Capítulo IV.
«Las discusiones se parecen demasiado a las disputas»
(Orgullo y Prejuicio)
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Los campeones del torneo habían sido elegidos el sábado y la primera prueba sería el martes de la siguiente semana. Hermione, que había estado interesada en el evento por la oportunidad de ver la magia en todo su apogeo, ahora no estaba tan segura de que sus deseos eran los mismos, y, sentada en su mesa favorita de la biblioteca, meditaba sobre ello.
Seguía estando molesta por las palabras de Malfoy, pero, aunque quisiera negarlo, no dejaba de observar cada uno de sus movimientos, asegurándose a sí misma que era por aquello de mantener vigilancia sobre tierras enemigas. Porque sí, ella también consideraba a Draco Malfoy su enemigo potencial.
Así mismo, había encontrado en aquello la justificación perfecta para su marcado interés por devorar el ejemplar de «El Profeta» donde Rita Skeeter había publicado una entrevista de cada uno de los campeones, en la cual —como ella misma decía—, desenmarañaba sus más profundos secretos.
Tenía que saber qué era lo que hacía que el «idiota pomposo»(como lo había bautizado), se sintiera superior al resto del mundo. Eso era algo que de seguro Skeeter no pasaría por alto, pues Hermione sabía que la mujer era una especie de lamezuelas en el mundo mágico, además de una chismosa de primera mano.
Y efectivamente como se esperaba, las entrevistas no eran para nada decepcionantes.
La reportera había dedicado página y media a cada uno de los campeones y aunque allí Hermione había podido corroborar que Fleur Delacour efectivamente tenía sangre Veela en sus venas (una cuarta parte, en realidad) o que Cedric Diggory había aprendido a dominar todo tipo de hechizos a temprana edad, la información que mayormente había llamado su atención era la de cierto rubio, alumno de Durmstrang.
Sabía que Rita Skeeter era una exagerada, pero había sido imposible que pasara desapercibido algo que de antemano ya imaginaba: Draco Malfoy pertenecía a una estirpe de legendarios magos de sangre pura que se ubicaban dentro de la lista de los «sagrados veintiocho» y que, por supuesto, su familia tenía una jugosa cuenta en Gringgots.
«Presuntuoso» pensó Hermione. Bastaba con verlo y, sobre todo, con escucharlo hablar para saber que Draco Malfoy era de alcurnia. No en vano miraba a todo el mundo como si no fuera digno de respirar su mismo aire o peor aún, como si no hubiera merecido jamás que una varita mágica lo hubiera escogido como su mago o bruja.
Hermione se reprochó a si misma que uno de sus primeros pensamientos acerca de Draco Malfoy hubiera sido que le parecía un hombre muy guapo y se puso una nota mental que le recordara a diario por qué no debía tenerle ni un poco de consideración. Si él odiaba tanto a los «sangre sucia», ella lo convertiría en su indeseable número uno.
Siguió ojeando la entrevista de la reportera al campeón de Durmstrang y en ella encontró algunos detalles que llamaron más su atención, como por ejemplo que el chico jugaba quidditch y que además se le reconocía como uno de los mejores buscadores de toda Europa. Esto le hizo pensar que tal vez hubiera podido verlo en el campeonato mundial si hubiera aceptado la invitación de la familia de Ginny.
Pero, ¿jugaría en el equipo de Bulgaria o en el nacional? No era raro que ella no lo supiera, pues el deporte mágico no figuraba como una de sus aficiones favoritas y de todas formas, ¿qué hacia ella preguntándose tales tonterías? Hermione cerró la página del periódico y se volcó sobre el espaldar de su silla, dejando escapar un suspiro cansado, mientras estiró sus piernas que se encontraban entumidas por llevar tanto tiempo en la misma posición. La biblioteca tan solo estaba habitada por ella y la señora Pince y eso era algo que disfrutaba enormemente. Sin embargo, no fue algo que dudara demasiado tiempo, pues, minutos después, el silencioso del lugar se llenó del murmullo de voces que cada vez se escuchaban más cerca.
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Pride, prejudice and a little magic
RomanceDisclaimer: Todo lo que reconozcan aquí le pertenece a J.K. Rowling y a Jane Austen. Summary: Es una verdad universal que un mago de linaje y gran fortuna debe relacionarse con personas de su mismo nivel haciendo honor a su apellido, su familia y pr...