Después de la pequeña interrupción que hizo Jake en mi relajante ducha, me puse el sostén que me dio Liliana y un vestido corto y floreado, me lleve unos tacones beige y una bolsa negra de colgar, donde coloque mi celular y un lapicero.
Subimos al coche y nos fuimos a la empresa, de camino a la empresa fue muy silencioso, yo iba mirando por la ventana, viendo como los árboles, coches y edificios pasaban frente a mis ojos a toda velocidad. Cuando nos paramos enfrente de la empresa Jake me ayuda a bajarme y yo acepto su gesto con gusto.
Cuando entramos, Jake me agarra de la mano y caminamos juntos para llegar al elevador.
Unas chicas se nos quedan viendo y empiezan a hablar un montón de tonterías.
-No tienen algo que hacer? -dijo Jake en tono frío.
Por arte de magia se pusieron a trabajar.
Cuando llegamos a nuestro piso me solté de su agarre y me fui a mi escritorio.
Al parecer el me siguió y se inclinó sobre mi mesa, recargando sus brazos en esta y haciendo que trague con dificultad, me levanté de mi asiento y me puse atrás de él.
Se giró para quedar mandíbula a cara (ya que no estoy tan alta para llegarle a su cara).
-Sr. Lonsen. -dije.
-Puedes decirme Jake en el trabajo, no se escucha bien que mi prometida me diga por mi apellido, no crees? -dijo dando un paso adelante y por instinto yo di dos atrás. Error!
-Jake, tienes una junta en 20 mins en el piso 5 con los de administración. -dije sin verlo a la cara. El sonrió burlonamente. Mackenzie! "Alza la cabeza se cae la corona".
-Gracias, linda. -dijo el seductoramente. Tomando me del mentón.
-Sólo Mack, y de nada. -termine de decir y el volvió a dar un paso adelante y yo retrocedí uno, pero al captar lo que hice di dos pasos adelante. Lo miré alzando levemente mi cabeza y viéndolo entre mis largas pestañas.
Me acerqué a él y dirigí mi mirada a su corbata, estaba mal hecha, me acerqué más y lo tomé de la corbata, se tensó y yo lo volteé a ver.
-Puedo, cielo? -hablé con tono inocente y apuntando con mi dedo índice su nudo. Sonrió tímidamente y desde hoy esa es mi sonrisa favorita.
Deshice el nudo y se lo arreglé en uno más presentable.
-Gracias, preciosa. -me guiñó un ojo y se dio la vuelta para después entrar a su despacho dejando la puerta abierta.
-Sólo Mack. -murmuré cuando ya se había ido dejándome sonrojada.
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Horas más tarde...
El ascensor suena dejando ver a la maldita de Lindsay Collins, odiaba esa mujer, era o es una de las putas de Jake, que lo venía a satisfacer desde su piso 3.
Entro con una falta de casi 10 dedos arriba de la rodilla y su blusa desabotonada de los primeros 4 botones, simplemente era asquerosa.
-Morrel y mi Jake? – decía mientras se acercaba a mi escritorio.
-Quién Jake? En su despacho, hiciste cita o te llamó para que vinieras? -escupí sin amabilidad.
-Yo no la necesito, ahora llámale niña, haz tu trabajo!-pronunció haciendo un exagerado movimiento de labios mientras hablaba.
Me levanté de mi asiento y le iba a levantar para contestarle un par de cosas pero alguien me interrumpió.
-Oh Srita. Collins no creo que deba hablarle así a la próxima señora Lonsen. – amenazó. -aparte no creo que quieras conocerla enojada. -se burló dándome una mirada y acercándoce a mí.
-Qué? Pero amor! Creí que yo sería tu esposa, aparte nos llevamos acostando mucho tiempo y está mojigata no te satisface como yo.
-Número uno Lindsey, no soy tu amor. ESTOY COMPROMETIDO. Número dos, estas despedida. Y número tres te quiero fuera de aquí en 10 segundos, contarías mi amor? -dijo agarrándome de la cintura. Lo vi y sonreímos cómplices, después miramos a Lindsey.
-10! -casi grité y Jake soltó una carcajada.
-Uggg me las pagarás Mackenzie. -gritó histérica mientras se iba.
