El comedor común estaba desolado debido a que varios equipos salieron esa misma mañana en busca de recursos. Tanto el Nihil como el refugio presentaban unos niveles tan bajos en cuanto a alimentos en la despensa que abrumaban.
—¿Todavía está enfadada? —preguntó Gabir mirando de reojo cómo Mei, a unas mesas de distancia, le esquivaba. Aiden asintió con obviedad— Joder. No entiendo a las mujeres.
—Tal vez, y sólo tal vez, si no te hubieras comportado como un idiota... Ella te hablaría —le respondió el pelirrojo. Sin duda, Gabir era un buen hombre, pero su impulsividad la llevaba a cagarla una y otra vez.
—Tío, estabas flirteando con otra delante suyo —le dijo Noah arrugando el ceño, mostrando su desacuerdo.
Su carácter territorial y posesivo lo llevaba a hacer estupideces dignas de las del día anterior. Su orgullo siempre iba por delante y, eso, Aiden lo sabía de sobras.
—Ella se deja coquetear por Steven a todas horas, es su puñetero perro faldero —se quejó irritado—. Además, no somos pareja, puede hacer lo que quiera.
—Ah, ahora lo entiendo todo —comentó Aiden entre risas. Escuchar los lamentos de su amigo resultaba de lo más entretenido, sobretodo cuando tenían que ver con Mei y el impacto que su imagen generaba en otros híbridos. Como era más que natural—. Estás celoso.
—¿Celoso? ¿Yo? —se mofó. Sus carcajadas eran tan sonoras y forzadas, que no hacían más que darles la razón— No estoy celoso. Me da igual, que haga lo que quiera.
—Está celoso —concluyó Noah también. Las risas de sus dos amigos hicieron que más de uno se girara a ver qué ocurría.
—Mirad —susurró Gabir con sus ojos violetas en llamas—, no estoy celoso, pero si fuera el caso de que lo estuviera, sería su culpa por dejarse coquetear. ¿Queda claro?
—¿La cagas tú y encima es su culpa? Cambia de estrategia si quieres que te perdone —añadió el joven rubio.
Estuvo a punto de meterle la charla —de nuevo— sobre cómo debía y no debía comportarse si alguien le gustaba, pero luego se dio cuenta de que ambos eran suficiente mayorcitos como para poder hablar como adultos sin que externos tuvieran que intervenir.
—Aiden —lo llamó Steven desde la otra punta del comedor, su rostro moreno se contrajo al notar la mirada taladrante de Gabir— Mael te espera en la sala de reuniones.
Se despidió de sus compañeros y pasó por delante de Steven mirándole interrogante, pero él tan sólo dejó caer sus hombros, señalando que no sabía nada. Caminó a prisa los pasillos hasta llegar a las escaleras y bajó hasta la última planta.
¿Qué querrá esta vez? Mil y una situaciones surcaron su mente, al igual que sus mil y un desenlaces posibles. La sospecha de que, tal vez, Mael hubiera interceptado el contacto que mantenía con la chica humana, se le hizo presente. Había sido extremadamente cuidadoso cada vez que iba a visitarla, pero el poder del líder híbrido alcanzaba lugares inescrutables.
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EXISTENCE: Proyecto Midgard
Science FictionLa metrópolis de HybernalCity es el núcleo humano más seguro y poderoso construido en los últimos tiempos, pero también el que más tentativas de ataque posee. Lynn, una joven que se rige por sus convicciones, lleva trabajando desde los dieciséis año...