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Se lo había contado a Hazel. Le había contado quién me gustaba, aunque lo había hecho por teléfono. Prácticamente, casi le agarra un infarto. No podía creer que me gustara él, no podía creer que me gustara su mejor amigo, no podía creer... que me gustara Oliver.

Yo tampoco lo podía creer. No sé como estas cosas siempre me pasan a mí. Algunos días yo creí que sería posible tener una oportunidad con él y luego ya no.

Hazel al principio no estaba muy de acuerdo con lo que me pasaba, pero luego lo aceptó, porque yo era su amiga, y no sería justo, ya que yo la apoyaba con Will. Me contó que a Oliver le gustaba lo superficial, y ahí fue cuando pensé que estaba perdida.

La mayoría de su curso piensan que soy muy ruda o algo por el estilo, solo porque con Isaac jugamos así. Pero no es cierto, no soy así.

Ahora estábamos en Orientación, una materia que teníamos para hablar de nuestros problemas como grupo, y era nuestra última clase del día. Isaac, Amber y yo estábamos conversando sin prestarle mucha atención a la clase, ya que Harper había faltado, últimamente se enfermaba mucho.

Isaac me miraba fijamente. Reí.

—¿Qué te pasa, Brown? —pregunté y desvié mi mirada.

Volví mi vista a él y estaba sonriendo.

—Nada —respondió simplemente.

De pronto quise saber más sobre él, nunca le preguntamos sobre las cosas más comunes. Pero ahora iba a preguntarle algo que me encantaba saber.

Lo miré sonriente.

—¿Por qué me mira así? —le preguntó a Amber mientras me miraba algo asustado.

Amber me miró y rio, luego negó con la cabeza.

—Dime Isaac... —comencé—. ¿Quién te gusta?

Se sobresaltó ante mi pregunta, pero luego lanzó una carcajada y la profesora lo miró mal, él se hizo el inocente y volvió a lo suyo.

Me miró.

—¿Por que lo preguntas? —replicó, relajado.

Intenté hacer una sonrisa de lado, pero creo que se pareció más a una mueca.

—Curiosidad.

Suspiró y me miró.

—Está bien. Me gustan dos personas —respondió.

Alcé mis cejas, divertida.

—La primera ya sé quien es —comenté.

Amber me miró y pestañó. Él enarcó las cejas.

—Es H, ¿verdad? —dije.

Él sonrió.

—¿Soy muy obvio? —preguntó.

Reí. Me sentí triunfante al instante.

—Digamos que noto cuando alguien gusta de otra persona —respondí.

—No creo que te funcione siempre —murmuró, pero lo escuché.

Amber estaba atónita.

—Un momento... ¿Te gusta Harper? —preguntó, probablemente, demasiado alto.

Pero nadie pareció advertirlo.

Isaac la miró mal.

—Me gustaría su discreción en estos temas —comentó.

Ambas asentimos.

—¿Quién es la otra afortunada? —preguntó Amber.

Casi me largaba a reír cuando Amber pronunció la palabra "afortunada".

Isaac suspiró y nos miró divertido. Había cierto brillo en sus ojos.

—No se los diré —dijo.

Me quedé boquiabierta.

—Pero... al menos dinos si es de este curso —supliqué.

Me miró con una media sonrisa y asintió.

—Déjanos adivinar —pidió Amber, sonriente.

Isaac hizo una mueca.

—Está bien, tienen tres intentos, nada más —indicó.

Sonreí en modo de aprobación. Ya sabía el nombre de la chica que iba a decirle, era muy obvio. Hazel.

Isaac y Hazel habían tenido una historia. Ellos fueron amigos desde muy pequeños, en la primaria, para ser exactos. En el último año, ella había comenzado a sentir cosas, pero en ese momento él solo quería que fueran amigos, hasta que en un momento llegó a querer ser algo más para ella. Pero ya en ese momento no se podía, ya que Hazel era la mejor amiga de Olivia, y Olivia estaba enamorada de Isaac, por lo tanto, no podían estar juntos por códigos.

Una de las leyes de la amistad que hay en mi escuela es: Si un amigo/a le gusta alguien, no podes salir con esa persona.

—Hazel —dije y el negó con la cabeza con una sonrisa de satisfacción.

Fruncí el ceño. Estaba casi segura de que podía ser ella.

—Amber—solté y ambos se me quedaron viendo.

Amber me miró entrecerrando los ojos. Isaac volvió a negar.

—¡Esto es imposible!—exclamé—. ¿Seguro que es de este curso?

Asintió.

—Olivia—nombré.

Ya no sabía que otra persona decirle.

Isaac me miró con horror y negó con la cabeza rápidamente.

—¡Por Dios no!—casi gritó.

—Me rindo—comenté mientras me desplomaba en mi asiento.

Issac rio.

—Será mi secreto mejor guardado, Baker—dijo y sonrió de lado burlonamente.

Rodé los ojos y miré a la profesora, intentando prestar atención a una discusión que estaban teniendo.

—Después tengo que hablar contigo, Amber—susurró Isaac.

Estaba segura de que no quería que lo escuchara, pero lo hice.

Me di la vuelta y los miré.

Isaac me miró.

—¿Y a ti quién te gusta?—preguntó.

Tardé unos segundos en asimilar lo que me había preguntado. Entrecerré los ojos.

—Nadie—respondí sin rodeos, aunque no era la verdad.

Él hizo una mueca burlona y señaló con el dedo a su lado. Miré en la dirección que apuntaba. Oliver.

—Te gusta él, ¿verdad?—dijo casi afirmándolo.

Asentí lentamente y miré a Amber con sorpresa. Hacía poco tiempo que se lo había contado a  ella.

—¿Cómo lo supiste?—pregunté a la vez que volvía mi vista hacia Isaac.

Meditó su respuesta durante algunos segundos e hizo una media sonrisa.

—Siempre lo miras—respondió finalmente.

Reí y lo miré burlona. No lo miraba siempre. Estoy segura de ello.

—¿Y cómo sabes que lo miro?—pregunté divertida.

Isaac soltó una exclamación pero luego soltó una carcajada. No respondió.

Only You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora