Creo que te Amo...

6. Necesidad

Mikaela seguía llamando a su amigo, quien no daba señales de consciencia.
Él seguía ahí, clavado, mirando a una zona en concreto, a la lejanía.

Mika miró al moreno y lo comprendió todo. Lo único que podía sentir en ese momento era dolor.

Allí, al fondo, se encontraban Akane y un chico besándose apasionadamente.

Yuuichiro aún no había superado su ruptura y aquello fue un shock para él.

En ese momento el rubio hizo lo que creyó más apropiado.

Puede que luego se arrepintiera, puede que Yuuichiro le odiara después de eso, pero no soportaba la idea de dejar sufrir a su amigo.

Mika se lanzó hacia Yuu e hizo que sus labios se unieran sutilmente, dándole un leve beso.

Aunque Mikaela no hizo ademán de seguir con aquello, el moreno rodeó con sus brazos a su amigo e introdujo su lengua en la boca de Mika. Éste abrió los ojos sorprendido, pero se tranquilizó al instante al ver que de los ojos de su compañero emanaban hileras de lágrimas sin parar.

Cerró los ojos y no se resistió. Sus lenguas se entrelazaron lentamente con pasión, dolor y ternura.

Así estuvieron unos segundos, reconociendo cada cavidad y rincón de sus bocas.

Ambos se separaron, dejándose espacio y tiempo para respirar. Luego se miraron, encontrándose y dando lugar a una mirada sincera que no podría ser comprada por todas las piedras preciosas del mundo.

Se acercaron y Mika abrazó fuertemente a su amigo, dándole consuelo. El moreno estalló en lágrimas.

Lo tomó entre sus brazos y permitió que dejara salir todo aquello que había acumulado.

Allí estaban los dos. En un bordillo, en la salida del centro comercial. Abrazados. Sintiendo la calidez del otro.

Finalmente, después de un tiempo, el rubio agachó la cabeza y llamó a su amigo.

- ¿Estás bien, Yuu-chan? - dijo Mikaela con un tono tierno - Me habías asustado -.

- S-Sí, Mika-kun - respondió el moreno aún secándose las lágrimas - Siento haberte preocupado.

- ¡Así que aquí estábais! - se oyó decir a una voz lejana detrás de los chicos -.

Era Shinoa que, junto con Kimizuki, Mitsuba y Yoichi, había estado buscando a sus amigos por todo el centro comercial.

- Nos teníais muy pr... ¡¡Yuu, tienes los ojos rojos!! ¿Estás bien? - exclamó Mitsuba -.

- ¿Has llorado? - preguntó Shinoa -.

- ¡No me jodas que has llorado! - se unió Kimizuki, con una sonrisa algo burlona -.

- ¡¡¡PARAD YA!!! - se interpuso Mika alterado - ¡Sí, ha llorado, ¿y qué?! ¡No es motivo para que lo tratéis así!

- Déjalo ya, Mika-kun - dijo Yuu con aire desanimado y mirando al suelo. Se levantó, puso su mano en el hombro del rubio y lo miró - Mejor me voy a casa. Ha sido un día muy largo.

- Y...Yuu-chan - fue lo único capaz de articular Mikaela mientras veía como su amigo se alejaba -.

El grupo se quedó en silencio y al poco, el rubio se levantó y se fue camino hacia su casa.

No quería saber nada de nadie, al menos por ahora. Estaba enfadado con Akane y con sus nuevos amigos pero, sobre todo, estaba desconcertado por el beso de antes.

Ese había sido su primer beso y extrañamente le había gustado mucho. Quizá más de lo que esperaba. No sabía si era porque era el primero, porque había sido con Yuu o cualquier otra cosa.