Sakura ya no es una niña, su vida ha sido tranquila y normal en los últimos años, hasta que extraños sucesos la llevarán a reencontrarse con el pasado, con viejos y nuevos amigos, además de misteriosos seres y nuevos poderes.
Una profecía está a pun...
—¿Cómo puedes hacerme esto Daidouji? —dijo Natsuki evidentemente irritada frente al espejo mientras Tomoyo giraba a su alrededor acomodando el obi de su kimono—. Llevo dos días fuera del hospital, aún soy una mujer convaleciente.
—No seas dramática, luces bastante descansada, así que estarás bien.
—No es muy común en ti quejarte por cansancio, heridas o algo del estilo.
—Cállate Eriol, ni siquiera entiendo por qué quieren que asista a este evento, yo...no debería estar ahí —dijo bajando la cabeza y tono de voz—. Además, no estoy de ánimos para fiestas.
—Todos necesitamos un poco de diversión después de lo que pasó, no puedes negar eso —respondió el inglés bebiendo su té verde.
—No me importa lo que quieras o pienses, Chiharu y Yamazaki fueron muy claros con tu presencia en su boda, están en deuda contigo —regañó Tomoyo.
—Es todo lo contrario, durante los destrozos por la ciudad su departamento sufrió daños, para repáralo tuvieron que gastar mucho dinero que estaba destinado a su nueva vida juntos, era lo menos que podía hacer por ellos. No veo por qué tanto alboroto.
—Es sencillo, para ti podría no ser la gran cosa, ya sea por qué te sientes culpable o por el motivo que quieras, pero para ellos lo es, y quieren compartirlo contigo.
—Tomoyo, no soy el tipo de persona que va a fiestas y sonríe como si nada, no sé cómo hacerlo y prefiero estar enfocada en...
—¿En qué? Ya no hay nada que perseguir, los Huang He fueron derrotados, la ciudad y el mundo están seguros de nuevo, ya no tienes que pelear más —interrumpió Ryu entrando al lugar.
—Creo que eres el menos adecuado para decir eso, debemos volver a casa, ahora somos los únicos que quedan de la línea principal de la familia y...
—Tal vez deberías tomarte unas vacaciones —dijo Eriol mientras su novia daba los últimos retoques al atuendo de Tsuki—. Ya sabes, el clima en Inglaterra en esta época del año es perfecto para ti-
—Ya no tengo control sobre las tormentas, además Inglaterra siempre tiene el clima perfecto —susurró ella divertida hasta que analizó más a fondo las palabras de su amigo—. Pero no he hablado con Kaii y yo, debo volver a casa.
—Podrías tomar un tiempo fuera si quisieras —continuó su hermano—. Puedo cubrirte y decir que estás de misión, aún hay algunas cosas que no se han aclarado sobre el asesinato de mi madre y tal vez el Consejo del Clan estaría de acuerdo conmigo que es algo que debemos averiguar...sólo, tómate tu tiempo.
Todos se quedaron en silencio, analizando las palabras dichas, los pros y contras de tomar caminos tan diferentes a los que se había planeado para ellos.
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En la mansión Ayuzawa todo era júbilo y buenos deseos para los recién casados. A todos les parecía sumamente enternecedor ser parte de una verdadera historia de amor, dos niños que se conocían desde la primaria y que ahora permanecerían juntos para siempre.
