*Lo prometido es deuda, aquí la segunda parte del final de EXISTENCE (libro 1). Veréis que cambian algunas cosillas, pero lo que es realmente distinto (COMPLETAMENTE) es la tercera parte que colgaré en unas horitas*
Espero que os guste tanto como a mí escribirlo. Muchas gracias a todos los que me seguís y hacéis posible las cositas maravillosas que me están pasando. Feliz año nuevo y, con vosotros, EXISTENCE:
Vestía el equipaje de entrenamiento que el mismo Maverick escogió para ella —y no quería saber cómo había conseguido sus medidas, era demasiado perturbador—, llevaba el cabello recogido en una coleta alta y ya había repetido la rutina de calentamiento varias veces, pero él todavía no llegaba.
Llevaba más de veinte minutos de retraso y ella estaba tan aburrida que no podía hacer más que dar tumbos arbitrarios por la enorme sala de entrenamientos. La admiró embelesada, estaba mejor decorada que su propia casa y todo allí le indicaba que costearlo valía más que su vida y la de varios ciudadanos de HybernalCity juntas. Los tabiques eran de un tórrido color ocre y los suelos de madera climatizada, la pared que debía dar al exterior era de cristal y no sólo permitía que la luz natural entrara allí, sino que daba una vista privilegiada de la ciudad de la que nadie más podía disfrutar. Había decenas de máquinas de entrenamiento ocupando el lugar, algunos sacos de boxeo colgando del techo, armarios repletos de objetos que facilitaban el confrontamiento cuerpo a cuerpo, armas y, en la parte posterior, unos vestidores para cambiarse que tenían incluso sauna.
El gimnasio era más que grande, era innecesariamente descomunal teniendo en cuenta que tan sólo una persona podía disfrutarlo, y era el General de la Brigada. Bueno, y ella ahora que Maverick la entrenaba de vez en cuando.
—¿Lista? —Ross se aproximó y su corpulencia ocupó casi todo su espacio vital.
—Siempre —esa era la seguridad que debía mantener cuando hablaba con el General si quería tenerlo a raya y que no la tomara como un peón más como a muchos de los otros novatos.
—Así me gusta.
—¿Qué haremos hoy?
—Vamos a poner en práctica los movimientos que repasamos el otro día —supo a qué se refería cuando vio aquella sonrisa maliciosa aparecer en sus labios. Odiaba con toda su alma los combates con Maverick, la dejaban destrozada—. ¿Tiene miedo, Lynn?
—Para nada, estoy preparada —aunque en realidad lo estaba menos que un cerdo para volar.
—Póngase en posición de defensa, de lo contrario la abatiré incluso antes de lo previsto —se mofó pasando su mano por su perfecto cabello rubio.
Obedeció sin rechistar y puso sus manos al frente, cerrando los puños. Se movió de un lado a otro, tanteando el terreno y sin despegar los ojos de su rival. Le faltaban divinidades a las que rezarles en esas circunstancias.
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EXISTENCE: Proyecto Midgard
Science FictionLa metrópolis de HybernalCity es el núcleo humano más seguro y poderoso construido en los últimos tiempos, pero también el que más tentativas de ataque posee. Lynn, una joven que se rige por sus convicciones, lleva trabajando desde los dieciséis año...