Esta noche es la fiesta de Meghan Lee, una chica asiática de cabello negro con la cual no me llevo bien. Nos conocemos desde pequeñas e incluso hemos sido amigas, pero con el paso de los años me di cuenta de que era una persona horrible y que no se podía confiar en ella.
Pero por otra parte, estaba emocionada porque hacía mucho tiempo que no iba a una fiesta.
Me bañé y me hice bucles en el pelo, luego lo até en un moño alto y lo desordené un poco para que quedara un mejor. Me maquillé, me puse un labial rojo mate y máscara de pestañas. Por último, me puse un vestido negro que era ajustado por la cintura y luego era tipo acampanado, pero suelto y bastante liviano. También me coloqué unos zapatos españoles que me había regalado mi madre en su último viaje de Europa.
Me recosté en un sofá que estaba junto a mi cama y tomé mi teléfono.
Le pregunté a Harper y Amber si estaban listas, al recibir su respuesta afirmativa tomé mi bolso y salí de mi habitación.
—¿Papá me puedes llevar a la fiesta de Meghan o prefieres que vaya en bicicleta? —le pregunté con algo de sarcasmo, él ni siquiera parecía estar vestido como para llevarme.
Uno de los problemas era que no tenemos auto. Ya que mis padres están ahorrando mucho para enviarme a la mejor universidad posible.
Estaba viendo la televisión. Me miró.
—Oh claro, lo siento. Lo había olvidado. —Sonrió y desapareció por la escalera.
Luego de unos minutos ya estaba listo y nos fuimos, tomamos el bus que nos llevaría a la casa de Meghan.
Una de las cosas que me ponían nerviosa pero a la vez algo feliz era saber que él estaría ahí. Oliver.
Durante el trayecto del bus sentí como se forjaba un nudo en mi interior. Suspiré. Solo debía relajarme y no pensar en Oliver, sobretodo no pensar en él.
Al llegar a la casa de Meghan, mi padre se despidió y se fue dejándome sola ante la imponente casa. Tomé fuerzas y caminé. La noche ya había caído, más de prisa en comparación a otros días. El cielo estaba cubierto de estrellas, el viento era frío y soplaba con intensidad.
Toqué la puerta y alguien me abrió.
En cuanto la puerta se abrió la música se abrió paso entre toda la gente, todo el lugar resonaba y retumbaba. Entré y cerré la puerta tras de mí. Había luces fosforecentes y unas cuántas lograron dar justo enfrente de mis ojos. Comencé a caminar entre la multitud de gente que estaba contituída por mis compañeros y algunos chicos de otros cursos. La música electrónica resonaba en mis pies a cada paso que daba.
A unos cuántos centímetros más alejado de donde yo estaba, había algunas personas que gritaban y cantaban la canción que estaba sonando.
Rodé los ojos.
Eran los amigos de Will Parker, uno más imbécil que otro, él era, probablemente, el más tranquilo.
Will estaba sentado en un sillón besándose con una chica castaña y con muchos rulos. Yo sabía quién era. Era un año mayor y había sido su novia durante algunos meses.
Me encogí de hombros y seguí mi camino, buscando a mis amigas. Fui hacia la puerta que daba al patio y la abrí. Pude ver a mis amigas riéndo junto con Isaac, Oliver y Hazel.
Sentí como se me estrujaba el corazón. Cerré los ojos con fuerza y luego los volví a abrir. Me encaminé hacia ellos.
Al verme, mis amigas me abrazaron y elogiaron, yo hice lo mismo. También Isaac, Oliver y Hazel me saludaron.
Noté que Isaac estaba un poco nervioso. Amber me llamó con la mirada y me indicó que la siguiera.
Fuimos lo bastante lejos posible de ellos.
—¿Qué ocurre? —pregunté y enarqué mis cejas.
Ella se puso seria y de inmediato sentí algo de temor, temía lo que pudiera decirme.
—Es algo serio... e importante —anunció.
Tragué con fuerza.
Hice un ademán para que prosiga.
—Lo diré. Lo diré sin rodeos —dijo mientras se preparaba para decirme lo que sea que quría decirme —. Isaac está enamorado de ti, mucho más de lo que le gusta Harper.
Me quedé boquiabierta. No sabía si lo que estaba viviendo era real o solo un sueño. No podía distinguir qué era lo que vagaba por mi mente en aquellos momentos.
Cerré los ojos y respiré.
Yo no le podía gustar a Isaac, era imposible. Siempre nos molestábamos mutuamente, yo pensaba que éramos casi mejores amigos. Mucho menos podía pensar en que él estuviese enamorado de mí.
Nada tenía sentido. O quizás... ahora todo lo tiene.
Que Isaac supiera quién me gustaba, era porque él me miraba siempre, él estaba enamorado de mí.
Todo estaba tan confuso, pero claro a la vez.
Me sentía algo engañada, nunca se me escapaba algo así. Respiré hondo y escuché como los chasquidos que daba Amber resonaban en mi mente. Abrí los ojos.
—Al fin reaccionas —comentó mientras miraba detrás suyo para ver si no había nadie cerca —. Si crees que eso fue sorprendente, no te esperarás lo que te voy a decir.
Entrecerré los ojos.
—Dímelo.
Amber tomó aire.
—Intentará robarte un beso. —Me miró fijamente —. Esta noche.
Ahogué un grito.
—¡No! ¡No puede hacerlo! —Amber sonrió comprensiva y sus nuevos brackets destellaron —. ¡Estoy enamorada de su mejor amigo! —chillé.
—¿Estás enamorada de quién? —oí una voz a mis espaldas.
Los labios de Amber formaron una O, y yo me quedé paralizada en mi lugar con los ojos en blanco.
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Only You
Teen FictionElena está en anteúltimo año de secundaria. Este año les tocaba juntarse con el otro grupo y así se quedarían hasta terminar la escuela. Ella conoce a dos chicos muy divertidos. Pero su relación podría verse afectada por diversos eventos que los lle...