzó a reírse y miré por la ventana ignorándole.
Llegamos a lo que se denomina McDonald's y bajamos del coche, encaminándonos a la puerta, mientras que el pasaba el brazo derecho por mis hombros, sentí como me estremecía, lentamente.
Me abrió la puerta y le sonreí. Entramos, encaminándonos a la caja para pedir nuestra comida. El seguía con su brazo en mi hombro, hasta llegar a la chica que nos atendía.
La chica que estaba ahí no paraba de mirarme, poniéndome muy nerviosa.—¿Que van a pedir?.
Dirigió su melosa mirada a mí, esta chica es lesbiana de seguro. Cogí la mano de Shawn que estaba apoyada en mis hombros, entrelazándola, la chica puso una mueca y le sonreí lamentándolo.
Shawn pidió mi comida y la de él, se sabía mi pedido. Ni siquiera All se lo sabía y había pasado prácticamente toda mi adolescencia con el. Le miré entrecerrado los ojos y me miro sonriendo.—¿Qué?.
Movió su mano entrelazada con la mía, acariciándome la palma de la mano con ese movimiento.
—Te sabes mi pedido, y ni siquiera All se lo sabe.
Levanto los hombros guiñándome el ojo cuando la chica dejo nuestra comida en una bandeja.
—Que disfrutéis.
Nos alejamos de la caja, Shawn soltando mi mano y cogiendo la bandeja con las dos manos. Nos sentamos en una mesa algo apartada para comer tranquilamente.
Le pegue un manotazo en la mano derecha al quitarme una patata, pero la cogió igualmente y se la comió lentamente mirándome, volví a rodar los ojos y me guiñó el ojo.—A esa chica le gustabas.
Le miré poniéndome roja. Se empezó a reír después de haber tragado la patata frita.
—¿Que dices? No, no, le gustabas tu.
Comenzó a reírse más fuerte y a mí me salió una sonrisilla acusadora.
—¿Y por eso me cogiste la mano? ¿Acaso estabas celosa, Jaque?.
Levanto una ceja, mirándome. La patata se me quedo atrancada en la garganta y bebí de mi nestea para que al menos bajase.
—Definitivamente estas loco.
Le dio un mordisco a la hamburguesa y cuando hubo terminado de masticar ese cacho dijo:
—Las mejores personas lo están, Alessia.
Volvió a guiñarme el ojo.
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HURACÁN © Shawn Mendes. EN EDICIÓN
ActionSus puños eran como acero. Cada golpe que daba, todo se movía a su alrededor, tan demoledor. El no paraba de destruir, hasta que ella llego de una manera tan demoledora y abrumadora que tuvo que controlar sus impulsos. Peleas y más peleas. Ella sol...