Capítulo 5. Viejos amigos (Pt II)

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Ya comenzaba a atardecer mientras una mujer observaba atentamente a los niños jugar en el parque, ahí sentada en una banca parecía sacada de un cuadro de arte, su cabello negro y ondulado, delineaba las finas facciones de su cara sobre todo sus bellos ojos verdes, la delicada sonrisa que adornaba su rostro comenzó a desparecer cuando una lluvia de pétalos de cerezo inundó el suelo de aquel lugar.

—A pesar de lo que significa, es muy hermoso ¿no creen?

Las dos mujeres que estaban paradas junto a ella, la miraron sutilmente sin entender sus palabras, una era mayor, de unos treinta y tantos, mientras que la otra era una jovencita de apenas quince. Las tres bajaron la cabeza, en signo de respeto, cuando Natsuki llegó frente a ellas. La chica se sentó junto a la mujer, recargó la cabeza en su hombro y agachó la cara esperando que la mujer de la banca le dijera algo.

—Me alegra verte Tsuki.

—La verdad es que a mí también, pero corre peligro aquí madre.

—Mis dos pequeñas están aquí ¿Dónde podría estar más segura?

—Lo lamento, pero si Ryu se entera de...

—El no vendrá está ocupado, por favor, seamos solo una madre y su pequeñita sentadas en el parque.

—Tu aura es muy diferente a las demás, fácil de notar para mí...y ya no soy una pequeñita mamá— dijo la chica alterada y apenada.

—Para mí son unos niños nada más, por eso quisiera poder hacer algo más por ustedes.

—Ya has hecho suficiente, además no podemos cambiar el destino con solo desearlo.

—Pero podrías— dijo en un tono extraño, como quien trata de insinuar algo.

—¿A qué te refieres?

—Nada en especial.

—Cómo quieras— dijo dudosa, pero continúo –Insisto que no deberías estar aquí, es muy peligroso.

—Por cierto llegaste muy rápido.

—Mi moto es muy veloz— dijo divertida ante la cara de espanto de su madre.

—¿Es que no lo entiendes? Eso sí es muy peligroso.

—¿De verdad? Estoy a punto de enfrentarme a personas que tienen los poderes de los dioses ¿Y tú crees que andar en motocicleta es peligroso?— rió escandalosamente —Pero, confía en mí, tengo buenos reflejos.

—¿Te enseñe bien?— dijo la mayor de las acompañantes.

—Muchas gracias por eso Izumi-sensei— dijo con una amable sonrisa, su mirada se desvió entonces a la otra chica —No lo puedo creer, ¿eres Yuichi?

—Sí, soy yo señorita Natsuki.

—Mírate nada más prima— dijo levantándose y abrazándola —Has crecido mucho, y estas más linda que nunca.

—Gracias señorita Natsuki— dijo abrazándola también —La hemos extrañado mucho en el templo y en la ciudad.

—Lo lamento, yo también las he extrañado, pero— la expresión de la chica cambio radicalmente —Tokio no es el mejor lugar para estar en estos momentos, es como un punto ciego con tanta magia, lo mejor será que se pongan a salvo en mi casa, bueno en la casa.

—Es tuya, tu padre la dejó para ti.

—Yo no soy digna de tal regalo, así que será una casa familiar.

—Recibí un llamado de tu Tío.

—¿Mi tío? No creo que sea para algo bueno, además olvidé decirle que estoy de regreso en la ciudad.

Card Captor Sakura "La antigua Profecía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora