Me pase dos semanas sin dirigirle la palabra a Shawn, dos semanas sin agobios, sentimientos raros y una claridad agobiadora.
Mi vida se ha puesto en orden por fin.
Le vi, claro que le vi, durante todas esas semanas, pero era mejor estar así, los dos lo sabíamos.En realidad no habíamos hecho nada, no nos habíamos abofeteado ni hablado mal, pero el mantenía las distancias y yo también, simplemente para no complicarme más, y el era complicado de cojones.
Sus motivos no los sabía y ni me importaban sinceramente. El me miraba al principio, a la primera semana, después, ni me dirigía la mirada mientras iba acompañado de múltiples chicas y la tal Ally esa echaba humos. Yo me divertía a distancia.
Esa noche del viernes, teníamos una fiesta, y como no, All me lloriqueo todo el día, todo el santo día. Fue horrible.
Y Marcus también, los dos, uno por las chicas guapas y otro por Nick, que iba a ir. Pesados.Tenía a dos hombres en mi habitación, uno gay hasta la muerte y el otro amante de las mujeres a tope. Me acababa de duchar y todavía no sabía que ponerme, se estaban desesperando.
Y yo también, ¡no quería ir!.—Vamos pesada, tardas muchísimo en elegir algo.—Entrecerré los hacía All.
—Cariño, te recuerdo que no quiero ir, así que una queja más y no voy.—Le amenace, hizo una "cremallera" en su boca y tiro la llave a no sé dónde. La madre de Marcus entró.
—Niños, me voy a la cama, no quiero que lleguéis tarde y sobretodo, Marcus y Less, no bebáis. Y All, si te quedas a dormir, tú tampoco bebas.—Nos reímos.
—Tendremos cuidado, te lo prometo.—Besé su mejilla. Estaba saliendo por la puerta cuando le llame:—¡Marie! Los paletos estos no me ayudan, y necesito elegir algo porque sino se morirán aquí. —Entró de nuevo, le enseñe cuatro conjuntos y eligió el que más me gustaba a mi.
Un mono completamente precioso, corto, con la espalda al descubierto, que las conjuntaban dos tiras finas hasta la espalda baja, color vino tinto, y de terciopelo, malditamente precioso.
No sé porque no me decidí por ese si estoy completamente enamorada de él.
Lo conjunte con mis converse blancas bajas y una chaqueta larga de lana negra y gris. De maquillaje eyeliner negro y jai. Mi pelo era una maraña, así que lo cepille y se quedó tan liso como siempre.
Se quedaron boquiabiertos y nos dirigimos ahora sí, a la fiesta.
~.~
Borrachos, gente besándose, o mejor, lamiéndose la cara, otros vomitando, corriendo, un caos.
—¡Vamos a por algo de beber!.—Dijo All y busque a Marcus pero había desaparecido, seguro que buscando a su amado. Nos encaminamos y All saludaba a sus estupidos amigos del equipo de Lacrosse, ellos me miraban de arriba abajo y yo les sonreía falsamente.
El se quedo hablando con no sé quién, y yo me fui a la cocina indicándoselo, me asintió y por eso me encaminé.
Vi a un chico de espaldas y una chica subida a la barra, besándose supongo, así que decidí no pasar por ahí. Pero se me hacía tan conocida esa espalda, demasiado.
Abrí los ojos como platos e ignore que fuese Shawn. No quería verle, no, no, no. Fuera sentimientos.
Me di la vuelta para irme, pero era demasiado tarde.
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HURACÁN © Shawn Mendes. EN EDICIÓN
ActionSus puños eran como acero. Cada golpe que daba, todo se movía a su alrededor, tan demoledor. El no paraba de destruir, hasta que ella llego de una manera tan demoledora y abrumadora que tuvo que controlar sus impulsos. Peleas y más peleas. Ella sol...