Capítulo 13: Verdad

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Las nubes terminaron por cubrir hasta la última parte de la Luna llena aquella noche. No había luces, no había algo que iluminara aquel tenebroso bosque, salvo tres luces pequeñas que resplandecían un pequeño sector de éste, produciendo una especie de tenebrosas sombras de los árboles y, claro, de los animales que en ese momento estaban en una reñida y sangrienta batalla, así como de los espectadores que reflejaban una cara de horror.

Harry estaba resentido consigo mismo. No le gustaba el hecho de no poder ayudar a su padre, a Sirius y a Peter mientras ellos peleaban. Sabía que lo mejor era irse, también lo tenían claro Ron y Hermione, pero el punto era que si se iban, los animagos podrían perder sus fuerzas y convertirse, sin querer, nuevamente en humanos, siendo el alimento de aquel enfurecido licántropo.

Ron tragaba saliva bastante asustado, pero seguía dándole la espalda a Hermione en caso de que la bestia se acercara hasta allá. Si fuera así, su deber era proteger a su amiga. Su varita estaba encendida al igual que la de sus dos amigos, señalando directamente a la lucha entre animales que se revolcaban en el suelo. Sus ojos estaban arrugados, otras veces simplemente los cerraba al escuchar los alaridos.

—Debemos hacer algo —murmuró Harry sintiendo su corazón acelerarse cada vez más.

—Los aturdidores no son suficientemente fuertes, ninguno de los hechizos son los bastante poderosos para ayudarlos —respondió Hermione mordiéndose levemente el labio inferior. Intentaba encontrar una respuesta, pero nada.

Sus ojos se abrieron mucho más al ver que James y Sirius salieron disparados hacia los árboles. Peter había sido aplastado por una pata del hombre lobo, y todos terminaron mostrando su aspecto humano totalmente ensangrentado. La nariz del lobo se movía incesantemente y pegó un aullido cuando sus ojos se posaron en Sirius. Se dirigió hacia allá rápidamente.

Harry y los otros dos jóvenes corrieron para intentar auxiliarlo. El Black estaba inconsciente, no sabía que el licántropo se relamía a medida que se acercaba al chico. La bestia abrió su boca y se dispuso a morder al chico, a convertirlo en uno más de ellos, alimentarse y satisfacerse de éste. Sin embargo, Harry le había señalado con su varita, y con rabia había gritado.

—¡Incarcerus!

Unas gruesas cuerdas se dirigieron al cuerpo de la criatura justo cuando ésta había alzado su garra para dar un zarpazo. Las cuerdas se deslizaron por su cuerpo con rapidez, pero simulando el movimiento que haría una serpiente al asfixiar a su víctima. El lobo soltó un gruñido al caer secamente al suelo, debatiéndose entre lo que le aprisionaba. Intentaba soltarse, quería alimentarse.

—Los tres juntos lancemos un aturdidor —pidió Harry viendo que a la criatura le faltaba el aire—. De esa forma lo liberamos. Creo que no queda mucho para amanecer. Cosa de minutos.

—Está bien —murmuró Hermione. Bajó su varita para señalar al lobo, al igual que sus amigos—. Uno, dos… ¡Tres!

—¡Desmaius! —exclamaron Ron y los otros dos.

Tal cual Harry había planeado, el lobo simplemente quedó aturdido en el suelo. Seguido de eso, los chicos se precipitaron para intentar ayudar a James, Sirius y Peter. No sabían si era correcto o no llevarlos a la enfermería, por el tema de las excusas que tendrían que dar para poder explicar el hecho de que estuvieran en el Bosque Prohibido. Por el momento simplemente les despertaron.

Cada cierto tiempo, estos les pedían que no divulgaran nada en el colegio, algunas veces prácticamente se lo rogaban. Eso hacía que el trío se diera cuenta de cuán importante era mantener el secreto de su amigo, sólo para que éste no fuera rechazado en el colegio. Tuvieron que prometerles muchas veces que no lo harían, pero realmente estaban preocupados.

Viaje al pasado... ¿Será correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora