Jefe.

Say you love me.

-Yo digo que le cortes los huevos. -dice Darren mientras se lleva su taza a la boca.
-No es mi culpa que tu no tengas. -le recrimino.
Abre la boca sorprendido.
-Ósea lo estás defendiendo a él? Al que te dejo por mi hermana?
-A mi futuro esposo? Al hombre que quiero? Si.
Le lanzo un beso y el lo esquiva.
Nos reímos.
-Por qué no hablas con El? Y que te aclare que son, ya sabes fuera del contrato. Porque por lo que me has dicho, te trata bien y se llevan super bien, pero para que no te ilusiones y tengan las cosas en claro, que te diga si le gustas o No.
-Así como una colegiala?
-Si. -dice poniendo los ojos en blanco.
Después de comer con Darren me fue a revisar de nuevo a la habitación. Estuve pensando muchas cosas, me levanté de golpe y me fui a bañar y me vestí.

Después de eso recogí mis cosas y me despedí de Darren diciéndole que no me tenía que acompañar, hizo caso omiso y se quedó.
Cuando llegué donde estaban las casas de campaña me dirigí a la mía y puse mis cosas ahí. Pero me encontré una nota y me imagino que es de Jake.
Mack:
Ve a verme en el muelle, tenemos que hablar.
                                       -Jake.

Guardé la nota en mi mochila y salí como pude de mi casa de campaña y corrí a no sé donde, ya que no sabía dónde quedaba el maldito muelle.
Hasta que vi a Haslin y ella me vio, le sonreí, me sonrió y fue hermoso... K No, pero me acerqué a ella a preguntarle sobre el muelle.
-Linda qué se te ofrece? -me preguntó mientras se acercaba a mi y ponía su mano sobre su otra mano.
-Quería saber si tu sabías donde está el muelle.
-Ah ya, ves esa palapa? -asiento- Te diriges a ella y después hay un puesto de cocos congelados. -suelta una leve risa. -después donde veas unos yates ahí es.
-Gracias!
- Cuando quieras.
Me voy corriendo y recordando lo que me dijo.
Palapa, puesto de cocos congelados, yates.
Palapa, puesto de cocos congelados, yates.
Ya cállate que pareces Dora.
Me río de mi misma y sigo caminando hasta que veo los yates.
Me quedo parada en el muelle.
Giro mi cabeza para ambos lados intentando buscar a Jake pero no veo ningún rastro de el.
Siento como unas manos se posan en mis ojos haciéndome que sonría de inmediato, siento como un perfume de hombre me golpea y penetra mis fosas nasales, pero para verificar que era  Jake lleve mi mano izquierda a su muñeca y efectivamente era el, sólo una persona en esta maldita isla usa un carísimo reloj en su muñeca, al parecer trae manga larga.
¿Quién usa manga larga? Bueno es que se ve que se va a poner feo el asunto o va a haber lluvia así que corre un poco de aire y más en el muelle. La verdadera pregunta sería ¿Quién usa este atuendo?  Pero ahora debo de enfocarse en hablar y aclarar las cosas.
-Debemos hablar. -decimos los dos en un susurro.
Quito sus manos de mis ojos y me volteó para que me quedara frente a el y se agachó para recoger su saco, claro! Pero, sin el saco se ve bien, esa camisa resalta cada uno de sus músculos relajados que tiene y oh Dios!  Ese pantalón le queda súper  bien, tanto que podría  decir que le puede lucir su trasero. Que pervertida, enfócate.

-Bu... bueno yo quería decirte. -balbucea pero lo interrumpo.
-No, déjame hablar primero, tal vez lo que vaya a hacer sea un tanto vergonzoso pero veamos como me sale. -suspiro y el dibuja una hermosa y leve sonrisa. -Jake, la verdad contigo me la paso súper bien, pero me encantaría y enserio anhelo saber que somos, no por el contrato, porque es más que obvio, pero si entre nosotros, porque no quiero ilusionarme  si se que luego te irás con otra. Jake, ¿Qué somos? Dime algo porque estoy cansada de tratar de enamorarte.
Jake.
¿Qué somos?
¿Qué es ella para mi?
Lo es todo, desde que la vi entrar sentí algo por ella, pero lo quise ignorar, pensé que sólo era porque estaba bonita y buena pero ahora es mucho más.
*Flashback*
Estaba sentado en mi asiento dando vueltas mientras pensaba en una buena oferta para los Nickmen cuando un azote en la puerta me hizo detenerme, pare y abotoné mi saco, cuando abro la puerta una hermosa chica con ojos celeste verdoso me cautivaron y dieron gracia ya que se levantó de golpe del suelo al parecer recogiendo sus cosas, la mire seriamente, reprimiéndome las ganas de reír y me hice a un lado dejándola pasar.
-Buenos días señor...
-Lonsen, buenos días señorita ...
-Morrel.
-Señorita Morrel. -asentí. -Tomé asiento. -ordené mientras le señalaba la silla.
-Si. -suspiro y yo volví a teclear mi laptop. -Y bueno, qué me va a preguntar, señor?
La miré con una ceja levantada y ella hizo lo mismo y yo sólo torcí la boca reprimiendo mi sonrisa.
-Señorita Morrel, por qué dejo su anterior trabajo?
-Ah, porque mi nov....
La interrumpí, sentí como la sangre se me resbalaba por todas mis extremidades y mis manos se hicieron puños.
Mis ojos se conectaron con los de ella y fue la primera mujer en no desviar la mirada.
-Señorita.
-Qué bonitos ojos tiene. -¿acaso escuché bien?
-¿Disculpe? - pregunté con una sonrisa ladeada.
-Oh lo siento, enserio. Dígame señor.
-Evitémonos de rodeos y vayamos al grano. ¿Por qué debería de tener este empleo usted y no un hombre?
-Me está diciendo que un hombre puede ser más competente que una mujer? -espetó mirándome incrédula.
-Se puese decir. -la provoque. Y ella se acomodó más en su asiento y el pantalón negro de vestir junto con su blusa coral se le veían bien.
Puso su pierna en la silla y fruncí el ceño.
-Señor con todo respeto, usted es un tonto, como puede decir ese comentario tan machista, tanto el hombre como la mujer son capaces de hacer muchas cosas grandiosas.
-¿Por qué  debo de  contratarla a usted y no a cualquier chica que está afuera? -pregunté de repente.
Se quedó callada formulando una respuesta y después prosiguió.
-No lo sé , sólo se que puedo ser muy competente y apta para este trabajo y perdóneme, pero si contrata a una de las que están no sabrán nada, ya que no están aquí por el trabajo sino por usted y con eso conseguiría o luego me iría a ir a buscar y reclamarme de que no somos competentes. Y ellas sólo lo quieren porque está guapo según ellas.
-Y usted cree lo mismo Señorita? ¿Cree que soy guapo?
-Si, pero no lo tomo como una distracción si en el trabajo se refiere.