-Vaya, vaya. Es la primera vez que me siento orgullosa. -me quedé pensando un rato y ya se me quedó viendo, chasquee la lengua y dije. -olvidarlo siempre estoy orgullosa de mi. -me di la vuelta y me dirigí a mi silla.
Jake me sujeto de la cintura y me jaló con pasos torpes a su despacho, cerró la puerta y la intensidad del beso subía, empezó a acariciar mis muslos de arriba a abajo delicadamente y yo agarré su cabello masajeandolo y disfrutando de su aroma varonil.
-Espera!
-Qué?
-No pienso perder. - me bajé de su escritorio y me acomodé el vestido.
-Casi gano. - hizo un ademán con su mano y miro al techo.
-Guardarlo corazón, la que va a ganar aquí soy yo. -sin más cerré la puerta detrás de mí.
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Días después en la noche...
Okey Mackenzie, respira y no le digas nada, pareciera que no eres Santa, pero de hecho lo eres, debería decir que soy hasta virgen, debo admitir que no me aterra a perder mi virginidad y menos con él. Pero cuando llegué el momento se lo diré.
Me meto a bañar ya sin ninguna interrupción.
Disfruto de mi baño mientras escucho mi canción favorita. Never forget you - Zara Larsson.
Después de que me termino de bañar voy a la habitación de Jake y me pongo una bata para dormir de color amarillo.
Bajo a cenar y como hoy no trabajaron los cocineros, decido hacer unos omelettes en moldes de cupcakes.
Primero hago la mezcla de huevo y luego pico cebolla y aparte pimientos.
Meto la mezcla en los moldes y después pongo la cebolla y en otro los pimientos. Después lo metí al horno y espere unos minutos y Voila!
Me sirvo 3 de los omelettes y están súper calientes.
Me siento en la barra ya que la mesa está muy grande y me voy a sentir sola.
Estoy comiendo tranquilamente hasta que siento unas manos en mi cintura baja y una cabeza en mi hombro.
-Preciosa...-susurra tan seductoramente.
Me arrebata una sonrisa.
-Gustas? -digo enseñándole los omelettes, asiente ansioso y se va a servir los otros tres que quedaban.
-Están buenos. -mientras termina el último de su plato y poniéndose de pie llevando el mio también, este esta tramando algo.
-Quieres que haga un postre? -le pregunto un poco emocionada.
-Lo único que quiero de postre es... A ti.- me agarró de la cintura y me subió a la barra, sabía que iba a perder, pero mierda, me estuve conteniendo mucho.
Me empieza a acariciar desde mis tobillos hasta mis piernas y así repetidas veces.
-Detente. -dije entre jadeos, pero sabía que tenía que decirle.
-No, linda, no me puedes dejar con las ganas. -eso nunca.
-Tengo que decirte algo.
-Dime. -dice agitado.
-Soy virgen. -digo con los ojos cerrados esperando su expresión.
-Qué? Mackenzie, por qué no lo dijiste, no pareces virgen, tiene que ser especial. -dice intentando ponerse de pie.
- A la mierda lo especial, te quiero a ti, en este momento y en este lugar.
-Música para mis oídos. -terminó de decir y se abalanzó vorazmente sobre mi, intente quitarle la camisa muy torpemente y como no pude, me desespere y la abrí con mis manos haciendo que todos los botones queden dispersos por el piso.
Me miró sorprendido por unos milisegundos y después continuó con sus caricias por mis piernas y cintura.
Se quitó el pantalón quedando sólo en sus caros bóxers.
Estaba sobre mi y yo sólo sentía su respiración por mi cuello mientras esparcía besos por mi pecho, mientras yo soltaba pequeños gritos ahogados.
Me subo sobre él, para que ahora el quede abajo de mi.
-Hoy te haré mía, Mack.
-No querido te equivocas, yo te haré mío, por que ya gané.
Dije para después besarlo.
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Jefe.
Romance¿Cómo hacer para que un hombre que desde el primer momento en que pasaste a su oficina te derritió? La pregunta más difícil es ¿Cómo puede existir un hombre sin sentimientos? o ¿Aparentará no tenerlos? No puedo contestar ninguna de esas preguntas, s...