《Capítulo 3》

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Otro día más.

Me levanté y me fuí directo a la cocina, tenía mucha hambre.

-¡_____!- La voz de mi padre sonaba desde el living, fuí hasta el.

-¿Que pasa?-dije sin animos.

-¿Adivina que?-No conteste, sabía que el igual me lo diría- ¡Shawn contesto mi mensaje! ¡Esta interesado en firmar con mi companía!- ¿Shawn? ¿Quién es Shawn?

-¿Quién es Shawn?- Pregunte curiosa.

- El chico de Vine- asentí- Aunque hay un pequeño problema- dijo borrando su sonrisa.

-¿Cuál?- Era raro que me interese en el trabajo de mi padre, pero por lo menos podía hablar con el.

-El vive en Canadá- uhh eso quedaba lejos- En Toronto especificamente- Rascó su cabeza.

- ¿Y que piensas hacer?- Si no dejaba de preguntar iba a morir de hambre, literal.

- No estoy seguro, todavía estoy pensando algunas posibilidades- rescostó su cabeza- Pero no quiero dejarlo ir, sería bueno para mi nombre- rodé0 los ojos.

- Pa voy a comer, estoy muriendo- escuché su risa al ír a la cocina. Me preparé unas tostadas con nutella y un vaso de jugo de naranja. Me senté en la mesa y comí mi rico desayuno.

- Buenos días ___- Mi madre entró.

- Buenos días ma- dijé con la boca llena, me miró mal.

- Hoy vamos a salir con Clari y tu tía- abrí los ojos atragantandome con la tostada. No iba a salir con mi estupida prima.

- Ni lo pienses, tengo cosas que hacer- Mentí.

- ¿Acaso pensas que que era una pregunta?- sonrió-¿ Solo es una tarde si?- asentí frustrada- Cuando termines de desayunar nos vamos- tomó su taza de té y se dirigió a la puerta- Ah y vistete bien ¿si?- Asentí. ¿Acaso no me vestía bien? Que les pasa si yo soy una guru de la moda.
Reí por mi propio pensamiento y comí el último bocado de mi tostada.

Subí a mi cuarto y rebicé mi ropa. Trataba de encontrar algo que encajara con mi tía y su hija.

Digamos que ellas eran la típica imagen de mujer. Eran femeninas, amaban el rosa, ir a lugares de belleza. Les encantaba el maquillaje y los tacones, y ni hablemos de peluquerías y lugares de manicura y esas cosas.

Yo no me parecía en nada a ellas. No teniamos nada en común. A demás de que eran las típicas rubias huecas. Pero huecas no porque eran rubias, sino porque son bien tontas. Tanto la madre como la hija.

Me puse una pollera negra con un crop top coral. Si esto no era vestirse bien no se que estan pensando. Me pusé unas sandalias color nude que tenían un poco de tacón y arreglé mi cabello. Tomé un pequeño bolso blanco  y guardé mi celular allí.

Bajé las escaleras y me encontré a mi mamá muy bien vestida. Vestido rojo ajustado arriba y suelto en la parte de abajo, con unos tacones negros y litros de maquillaje.

- Estas hermosa- dijo al verme bajar.

- No te acostumbres- Reimos.

Subimos al auto y quedamos en encontrarnos en la peluquería con Clari y su mamá. Genial, hoy haremos todo lo que yo odio hacer. Iupi.

- Trata de pasarla bien ¿si?- Mi mamá estacionó el auto y me miró.

- Me desís eso pero sabes que odio estos lugares- Se lo digó todos los días de mi vida.

- Solo es una peluquería, ¿que tan mal la puedes pasar?-

Tal vez tengo un problema, ¿Como a las chicas les puede gustar tener un gorro gigante en la cabeza que te da calor? ¿Que acaso no sienten calor?
Lavaron mi cabeza, ni los masajes me relajaban, ¿acaso quería arrancar mi piel?

- Me duele- dijr seca a la peluquera .

-Lo siento- solo puras palabras. Siguió tratando de secuestrar mi pelo, seguro iba a venderlo.

Y la peor parte venía, el corte de pelo. ¿y por qué era malo? Porque yo nunca elegía que hacerme. Mi madre siempre les decía lo que ella quería para mi, sin siquiera preguntarme.

Y ahí estaba , sentada en una cómoda silla con el pelo mojado y con un nuevo corte de pelo. Tengo que admitír que no es tan malo, aunque ubiera preferido no cortarlo.

Salimos de la peluquería y coloqué mis lentes al ver el cálido sol.

-¡ _____ Estas hermosa! Tendrías que vestir bien todos los días- ¿acaso me dijo que me vestía mal?

- Perdón, es que no me gusta vestir como una hueca muñeca todos los días- le sonreí sarcasticamente mirando su cara de asombrada. Me subí al auto y en unos segundos subió mi mamá, enojada obvio.

- ¿Qué fue eso?- dijo seria.

- Ella me criticó. Y yo lo hice- me miró- se llama ojo por ojo, diente por diente- Sonreí exajeradamente y ví una sonrisa asomarse en sus labios.

- Eso fue ingenioso- reimos recordando la escena de unos minutos atras. Amaba cuando mi mamá se comportaba asi conmigo.

Eran las cinco de la tarde, acompañe a mi mamá a su estudio de belleza. Hoy tenía una importante sesión de fotos y ella era la maquilladora oficial.

- ¿Cariño me pasas aquella paleta?- Asentí y me levante a buscar lo que su dedo apuntaba, se lo alcancé y sonreí.

Era impresionante lo que mi mamá hacia. Más que simple maquillaje para mi era arte. Un arte que debía hacerse para fotos y ya esta.

El sol se escondió y nos dirigimos a casa después de un largo día de puro rosa y maquillaje.

- Gracias por acompañarme hoy- Estacionó el auto y bajamos.

- No fué nada, no estuvo tan malo- pasó su brazo sobre mis hombros y sonrió.

- Tal vez podrías acompañarme mas seguido- Quité su brazo.

- Ni lo sueñes- reímos y entramos a la silenciosa casa.

Subí a mi cuarto y me acosté en la cama. A los segundos ya estaba completamente dormida.

•A Otra Tonalidad•《Shawn Mendes》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora