Card Captor Sakura "La antigua Profecía"

Epílogo: Misterios

Todo lo relacionado a la profecía había quedado resuelto, pero parecía que detrás de aquel evento habían quedado atras muchos cabos sueltos.

La maldición que portaba Sakura preocupaba continuamente a Syaoran, lo cierto es que él hacía un trabajo increíble manteniéndola fuera de peligro, pero no había sido liberada aún ¿Quién podría querer herir a la maestra de las cartas de esa manera?

En Hong Kong diversas amenazas anónimas habían llegado a la familia Li durante la ausencia de los primos y se temía por otro ataque a la salud de cualquiera de la familia como había sucedido con la señora Ieran en el pasado.

Por su parte, Eriol estaba inquieto por la perturbación que la esencia de la bruja Carman había sufrido durante su enfrentamiento con Gao, si Tsuki no hubiera estado ahí, tal vez aquel poder lo habría consumido. Aquello bien podría haber sido un incidente aislado o incluso obra del fallecido hechicero; crear una ilusión para confundirlo ¿Pero y si no era así, si en verdad Carman estaba despierta de nuevo, si representaba un peligro? Además, estaba su hermano, la forma en que lo había defendido del ataque en la Torre, hasta donde Eriol había comprobado durante años, Kaii no poseía magia, así que independientemente de que viniera de su báculo o de la espada de Tsuki...¿Cómo la había activado?

Otra cosa que constantemente le distraía eran las cartas que Sakura había absorbido, ese era el deseo de Clow, que un hechicero de corazón puro desapareciera sus cartas de la faz de la Tierra para no volver a provocar el desastre nunca más, sin embargo, dejar ese proceso a la mitad ¿Tendría consecuencias?

—Sabes que tengo razón, no deberíamos quedarnos tan tranquilos —regañó Natsuki—. Ella ya comenzó un hechizo, dejar ese proceso a la mitad no traerá nada bueno.

"Ya lo sé, sólo es que no quisiera hacer esto justo ahora, Sakura está enfocada en encontrar a los Maestros del Viento"

"¿Cómo van con eso?" Interrumpió Eriol.

"A veces siento que caminamos a callejones sin salida" admitió Syaoran con tristeza "Hemos estado en dando vueltas de un lado a otro en Fukuoka por tres semanas"

—No te rindas, Sakura necesita esto, pero en algún futuro cercano debe terminar lo que comenzó.

"Creo que dejarlo pasar un rato será lo mejor, las cartas son fieles a ella, mientras eso no cambie, no habrá peligro"

"Creo que Eriol tiene razón pero Sakura volvió, debo desconectarme" dijo Syaoran haciendo un ademán con su mano para despedirse, presionó el botón de 'colgar' y su imagen desapareció de la pantalla de Tsuki.

"Así que nos veremos en la fiesta de bienvenida?"

—¿Cómo puedes cambiar de tema de manera tan drástica?

"Es una habilidad nata que la vida me ha dado" agregó con sarcasmo "No has contestado mi pregunta"

—Si, nos veremos ahí ¿Cuándo llegarán a la casa de tus padres?

"Tomoyo quiere que estemos ahí el viernes por la mañana ¿Por qué?"

—No quiero llegar antes que ustedes.

"¿Mi madre?"

Tsuki se limitó a asentir con la mirada.

"No tengas miedo"

—¿Cómo salió todo en Irlanda?

"¿Y yo soy el que cambia de tema?" susurró Eriol "Tengo mucho que contarte, pero Tomoyo está por aquí y quiero que se preocupe lo menos posible, tengo un presentimiento extraño, necesito discutir un par de cosas contigo y mi padre, así que hasta no estar seguros..."

—No involucrar a nadie —admitió con resignación la ninja—. Te veo el próximo viernes entonces.

"Llamada finalizada" fue el mensaje que se leía en la pantalla de la tableta de la chica antes de oscurecerse, miró su reflejo en la superficie, sus ojos ahora eran dos verdes esmeraldas ¿Ya no recuperarían su color original?

Había un modo, pero quizá lo mejor era no recuperar esos poderes. La chica se dejó caer de espalda sobre la cama con los ojos cerrados.

Algo personal también la llenaba de preocupaciones y temores, no sólo eran sus amigos; El asesino de su madre no había sido encontrado aún y una carta recién entregada a Tsuki no dejaba de dar vueltas en su cabeza.

Se levantó decidida y tomó el sobre cerrado entre sus manos, sus ojos se llenaron de lágrimas al leer la caligrafía de su madre:

"Hola mi pequeña,

Creo que hay un par de cosas que deberías saber..."