《Capítulo 1》

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Me levanté a las diez de la mañana. Corrí las cortinas que tapaban el hermoso sol de Los Ángeles y miré las vistas, no podría haber elegido mejores.

Fuí al baño y lavé mis dientes. Soy de las que siempre se ducha a la noche, porque si lo haría a la mañana mi pelo estaría todo esponjoso, y no quiero eso.

Bajé las escaleras de mi enorme casa y entré a la cocina. Tomé una manzana del estante y ví a mi papá entrar allí.

-Buenos días- Besó mi frente como lo hacía cada día y prendió la cafetera.

-Buenos días- me senté en la silla de la pequeña islita de la cocina- ¿Cómo despertaste hoy?- Le pregunté cuando se sentó en frente mio.

-Bien, hoy tengo mucho trabajo que hacer- suspiró agotado- Ya sabes lo de siempre- Asentí- ¿Me avisas cuando este el café? Voy a buscar unos papeles- se levantó de su asiento.

- Si, anda tranquilo pa- asintió y desapareció de la cocina.

Mi papá era muy conocido en la ciudad. Se caracteriza por encontrar artistas talentosos, y que él crea que venden. Eso solo significa una cosa. Chicos o chicas de mi edad, con una cara bonita y un cuerpo bonito, que se creen los dioses del universo por tener una voz pasable o saber tocar un instrumento. Que tontería.

Y miren que he tratado. Cuando mi papá empezó a producir artistas yo aun era pequeña, y estaba muy emosionada. Eso significaba conocer cantantes lindos y tener muchos amigos famosos y mucha fama, pero me equivocaba. Cuando empecé a conocerlos nunca me trataban como una amiga o algo parecido. Siempre estaba por debajo de ellos, aunque sea la hija de su productor, siempre ellos éran superiores, sin razón alguna.

-¿Hija has visto a mamá?- La cabeza de mi padre estaba azomada tras la puerta.

-No, no ha bajado a desayunar- asintió pensativo- y ya esta tu café listo- me levanté y lo serví en una taza blanca de cerámica.

- Gracias linda- Agarró la taza y me dió un pequeño abrazo- Voy a la oficina si? Intenta no hacer mucho ruido necesito concentración- Asentí agachando la cabeza. Esto nunca cambiaría. A veces sentía que mi papá le prestaba mas atención a sus cantantes que a mi. Suena algo egoista ya que es su trabajo pero yo soy su hija, ¿ese no es un trabajo de tiempo completo? O por lo menos eso es lo que escuché...

Salí de la cocina y me choqué levemente con mi madre en la puerta.

- Perdón- Toqué su hombro para ver si estaba bien.

- Tranquila mi amor no pasa nada- sonreí- ¿Tu padre?- preguntó.

- En la oficina- asintió y se dirigió hasta allí. Suspiré frustrada y subí a mi cuarto a cambiarme.

Mi madre se llama Stephani Jonshon. Es diseñadora de ropa y maquilladora profecional. Sería algo muy lindo si a mi me gustara la moda y el maquillaje, pero lamentablemente no me gusta.
Mi ropa se basa en cuatro simples y hermosos colores, blanco, negro, gris y bordo. Aunque tenía algunos regalos de mi madre que eran de colores mas chillones.
Y ¿maquillaje? Nunca lo soporte. Tener algo tapando mi cara es como tener una mascara que no te deja ver quien en verdad sos. No me gusta usarlo, siento que es gastar tiempo en nada, y también dinero, aunque eso en mi familia no es un problema.

Me vestí con un short negro con algunos cortes en los bolsillos traseros. Me pusé una remera blanca sin mangas con una inscripción que decía "I'm not perfect" y mis clásicas Vans negras. Agarré unos lentes negros y me miré al espejo. No era una chica fea pero me resultaba común. Era flaca y alta, tal vez llegaba al metro setenta. Tenía el pelo castaño y ojos marrones. ¿Ven? Muy común.

Bajé las escaleras y salí de la casa. Coloqué los lentes en mis ojos y comencé a caminar hacia la playa. De suerte vivía cerca de allí, a unas cinco cuadras.

Desde que vivo en Los Ángeles, amo venír a caminar por aquí en las mañanas. Primero porque no hay mucha gente, y segundo porque simplemente era hermoso, el clima era perfecto y se escuchaba a lo lejos las olas golpear la arena con fuerza.

Llegué a mi casa a las doce del mediodía, justo para la almuerzo.
Al entrár a la casa el silencio inundo mis oidos, como todos los días.
Fuí a la cocina y me preparé un sandwich. Coloqué refresco en un vaso y subí a mi habitación.
Pusé el plato en mi escritorio y prendí el computador. Le dí Play a mi lista de Spotify favorita y empecé a cantar mientras comía mi almuerzo.

No tengo una vida muy interesante. ¿No?

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Primer capítulo♡
¡Espero les guste mucho!
Los quiero

•A Otra Tonalidad•《Shawn Mendes》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora