Capítulo XVI

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DISCLAIMER: El mundo de Draco Potter y todos sus personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Este es un fic basado en «Orgullo y Prejuicio» de la inigualable Jane Austen.

Para MrsDarfoy con todo mi amor.

Capítulo XVI.

«A veces la última persona en el mundo con la que quieres estar es la única persona sin la que no puedes estar»

(Orgullo y prejuicio)

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Draco caminó con dificultad hasta la piedra llena de musgo sobre la cual había sido colocada la copa y antes de que cualquier otra cosa pudiera suceder la tomó entre sus manos con firmeza. Estaba cansado, igual que si una manada de dragones hubieran estado danzando encima de su cuerpo, pero, aunque cada centímetro de su ser dolía como nunca, en el fondo se sintió aliviado de poder ver por fin la luz al final del túnel, pues, una vez la tuvo en sus manos, la copa refulgió con un brillo sin igual que iluminó toda la estancia, haciendo que los muros y los setos que los cubrían empezaran a desvanecerse rápidamente como si hubieran estado hechos de ceniza para dar paso a la algarabía de la multitud que lo aclamaba por ser el vencedor de la última prueba, y por consiguiente, el campeón del Torneo de los Tres Magos.

Era difícil para él distinguir algo en medio del barullo de la banda del colegio anfitrión que tocaba con alegría y que se fundía con los vítores que cantaban en su honor el resto de estudiantes, y lo único que pudo hacer fue caer de bruces sobre el césped cuyo aroma impregnó de inmediato sus fosas nasales y lo mareó. Había cerrado los ojos y respirado hondo cuando fue consciente de que todo había terminado, pero a pesar del alivio que experimentaba, sabía que tenía muchas cosas por resolver y que le faltaban fuerzas en ese preciso instante. La cabeza le daba vueltas sin parar, y el estrépito de lo que sucedía a su alrededor lo ensordeció, dejándolo todavía más confundido: había voces, risas, gritos y música por todas partes, y él solo podía aferrarse al mango frío y duro de la copa que todavía tenía agarrada.

—¡Bien hecho, amigo! —Draco abrió los ojos para encontrarse con el rostro de Theo que se había arrodillado a su lado y que, junto con Luna Lovegood, le sonreían con orgullo y alivio—. ¡Has conseguido ganar el torneo!

—¿Te encuentras bien? —preguntó Luna, antes de que una densa multitud de personas se agolparan a su alrededor para felicitarlo. Draco notó que el suelo, bajo su cabeza, retumbaba con los pasos apresurados de los presentes y al recordar que ya todo había concluido, alzó su mirada al conglomerado para buscar entre los rostros que lo miraban de cerca a Hermione Granger.

Hermione Granger: a quien le debía la vida ahora mismo. Hermione Granger: quien lo había salvado en más de una forma desde que la conocía.

Al principio le costó un poco enfocarse, pero luego de recorrer la tribuna con la mirada pudo hallarla al lado de sus padres y de Tonks que no paraba de cuchichearle al oído y fue inevitable que una sonrisa se extendiera por el rostro mancillado de Draco, una que Hermione respondió desde la distancia experimentando emociones encontradas, pero, sobre todo, alivio.

—Estoy bien —le respondió a Luna, antes de soltar la copa y pedirle a Theo que lo ayudara a ponerse de pie para recibir un apretón de manos de parte de Dumbledore y un fuerte abrazo de Igor Karkarov, además del cariño de su familia y de Hermione que ya habían llegado a su lado.

Pride, prejudice and a little magicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora