Cansado de su vida en palacio
cierto día el príncipe del mar salió de su prisión dorada, tenía todo lo que pudiera desear más no lo que realmente quería, un ave en una jaula de oro, fue difícil evadir a sus guardias ya que era un joven rebelde e imprevisible por lo cual lo tenían vigilado y en esa ocasión castigado, estaba harto de ello pues se creía con la suficiente edad para ser independiente, pero sus padres no estaban de acuerdo con su ideología.Se dirigió a un lugar el cual llamaba su lugar favorito, pasando el arrecife de coral, siguiendo los rayos del sol que en el horizonte se dibujaban, rodeando un cañon, se encontraba un prado de algas y cerca de ahí una formación rocosa con rocas que brillaban ahí se sentía libre, vivo y feliz, quería huir pero de nada serviría, sería encontrado ya muchas veces había pasado, se sentía acorralado y hastiado, era la viva imagen de la soledad y enojo, enojo con la vida, enojo con sus padres, enojo con el mismo, enojo con su destino, pero... en ese sitio él era libre, sentía calma y paz; estaba sumido en sus pensamientos hasta que... vio a una joven que se encontraba jugando con un delfín cerca de ahí, quedo hipnotizado y asombrado por su gracia y delicadeza, ella parecía no percatarse de su presencia, hasta que cayó en cuenta de la verdad, ella era ciega y su delfín era su guía, la chica jugaba sin separarse del majestuoso animal, hasta que apareció un tiburón y el delfín se asusto llevándola donde creyó buen refugio, juntó a él, este observó atento el tiburón, ella temblaba pues en su niñez había tenido una experiencia desagradable con un tiburón, el delfín trataba de tranquilizarla, entonces él tomo la decisión de tomar su mano, ella se estremeció al contacto y luego se calmo al sentir una mano cálida y no la piel de algún ser del mar, parecía que se había ido cuando de pronto apareció y atacó, el chico trató de defenderse y defender a la delicada fémina, pero término herido, tenían que marcharse antes de que llegaran más tiburones al encuentro, así que el joven clavó una de las rocas brillantes y se llevó a la chica de ahí lo más rápido que pudo y ya que conocía el lugar como la palma de su mano pudieron perderlo en el cañon, ella supo que estaba herido por el olor a sangre que se distinguía junto a él, así que ahora ella fue quién lo jaló a su hogar, una cueva marina apartada de la ciudad; de niña fue desechada por su discapacidad y se las había apañado sola para salir adelante junto a un delfín al cual le salvó la vida, haciendo una amistad inquebrantable, ella sabía hablar pero no muy bien lo que la llevaba a tartamudear, se solía comunicar con sonidos con el delfín, su única compañía. La joven tomo algunas hierbas y en una concha las machacó, acto seguido untó el contenido en las heridas de éste y añadió con su usual tartamudeo:- gra... gracias-, el le dijo:- no hay de que, gracias por querer curarme, dime ¿quien eres?-, ella dudosa le contestó:- mi nom-nombre es Hinata, so-so-solo Hinata-, él la vio tan indefensa y se enternecio:- yo soy Sasuke-, ella sonrió y con su mano tocó su rostro, delineando cada parte de la cara del hombre y el como gesto de amistad hizo lo mismo con el rostro de ella y le dijo:- tengo que irme, pero... puedo volver a verte-, ella asintió y desde ese día se encontraron nuevamente cada día que podían, en la casa de ella y en el lugar que su historia comenzó, así surgió un amor puro e inocente.
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El Canto De La Sirena Y Cuentos De Sirenas
FanfictionHistorias cortas que traten sobre estos majestuosos seres o alguna relación con ellos cuya pareja principal serán Sasuke y Hinata. Los personajes son de Masashi Kishimoto, las imágenes no me pertenecen crédito a sus autores, las historias son de mi...