¡¡De compras!!Mmm...¿Por qué es tan complicado escoger un regalo adecuado?Parte2

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Kiara entró primero, arrastrando por la muñeca a su amigo.
La campanilla de la tienda advirtió de la presencia de ambos  a un  anciano, de pelo castaño y sedoso, alto y esbelto, con gafas. Trajeado con una bonita capa de gala azul marino bajo la cual llevaba  un jersey del mismo tono que las cajas de cartón que estaba terminando de meter en una bolsa.
El hombre les sonrió después de tirar la última pequeña caja a la basura.

—Hola niños.

Ambos sonrieron tímidamente mientras terminaban de cerrar la puerta y entraban a la humilde pero preciosa tienda de plumas.
—¿Puedo ayudaros en algo?— Continuó el adulto mientras salía de detrás del mostrador.

Kiara asintió tímidamente con la cabeza mientras Scorpius balanceaba su peso de delante a atrás.

—¿Y bien?— Añdió el hombre con una sonrisa amable.— Me encantaría ayudaros, de verdad, pero no puedo imaginar por qué dos jóvenes como vosotros iban a escapar de Hogwarts para venir a mi pequeña tiendecilla.—Les guiñó un ojo mientras ambos se ruborizaron violentamente avergonzados.

—Señor...nosotros...yo...nosotros...no... no nos hemos escapado de Hogwarts, somos... esto... vivimos en América y.. ah.. nuestros padres quisieron tomarse...vacaciones... así que vinimos a Londres...y...ah... Somos primos, ¿sabe? — Con ello, el rubio solo se ganó un codazo en las costillas por parte de Kiara para que se callara y dejara de cagarla, y una afable carcajada del dueño de la tienda.

—Claro, perdón, será que mi instinto para identificar a rebeldes, (como yo lo fui a vuestra edad) empieza a fallar. Discúlpenme ustedes, señoritos.

—Ya...eh...en verdad somos buenos chicos, ¿Sabe?— El hombre le dirigió a la niña que tanto le recordaba a su amiga una mirada paternal, sonriendo en vez de riendo está vez, y la invitó a continuar con un pequeño gesto.—ah.. eh.. bueno, y somos tan buenos que queremos comprarle un regalo a un amigo y...ah...pero no sabemos qué.

—Ah...entonces habéis venido por los consejos que un anciano pueda brindaros.—El brillo travieso que antaño le caracterizó volvió a su mirada.— Pues el consejo más sabio que puedo daros, aunque no tenga que ver con el tema, es que no menospreciéis a los nargles...nunca— Terminó él con una mirad ensoñadora.

—¡No!, bueno, un poco sí, pero hemos entrado aquí porque...porque a él le gusta mucho dibujar, pero no tiene ninguna pluma especializada, así que hemos pensado que podría ser un buen comienzo.

—Ohhh ¡claro! Dibujo, decís, ¿no? Seguidme seguidme.

Empezó a andar hacia unas estanterías que se hallaban al fondo, detrás de una mesa, y los niños le siguieron interesados, mirando a su alrededor.
En la mesa, un pergamino extendido, y seis plumas que pintaban en él, cada una a su antojo, hechizadas y con vida propia. En los extremos laterales, hileras de 10 tinteros cada una ( en total 20)  de diferentes colores  y tonalidades
Entre las seis iban encajando partes de un dibujo, y como cada una tenía una característica distinta, (algunas eran de trazos más gruesos, que completaban las sombras, otras eran curvas, otras se regulaban, unas pintaban con más intensidad que otras...) , el dibujo iba quedando precioso, y se podía apreciar que era el retrato de una panadería, en lo que parecía ser la Nueva York de antaño. Parecía que en el mostrador habría un hombre regordete ( por lo menos las líneas base de la cara así lo marcaban) que atendería a una mujer de media melena de cabellos rubios ensortijados, recogidos bajo medio sombrero, (las otras mitades aún no habían sido si quiera esbozadas).

Aparte de las seis plumas, también había dos pinceles que terminaban de rellenar los perfiles ya terminados.
Era un estampa cautivadora que desde luego persistiría en los sueños de Kiara... ojalá ella pudiera dibujar bien, se compraría toda la tienda.... pero estamos aquí por Albus, quien sí que sabe dibujar, se recordó.
El anciano miró enternecido a ambos niños, amaba su ocupación actual, y echaba de menos a su viejo amigo.
Sacudió la cabeza, recordándose que tenía niños a quienes atender.

Semidiosa.... Black.... ¿Algo más que quieras añadir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora