Sus labios tímidos se clavan en los míos y los mueve un poco. No sé qué hacer, así que solo muevo mi boca de manera torpe.
-Mnn. - el gruñido de mi padre mi distrae y cuando menos me separo de Axel.
>>Que lindo verlos llenos de amor. Me alegra saber qué quieres a mi hija.
-Lo hago. - es la única respuesta de mi esposa. Puedo sentir su ira, así que por mi parte no hago nada más.
Señor, desea que sirvamos la comida.
-Gracias Maite. Iremos ahora mismo.
Camino junto a él al comedor y nos sentamos en el.
-¿Todo bien en tu viaje?. - pregunto dudosa.
-Todo bien. - es su respuesta y yo estoy que muero antes mis acciones.
-Me enteré de la quiebra de Santamaría. - dice mi padre y la mesa se llena de esa conversación, olvidando a sus esposas por completo.
Miro lo que ha cocinado Maite; pescado apanada, con algunas verduras y ravioles. Feliz y por primera vez en días como la comida que me gusta. Pruebo cada parte del plato y mi cara se llena de emoción al ver algo tan rico.
-¿Cristel?
-Si. - respondo ante mi llamado.
-¿Qué si has comido como es debido?. Te ves más delgada.
-Ya ves que mi hija es un poco quisquillosa.
-¿No has querido comer?
-No es eso.
-Di la verdad hija. - arremete mi padre.
-¿Es eso?. Has estado enferma por no comer.
-No...
-Yo se lo he dicho. - dice Papá.
-Ya no sé qué hacer contigo. Quiero que te cuides Cristel, pero ayúdame a hacerlo. No puedo creer que teniendo tantas cosas, te portes así.
Creo que mi paciencia termina ahora. No digo nada, solo me levanto de la mesa casi corriendo y me refugio en mi habitación. Escucho los gritos de Axel llamándome, pero yo solo puedo llorar agarrada de las piernas en el baño.
Mis sollozos no se calman y poco a poco me quedo dormida sosteniendo mi cuerpo casi inerte.
-Ahora, te necesito ahora Jhon.
>>Me importa una mierda si estás ocupado. Te quiero aquí y ahora.
Abro los ojos y me encentro en mi cama recostada. ¿Cómo llegue aquí?.
-Cristel. ¿Dime que estas bien?
-Sí. - hablo casi en un susurro.
-Jhon ya viene para acá, casi me vuelvo loco cuando te encontré desmayada en el piso de baño. El doctor ya viene no te levantes de la cama.
-Pero.....
-No me contradigas joder.
Quiero explicarle que yo no estaba dormida. Que estaba desmayada, pero me es casi imposible decirle cuando lo único que hace es llamar por teléfono y maldecir en alto.
Maite entra a mi cuarto con una bandeja de comida y al ver que ha hecho totilla de patata sonrió feliz.
-Es mejor que coma señora. Me alegra saber que está mejor. No sabe cómo se ha puesto el señor al verla así.
-Gracias Maite.
-Espero le guste.
Me pasa el plato y feliz como en mi cama.
ESTÁS LEYENDO
1. Mrs. Lehner ®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370391 Hay dos cosas que Cristel aprendió a lo largo de la vida: La primera que toda acción trae su consecuencia, y la segunda: que su padre es un monstruo. Y hay dos cosas que Axel Aprendió: la primera pero no menos importa...