Viaje al pasado... ¿Será correcto?

Capítulo 15: Niños

Lily caminaba rápidamente hacia la torre de Gryffindor, tenía los sentimientos confusos. No sabía si estaba enojada o herida, ya que James le había prometido el no molestar más a Snape al momento de comenzar su relación. Por alguna razón había confiado en su palabra, no entendía por qué había creído que James había cambiado, se sentía tan idiota en ese momento que no pudo evitar soltar lágrimas.

No era tan grave, lo sabía, pero no había pasado mucho tiempo como para cometer un error que afectara la confianza de pareja. Eso era lo peor, si es que seguían juntos como ella en realidad quería, el no tenerse confianza era muy malo en cualquier relación, en especial en una como la de ellos. Escuchó los pasos precipitados de James tras ella, pero no se detuvo a pesar de querer abrazarlo y besarlo como ya se había acostumbrado. Simplemente apresuró su paso aún más.

Sin embargo, prontamente James le dio alcance, envolviendo su brazo con su mano de forma no tan brusca, pero con la suficiente fuerza como para que ésta no se alejara. La giró y la obligó a mirarlo a los ojos, que viera que realmente estaba arrepentido de lo que había hecho, que comprendía su enojo como un hombre ya maduro. Él tenía mucho miedo de perderla, después de todo, había tardado mucho tiempo en poder conquistarla; lo peor que podría pasarle sería perderla tan rápido, de una forma estúpida y para siempre.

—Te amo, Lily —murmuró solamente. No sabía cómo empezar esa conversación, tenía miedo de arruinar las cosas aún más.

—Lo que hiciste…

—Fue estúpido —le cortó James angustiado por lo que pudiera suceder—. Lo tengo claro, asumiré mi responsabilidad. Sólo no quiero que me dejes, Lily.

Remus observaba a Ron sin saber exactamente qué hacer. Se apartó lentamente de Hermione mientras meditaba si acaso debía o no sacar su varita. Miraba directamente hacia Ron, viendo si acaso éste atacaría o no para poder protegerse. No quería ser el primero en atacar, de hecho, ni siquiera quería tener un duelo con él, ya que éste le agradaba bastante a pesar de a veces darse cuenta de que el agrado no era correspondido.

Sin embargo, el pelirrojo lanzó un hechizo aturdidor directamente hacia el licántropo. Su rabia, sus celos, todo lo que tenía en su mente no le dejó pensar otra cosa más que en causar daño a quien le había dañado primero. Odió ver a Hermione en los brazos de otro chico, odió verla besando a alguien más. Y no era que la amaba, según él, sólo no le gustaba ver a la gente “besuqueándose” por ahí.

—¡Protego! —exclamó Hermione para proteger a Remus, quien había abierto la boca tarde al impresionarse. No había creído capaz a Ron de atacarle.

—¡No te metas, Hermione! —ordenó Ron ya completamente enojado—. Esto es entre Lupin y yo.

—No seas niño, Ron.

—¡¿Niño?! ¡¿Niño?! ¡Pues somos… niños! —habló el chico, quien ya tenía las orejas enrojecidas—. ¡No deberías andar besuqueándote por ahí con cualquier persona, aún no tienes edad!

Hermione puso los ojos en blanco, no podía creer lo que estaba escuchando de quien se había besuqueado con Lavender meses atrás.

—Eres un hipócrita, Ron —masculló Hermione soltando una risa al no poder contenerla—. Tú te pasaste el año besándote con Lavender.

Remus alzó una ceja al ver cómo la cara de Ron se había descompuesto ante esa declaración. El pelirrojo sabía que ella tenía razón, él se había puesto de novio con Lavender en su sexto año y era menor a la edad que Hermione tenía en ese momento, al besarse con Remus. No se le ocurría nada con qué poder rebatirle aquella frase, y se notó con su respuesta.

—¡Pero soy hombre! —exclamó finalmente luego de tantos momentos de duda.

Hermione rió ante la incoherencia de su frase.